el presidente Said gana con el 89,2% de los votos, según sondeos
Los sondeos de la empresa privada Sigma Conseil dan una abrumadora victoria con el 89,2% de los votos al presidente tunecino, Kais Said, en las elecciones celebradas este domingo, informan los medios oficiales.
El exdiputado encarcelado, Ayachi Zammel, se quedaría en el 6,9% y en tercer lugar el líder panarabista del Movimiento del Pueblo, Zuhair Magzhaui, con el 3,9%, cuyo equipo cuestionó en declaraciones a EFE los resultados que «sirven para falsificar el proceso«.
Las elecciones presidenciales en Túnez han registrado una baja participación, en unos comicios en los que el actual presidente era claro favorito frente a otros dos desconocidos candidatos, uno de ellos en prisión desde hace un mes,
Según ha anunciado la instancia electoral (ISIE), la participación al cierre de los colegios cayó hasta el 27,7%, por debajo del 48,98% registrado en la primera vuelta de los comicios de 2019.
Los simpatizantes del mandatario que le votaron en los comicios de hace cinco años renovaban con seguridad su confianza, según expresaron la mayoría de los ciudadanos consultados por EFE, sin apenas conocimiento del líder panarabista del Movimiento del Pueblo, Zuhair Magzhaui, o el diputado y aspirante encarcelado, Ayachi Zamel, adversarios del presidente.
Los resultados oficiales se anunciarán este lunes y, si ninguno de los candidatos alcanza mayoría absoluta, habrá una segunda vuelta.
Cuna de la Primavera Árabe
Túnez, cuna de la Primavera Árabe, ha celebrado las terceras presidenciales desde que iniciara el camino a la democracia, cuestionada hoy por la oposición, que denuncia la falta de transparencia y legitimidad tras la reforma exprés de la ley electoral a nueve días del voto y las detenciones y sentencias de potenciales aspirantes.
De los más de 9,7 millones de electores, 642 mil en el extranjero, los votantes que hoy se acercaron a las urnas por Said hablaban abiertamente y con «alegría» de un segundo mandato del presidente, mientras que aquellos que habían optado por uno de sus adversarios, la minoría, rehusaban desvelar su decisión.
La instancia electoral ISIE acreditó a 115 observadores internacionales, entre ellos la Liga Árabe, la Unión Africana y una delegación rusa, y otros 1.592 locales pero rechazó la autorización a las históricas Mourakiboun y IWatch por «recibir financiación extranjera».
Tampoco han participado las Misiones de Observación Electoral (MOE) y la Fundación Carter, que habían observado todos los sufragios desde 2011, al no haber sido invitados por las autoridades.
Además, 1.211 periodistas están acreditados, 210 extranjeros; sin embargo, Televisión Española (TVE) y el diario español El País tampoco obtuvieron autorización, así como otros medios internacionales.
Said amplió su poder tras la crisis de 2021
En estos años, el mandato de Said ha estado marcado por la fuerte crisis política de 2021. El 25 de julio de ese año, en medio de las fuertes protestas ciudadanas en contra de la gestión del Gobierno, Said aplicó el artículo 80 de la Constitución tunecina, que permite tomar las medidas «necesarias» en caso de peligro «inminente» contra la nación, y decidió cesar al primer ministro y suspender el Parlamento.
Así se arrogó plenos poderes con el objetivo de «rectificar», según dijo, el curso revolucionario iniciado con la Primavera Árabe, algo que fue visto como «un golpe de Estado» por parte de la oposición. Tras ello, Said llevó a referendo un nuevo texto constitucional, aprobado con el 70% de abstención, y que ha consolidado un sistema ultrapresidencialista.
Con frecuencia, también se le acusa de ejercer control sobre la Justicia y, a través de una reforma exprés de la ley electoral, el nuevo Parlamento retiró las competencias al Tribunal Administrativo, la última estancia considerada independiente, que había admitido incluir la candidatura de destacados opositores, excluidos por la instancia electoral (ISIE).
Decenas de disidentes detenidos y clima de miedo
Decenas de disidentes de todo el espectro político están detenidos y el clima de miedo se ha extendido entre los opositores que hoy se dividen entre el boicot o apoyar a Zammel, el candidato encarcelado. El exdiputado, de 47 años, fue detenido horas antes de que se formalizara su candidatura y durante la campaña electoral ha sido condenado en tres sentencias a un total de 14 años de cárcel por falsificar firmas.
El tercer candidato, Zouhair Maghzaoui, fue aliado de Said, pero después pasó a ser crítico con él. El político tunecino ha mantenido un perfil bajo por miedo a ser excluido de la carrera presidencial, después de que fuera sancionado debido a sus entrevistas a medios internacionales.
Human Rights Watch (HRW) alertó el pasado jueves de que las autoridades tunecinas han puesto «sistemáticamente un obstáculo tras otro para que las elecciones no sean justas y para que los candidatos de la oposición no puedan hacer campaña libremente», denunció el subdirector para Oriente Medio y el Norte de África de HRW, Bassam Khawaja.