El Programa de Voluntariado Tecnológico llama a más adeptos tras organizar 1.600 actividades en doce años
Con motivo del Día Internacional de los Voluntarios, que se celebra cada 5 de diciembre, un proyecto autonómico ha aprovechado para hacer balance y pedir que más personas se animen a dar un paso al frente para unirse a ellos. Se trata del Programa de Voluntariado Tecnológico, por el que -en doce años- han pasado hasta 250 voluntarios (que son 24 en la actualidad) dedicados a enseñar a otros a manejar ordenadores y programas de uso generalizado y así «reducir la brecha digital». Con la organización de más de 1.600 actividades en este tiempo, han logrado ayudar a en torno a 16.000 usuarios, ha cifrado el viceconsejero de Transformación Digital, Luis Enrique Ortega, desde el Espacio CyL Digital de Valladolid.
Así, en los centros de Castilla y León se enseñan a utilizar de forma más autónoma herramientas y aplicaciones «del día a día», como las de banca o las gestiones médicas en Sacyl Conecta, con varios cursos gratuitos abiertos de los que se benefician personas mayores, inmigrantes y «todos los que no hayan podido aprender y quieran», ha indicado Ortega.
De esta forma, hace diez años que el veterano José Villardón, que cumplirá noventa inviernos el mes que viene, enseña a organizar carpetas y archivos y a moverse en las bandejas del correo electrónico. «Cada vez que doy el curso de correo electrónico adelgazo cinco kilos por la de vueltas que damos con la seguridad», bromea, ya que asegura que el entramado de contraseñas y fotografías se hace un mundo para muchos. Él, que empezó con la Olivetti en la empresa en la que trabajó, ha ido aprendiendo a medida que lo digital evolucionaba y ahora enseña a otros el camino.
También Amalia Sordo (75 años), que conoció los ordenadores de tarjetas perforadas, muestra a terceros todo lo que ha aprendido. Vino como alumna a un curso de móvil, con una amiga, y de ese pasó a uno de memoria que acabó impartiendo al poco de entrar. En el centro de Valladolid interiorizó cómo manejar ratón y teclado o cómo utilizar Whatsapp, y ahora asegura que le enriquece lo que le cuentan sus alumnos. «Viene gente de muchos sitios y de fuera de España, y aprendes cosas de otros temas, como campos o naturaleza», afirma.
La experiencia es «interesante» también para los voluntarios más jóvenes, como Daniel Sanabria, de 21 años. Este estudiante de Ingeniería Informática se ‘enroló’ a raíz de un correo en el que les motivaban a ello e imparte un curso de edición de vídeo en un programa de código abierto que le está dando una perspectiva nueva. «He ido aprendiendo cómo enseñar cosas que a mí me parecían básicas», incide, para añadir que se ha dado cuenta de la importancia de formar de manera muy práctica y que «ellos puedan probar».
El encuentro ha terminado con una segunda parte virtual en la que el viceconsejero se ha reunido con los voluntarios de las nueve provincias, a los que
les ha agradecido su compromiso, que permite a otros «conectar» con los demás.