El Unicaja vence al Barça en un épico duelo y presenta su candidatura al título

El Unicaja vence al Barça en un épico duelo y presenta su candidatura al título




El Unicaja, tras conquistar la Copa de Rey, la Champions y la Supercopa de España en poco más de dos años, está decidido a hacerse con el título de liga. Al menos eso desprende el conjunto de Ibon Navarro después de tumbar al Barcelona, triunfo que le permite seguir invicto tras las primera cinco jornadas y, por supuesto, líder en la clasificación. Los malagueños firmaron un baloncesto espectacular y consiguieron reducir el ímpetu de los catalanes que, pese a ir por detrás en el marcador durante todo el duelo, siempre creyeron en la vitoria. Los triples de Kalinoski, el juego interior de Osetkowski y Kravish, pero sobre todo los picotazos finales de Perry, permitieron a los locales llevarse un épico duelo que les permite aspirar a lo más alto.

Es valiente Peñarroya y ante el Unicaja hizo probaturas en su quinteto inicial. Apostó por el gigantón Fall para igualar la batalla por el rebote y le entregó los puestos exteriores a Brizuela y al canterano Sarr. Pero el Carpena está lleno de tumbas de valientes y el Unicaja deshizo la estrategia rival en velocidad de récord, a base de triples y poderosas internadas hacia el aro azulgrana. Fue muy contundente el inicio andaluz, liderado por Osetkowski, pese a que el orgullo de Satoransky y Parker daba energía al Barça en medio de la tormenta.

Aceptaban el desafío los visitantes y pusieron todo el músculo sobre el asador. La pareja interior formada por Vesely y Metu empezó a cortocircuitar el éxito malagueño y Núñez, del que se espera un paso adelante tras la lesión de Laprovittola, movía las piezas en ataque con maestría. Mandaba el Unicaja, aupado por el fervor de su grada y por la amplia calidad de su plantilla, pero el duelo iba a ser largo y lleno de alternativas. No en vano, el vencedor se haría con el liderato de la ACB.

El Unicaja quería que cada golpe fuese definitivo, provocarle una hemorragia infinita al Barça. Kalinoski anotó seis puntos consecutivos y Barreiro desafiaba con éxito a los pívots azulgranas. La ventaja local rozaba los dobles dígitos mientras el los azulgranas se refugiaba en el esfuerzo, en las segundas oportunidades y en las acciones de sus veteranos. También en el acierto de Anderson, que ya fuese en la línea de tres o bajo el aro, siempre encontraba el camino para atravesar el aro rival.

La pizarra de Ibon Navarro es fantástica y el Unicaja anotaba con mucha clase, tras pases que travesaban la defensa catalana como si estuviese hecha de mantequilla. Pero la tónica general era indisoluble. Los malagueños apretaban con todas sus fuerzas, pero el Barça conseguía escabullirse y no descolgarse en el marcador. Después de una canasta de Fall tras un rebote ofensivo, el electrónico marcaba un 49-48 para los malagueños. La batalla por la victoria se antojaba apasionante.

No repararon en gastos los locales tras el descanso. Volaba el Unicaja, impecable su selección de tiro, mientras que el Barça se limitaba a sobrevivir, a aguantar un chaparrón que parecía de época (el parcial inicial fue de 11-3). Taylor mordía con ganas, Peñarroya pedía tiempos muertos para detener la sangría. Parker se empeñaba en hacer la guerra por su cuenta, solo Vesely hacía canastas con facilidad y, tras un palmeo de Osetkowski, la ventaja malagueña ya era de 11 puntos.

La frustración azulgrana se hizo evidente después de que Abrines y Vesely le hicieran una dura falta a Taylor cuando estaba en el aire, a punto de hacer una canasta. Se acercaban al abismo los visitantes, pero era muy meritoria su capacidad para no dejarse llevar, fantásticos Metu y Brizuela a la hora de encestar bolas calientes. Consiguieron devolver la bofetada, hacer desaparecer la amplia desventaja y llegar al último cuarto con más vida que nunca.

La puntería andaluza ya no era tan efectiva, hándicap reducido por el fantástico trabajo de Osetkowski y Kravish bajo los tableros. Sus rebotes en ataque ajusticiaban al Barça, solo aliviado por su acierto desde la línea de tiros libres y por el indómito carácter de Anderson. Quedaban cinco minutos y el Unicaja no conseguía rematar al Barça, daba vidas extras a un equipo que buscaba con ansia el abordaje definitivo, más si cabe tras un tremendo mate de Satoransky a dos manos.

El Carpena estalló de manera definitiva tras cinco puntos consecutivos de Perry, dos acciones escandalosas, una bandeja y un triple, que pusieron al Unicaja siete puntos por encima. Una jugada de pizarra de saque de fondo acabó en una nueva canasta, esta vez obra de Sima, y el Barça, ahora sí, se arrodilló ante el líder de la liga ACB, el Unicaja, aquel que solo solo conoce la victoria tras las primera cinco jornadas.

Fuente: www.abc.es