El punto de la fe (2-2)
Magna Fidelis Baeticae. Así rezaba el tifo que se desplegó en Gol Sur con la imagen de la Inmaculada. Un mensaje oportuno en estos días. Un mensaje clavado para el partido que se vio. El Betis se llenó de fe de principio a fin para llevarse un punto más que merecido ante el líder Barcelona. Assane abrochó esta buena sensación con su tanto en el tramo final pero es que los verdiblancos habían coleccionado oportunidades para estar por delante, algo que no consiguieron ante un Barcelona que picó dos veces con Lewandowski y Ferrán Torres y sesteó casi todo el encuentro a merced de un Betis más parecido al del día del Atlético. Lo Celso había marcado el 1-1 de penalti y volvió Isco siete meses después. Pero la gran noticia es que con este compromiso y fe el Betis manda muy lejos la crisis y recupera su mejor versión. Fe y esperanza para un equipo al que le faltan puntos para verse donde tiene que estar pero que se llevó la alegría, y su gente, de mostrarse mejor que el Barcelona.Fue un día en el que el Villamarín puso mucho de su parte. Que creyó como su equipo y que se contagió del ánimo del Chimy, de la calidad de Lo Celso, del buen hacer de Mateo, de la capacidad de Abde de generar y fallar, y de la seriedad de dos gigantes como centrales que son Llorente y Bartra. Fue un Betis solidario que sabía lo que tenía por delante hasta llevárselo a su terreno. Acabó el partido con todo el estadio feliz por el punto y por reencontrarse con un equipo tan reconocible como del que sentirse orgulloso.Código Desktop
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La puesta en escena del Betis es inmejorable pero se encuentra con que Raphinha saca un balón en la línea tras un remate de cabeza de Llorente y que Abde tiene las persianas bajadas ante el gol. Es increíble pero tiene el mérito de ser de los pocos futbolistas capaces de generar tantas ocasiones claras y el debe de fallarlas una y otra vez. Y eso acabó desesperando a la grada y al propio extremo, que no dio una a derechas a partir de ese mano a mano con Iñaki Peña en el minuto 2 tras pase soberbio de Lo Celso. Lógico era que se la jugara, aunque tuviera a Vitor Roque y Chimy a su lado pero no así que errara, una vez más. Fran Vieites actuaba de portero ante las molestias de Rui Silva en el hombro durante el calentamiento. Las primeras intervenciones del gallego fueron muy firmes y sí recibió el aplauso de la afición.Pellegrini había dibujado un 4-2-4 defensivo que esperaba al Barcelona para no desgastarse y mantener al grupo compacto. Una formación que sabía adelantar la defensa y cerrar el interlineado para evitar espacios invitando a su rival sólo a tener paciencia. En este orden ponía su propio acento Chimy, que iba a muerte a por cada balón. A veces de forma necesaria y otras, tribunera. Pero ahí estaba. Y contagiaba. El partido estaba para que Abde o Perraud aprovecharan el uno a uno ante Koundé porque Lamine ayudaba poco atrás. Pero el marroquí se iba apagando en su desesperación y con concierto de murmullos y pitos que le sacaban del partido, como asqueado, y el francés demostró estar limitado para este nivel.La lupa al árbitro en partidos ante rivales de este fuste se tornó en amarga queja por la amarilla a Mateo por una carga sobre Lamine. No le gustó eso a la grada, que ganó temperatura gracias a esta acción. Pero no iba a servir para mucho más. Las mejores ocasiones seguían siendo del Betis hasta que en el minuto 39 una combinación interminable de los azulgrana, con 27 pases y ruptura por dentro en la que Pedri genera superioridad para la llegada de Koundé y el gol de Lewandowski rematando a placer tras una salida discutible de Fran Vieites lo enfría todo. El 0-1 es injusto pero es un guion conocido en tardes así. Mucho esfuerzo para diluirse con un golpe de calidad. El Betis se va arriba a presionar pero no está bien y, aturdido, necesita