El último verso, una ficción sobre el asesinato de Lorca, llega al Teatro Arlequín de Madrid
La fascinación por la vida y la muerte del poeta Federico García Lorca nunca se desvanece. Décadas después de su asesinato en 1936, siguen surgiendo nuevas teorías que intentan desentrañar las causas reales detrás de su trágico final.
Una de las más recientes, que se aleja de las explicaciones clásicas relacionadas con su sexualidad o sus inclinaciones políticas, se ha llevado hasta al teatro por la compañía canaria Timaginas Teatro en su nueva producción, «El último verso».
Esta obra, que ya cosechó éxito tras su estreno en Canarias, llega ahora a Madrid y podrá verse en el Teatro Arlequín Gran Vía desde el 11 de octubre hasta el 20 de diciembre de 2024.
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La nueva propuesta de Timaginas Teatro
Apenas unos meses después de recibir el Premio Godot del público por su otra producción «La Farsa del Siglo de Oro»; la compañía Timaginas Teatro ahora se embarca en un ambicioso proyecto que viaja al corazón del verano de 1936, a los momentos previos al asesinato de Lorca.
Dirigida por María Rguez, escrita por Raquel Trujillo y con la música original compuesta por Jesús Martín Fernández, «El último verso» ofrece una mezcla única de hechos históricos y ficción, trazando una nueva línea narrativa sobre los días finales del poeta.
La obra no solo explora el contexto de su asesinato, sino que también celebra la vida y el legado de Lorca, devolviéndole, como explica la propia compañía, «la muerte digna que no pudo tener».
Esta producción promete ser un nuevo capítulo en la historia de cómo recordamos y celebramos a uno de los más grandes poetas de España.
Una teoría diferente sobre el asesinato de Lorca
Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre la muerte de Lorca se han centrado en dos hipótesis predominantes: su condición de homosexual y sus ideas políticas progresistas en una España dividida.
Sin embargo, «El último verso» aporta una nueva perspectiva, explorando las tensiones familiares y los celos que rodearon la creación de «La casa de Bernarda Alba», la obra cumbre del poeta y dramaturgo.
En la trama de «El último verso», el personaje de Horacio Roldán, interpretado por Armando Jerez, se convierte en la clave para entender el conflicto.
Horacio, miembro de una de las familias más destacadas de la Vega de Granada, descubre que su familia está íntimamente ligada con la próxima obra de Lorca.
A medida que percibe que «La casa de Bernarda Alba» refleja aspectos íntimos y oscuros de su entorno familiar, Horacio se siente obligado a proteger el honor de los suyos. Este descubrimiento es lo que lo lleva a convertirse en una figura central en la teoría del asesinato del poeta.
Puesta en escena inmersiva y evocadora
La estética visual y la atmósfera de «El último verso» son dos de los elementos clave que consiguen transportar al espectador a los últimos días de Lorca.
Carmensa Rodríguez, directora de arte de Timaginas Teatro, es la responsable de que el vestuario y la escenografía de la obra, logre crear un ambiente que evoque tanto a la Granada de los años 30 como al universo poético de Lorca.
Además, la puesta en escena está reforzada por un destacado trabajo técnico en el sonido y la iluminación, a cargo de Jesús González Ortega y Rocío González.
Ambos han conseguido transformar laidea cinematográfica, concebida por la guionista Raquel Trujillo en el prestigioso American Film Institute de Los Ángeles, en una adaptación teatral única y conmovedora.
La producción musical de Pilar Onares juega también un papel crucial en la narración, aportando emoción y dramatismo a los momentos clave de la obra.
Un homenaje que resuena en el público y la crítica
Desde su estreno en Canarias, «El último verso» ha sido recibida con aplausos tanto por parte del público como de la crítica especializada.
La revista EnPlatea destacó el poder emocional de la obra, describiéndola como «una historia cargada de emoción y magnetismo, que no hace más que engrandecer la existencia del malogrado poeta y así agrandar su leyenda».
Por su parte, la revista literaria Aguaviva subrayó la fuerza visual y simbólica de la puesta en escena, calificándola como «una representación con una increíble fuerza estética y simbólica, lograda gracias a los elementos que la conforman».
Estos elogios hablan de una producción artesanalmente cuidada, en la que cada detalle ha sido pensado para provocar una experiencia teatral intensa y conmovedora.