Elton John revela que ha perdido la visión casi por completo
Elton John ha dado una triste noticia en la gala benéfica del musical ‘El Diablo viste de Prada’ (para el que ha escrito la música) celebrada en la noche del pasado domingo para recaudar fondos para la Fundación Elton John contra el Sida, al revelar que está físicamente incapacitado para ver el espectáculo debido a sus problemas de visión. «Quiero dar las gracias a mi marido por haber sido mi roca en los malo momentos, cuando no he podido venir a muchos de los preestrenos… porque, como saben, he perdido la vista. Así que me resulta difícil verlo. Pero me encanta oírlo y vaya si ha sonado bien esta noche. ¡Gracias por venir!», dijo entre un velado murmullo de perplejidad en el público.
‘El diablo viste de Prada’ es el último gran proyecto de Elton John, que cuenta la historia de una joven periodista con aspiraciones, Andy, que se convierte en ayudante de una de las editoras de revistas de moda más infames de Nueva York, Miranda Priestly. Al margen de este musical, y estando ya está retirado de los escenarios tras su gira de despedida, John sigue trabajando componiendo y grabando, y de hecho está preparando un nuevo disco con su inseparable letrista y amigo Bernie Taupin. Pero hace una semana declaró en el programa ‘Good Morning America’ que sus problemas vista estaba retrasando todo el proceso. «Desgraciadamente perdí la vista en el ojo derecho en julio porque tuve una infección en el sur de Francia y hace ya cuatro meses que no puedo ver, y mi ojo izquierdo no es el mejor», dijo. «Así que hay esperanzas y ánimos de que salga bien, pero… Estoy un poco atascado en este momento, porque puedo hacer algo como esto [la entrevista], pero entrar en el estudio y grabar, no sé, porque para empezar no puedo ver una letra».
Tal como recuerda ‘The Guardian’, en septiembre se supo que esa grave infección ocular contraída durante su estancia veraniega en Francia le había dejado ciego del ojo derecho y con una «visión limitada» del izquierdo. «Me estoy curando, pero es un proceso extremadamente lento y pasará algún tiempo antes de que la vista vuelva al ojo impactado», escribió el artista en ese momento en un comunicado compartido en las redes sociales. «Estoy muy agradecido al excelente equipo de médicos y enfermeras y a mi familia, que han cuidado tan bien de mí durante las últimas semanas».
Tras sus últimos problemas de salud, el músico británico, a quien se diagnosticó diabetes de tipo 2 a principios de 2000, ha cambiado por completo su estilo de vida y admite que ahora incluso vigila lo que come, y reveló que hacía «mucho tiempo» que no comía un dulce: «Puedo comer una manzana o un poco de melón. Siempre que seas sensato, no te sube el azúcar. Pero lo que me apetece es chocolate y helado, no puedo comer helado». Hablando en el pódcast ‘Ruthie’s Table 4’ de Lady Ruth Rogers, añadió: «Si me metiera una comida de muerte, no contendría nada excepto dulces, porque ahora no puedo comerlos. Así que tomaría helado, donuts, tarta de manzana, crumble de ruibarbo».
El empeoramiento de la salud de la estrella del pop ha sido lo que en definitiva le ha apartado de los escenarios. «Las giras son agotadoras para mí ahora y me alejan de mi familia», confesó al anunciar su gira de despedida. «He tenido una carrera maravillosa, pero mi prioridad ahora es estar con mis hijos y mi esposo», declaró en una emotiva despedida al público sueco en su último concierto.
Su deterioro empezó a acelerarse en 2016, cuando tuvo que suspender una actuación multitudinaria en Hyde Park por una apendicitis de urgencia. Poco después, en diciembre de ese mismo año canceló un concierto en Dubai por indisposición, y ya en mayo de 2017 fue ingresado doce días, dos de ellos en cuidados intensivos , por «una infección por una bacteria inusual, muy dañina y potencialmente letal». Contrajo la enfermedad en una gira por Sudamérica y se sintió «violentamente indispuesto» en un vuelo de Santiago de Chile a Londres. En el estreno de su nuevo documental, ‘Elton John: Never Too Late’, el pasado octubre, el artista bromeó así sobre todos los achaques de la edad: «No tengo amígdalas, apéndice, ni siquiera mi cadera derecha. Pero aquí sigo, gracias a mi cadera izquierda».