el descanso para recomponerse.Y vaya si lo hace. Puesto que colecciona ocasiones y no es que merezca empatar, sino ponerse por delante. Esa voluntad concretada en oportunidad, una tras otra, no se concreta en gol pero la gente agradece ese esfuerzo descomunal para poner contra las cuerdas al líder. Saltan Isco y Jesús Rodríguez a calentar, entre otros, y hay aplausos por la esperanza. Pero los que están en el césped son los que la devuelven. Altimira casi marca de cabeza tras una falta de Lo Celso, Abde tiene un remate calcado tras centro de Perraud y Chimy aprovecha una arrancada del marroquí para controlar y tirar a pie parado con la izquierda y encontrarse con un paradón de Iñaki Peña cuando se cantaba el 1-1. Muñiz Ruiz era objeto de bronca mayúscula cuando corta una arrancada de Perraud por tropezarse con Casadó. Hay otra internada de Vitor Roque y su pase atrás no encuentra compañero.La insistencia generaba merecimiento y el premio estaba al caer. Una buena arrancada de Vitor Roque desde el perfil izquierdo le servía para ganarle el espacio al recién ingresado De Jong, que cuerpeó con él pero soltó el brazo hacia su espalda. Muñiz Ruiz dijo que no había pasado nada y las protestas verdiblancas fueron enormes, ruidosas y justas. Y el VAR sí impartió justicia. Avisó al colegiado de su error y pitó penalti. Flick fue expulsado por quejarse. Lo Celso se fue del tirón al punto para protegerlo. Sabía que iba a tirarlo y dónde. Iñaki Peña adivinó el lado pero marcó el argentino y el Villamarín se convirtió en un volcán celebrándolo. Al fin llegaba el tanto del Betis.A partir de ahí pasa de todo. Perrayd y Mateo se lesionan. Sabaly se va a la izquierda y entra Aitor en la derecha. El Barcelona también sigue con las sustituciones. E Isco salta al campo con una ovación tremenda con Bartra dándole el brazalete como gesto de reconocimiento. Lo Celso se va al mediocentro. No es el mejor momento para los verdiblancos porque el duelo se maneja más en su campo y tras una jugada de Lamine marca Ferran Torres. Muñiz lo anula por fuera de juego pero el VAR traza las líneas y Aitor lo habilita. El 1-2 es un jarro de agua fría. Como ya sucedió la pasada temporada en el mismo escenario ante el mismo rival.Entra Jesús por Abde. Todas las esperanzas están sobre el césped. Chimy está de nueve y Assane, por la derecha. En la primera, el alcalareño le quita el balón a Lamine y recibe falta. Balde muestra lo que está sufriendo el Barcelona gastando segundos perdiendo tiempo en su sustitución. Muñiz Ruiz, claro, no hace nada. Íñigo Martínez se tira al suelo. Más tiempo. Chimy dispara rápido tras cabezazo de Assane y detiene Peña, de los mejores de su equipo. Y eso quiere decir mucho. Héctor Fort recibe tarjeta por perder tiempo. Se añaden ocho minutos pero el Barça no quiere que se juegue. El Betis espera un arrebato para empatar y lo logra. El centro de Aitor desde la derecha por bajo lo impulsa oportunamente Assane cruzando su remate para el 2-2. Lo merecía el Betis. Lo merecía. Una jugada que empezó Jesús, centró Aitor y remató Assane. Canteranos al poder.Y el Villamarín estalla yendo a por todas en este tramo. Apretando como un jugador más. El Barcelona aprieta también viendo que se le iba el triunfo. Al Betis el empate le puede valer pero quiere y quiere. En el largo descuento el estadio ruge como en las grandes ocasiones pero no va a suceder nada más. La conclusión es que el punto es buenísimo. Que el líder no fue mejor, sino peor, que el Betis. Y que muchos jugadores vuelven al barco. No duden de Pellegrini, no desconfíen de esta plantilla. Ha pasado el bache y se resuelve con este punto y la clasificación copera. Ahora, con Isco y las muchas noticias positivas que deja este partido, resta seguir creciendo. Europa y LaLiga esperan en estas semanas a un Betis al que sólo le faltó ganar pero fue el mejor con diferencia.