El reclinatorio artesanal de la boda de Tamara Falcó que ella misma diseñó

El reclinatorio artesanal de la boda de Tamara Falcó que ella misma diseñó



Tras muchas idas y venidas, el esperado ‘sí quiero’ entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva se hizo realidad el pasado 8 de julio. El enlace, que se celebró en la finca familiar El Rincón, heredada por la marquesa de Griñón en el municipio madrileño de Aldea del Fresno, ha sido uno de los acontecimientos del año y todos los ojos estaban puestos en cada uno de los detalles.

Como no podía ser de otra manera, el lujo y la exclusividad fueron protagonistas absolutos. El Hotel Mandarin Oriental Ritz, uno de los más espléndidos de nuestro país, fue el escenario de la preboda y del almuerzo el día posterior al enlace. En cuanto a los estilismos, la hija de Isabel Preysler llevó dos vestidos de novia, diseñados por el director creativo de Carolina Herrera, Wes Gordon.

El primero, un diseño clásico e inspirado en la realeza, muy propio para la ceremonia religiosa y el segundo, mucho más juvenil y moderno. La joven acompañó sus trajes nupciales con dos abanicos creados exclusivamente para ella de la firma francesa Olivier Bernoux. Pero no ha sido hasta hace pocos días, cuando la propia Tamara ha empezado a compartir todos los detalles en su cuenta de Instagram, donde tiene un millón y medio de seguidores.

Ahí ha sido donde ha anunciado todo sobre el reclinatorio que se usó en la ceremonia y se trata de una pieza artesanal, diseñada por ella misma y llevada a cabo por la firma andaluza Granada Maison. La famosa afirma en su perfil que «el momento más importante del evento, para ella, era la ceremonia» y que «sabía lo difícil que era encontrar un reclinatorio estético», por eso, no dudó en confiar en la casa granadina para crearlo.

Granada Maison es una marca de mobiliario y decoración que opera de forma online. Tiene numerosos productos a la venta y aunque no suelen fabricar a medida, en proyectos tan importantes como este, no dudan en hacerlo. Cristina Ballesteros, decoradora y diseñadora de la firma, tuvo contacto directo con la marquesa y afirma que «todo fue muy fluido con ella a la hora de crear las piezas».

La granadina afirma que Tamara mandó un boceto en base a los modelos que tienen en su página web y «se dejó aconsejar en todo momento» para darle forma al resultado final. Además, la casa andaluza quiso tener un detalle con los novios y le regalaron el nombre de ambos grabado en el reclinatorio.


El reclinatorio de la boda de Tamara e Iñigo lleva su nombre grabado.


instagram: @tamara_falco

Por su parte, la marquesa de Griñón ha contado en sus redes que está de lo más contenta con el trabajo de Granada Maison y que agradece el cariño que han puesto en este trabajo tan importante para ella.

Fuente: www.abc.es