El Pacma censura la concesión del Princesa de Asturias de las Artes a Joan Manuel Serrat por su apoyo a la tauromaquia

Mientras Joan Manuel Serrat reivindicaba en Oviedo el valor de la tolerancia en la sociedad, el Partido Animalista (Pacma) censuraba en las redes sociales la concesión del premio Princesa de Asturias de las Artes al cantautor catalán. El motivo: su apoyo a la tauromaquia.

Según los animalistas, que no llenarían con su votos ni diez plazas de toros (ni 170.000 en 2023 frente al casi un millón que acudió a Las Ventas), el galardón «debería tener en cuenta no solo la contribución artística, sino también los valores éticos y la coherencia en la trayectoria pública de las figuras premiadas».

«¿Premiaríamos a alguien que apoyara la violencia de género, la trata de personas o la explotación infantil? Entonces, ¿por qué se celebra a quienes respaldan la tauromaquia y el maltrato animal?», cuestionan los animalistas con una mezcla indecente de asuntos. Los mismos queeste año voltean la mirada al abuelo tirado en la calle y luego compran cunas de oro a un perro.

Y añade el Pacma en su perfil de X: «Por muy buen músico que sea, Joan Manuel Serrat ha defendido públicamente una práctica cruel que no tiene cabida en nuestra sociedad actual».

Serrat participó recientemente en ‘Un último vals’ de Joaquín Sabina, el cantante que no fue torero por cobardía. Con Fernando León de Aranoa de director de lidia en el videoclip, aparece también José Tomás, que cuenta con la admiración del ‘Flaco de Úbeda’ y de Serrat.

No podrán los tres gatos antitaurinos arruinar la felicidad de Serrat estos días en Asturias. Así se lo expresaba en rueda de prensa, según recogía Bruno Pardo en ABC: «En estos días están convirtiendo lo que ha sido un puente de culturas en un sarcófago inmenso donde se van depositando los sueños de miles y miles de personas que tratan de encontrar un sitio donde meter la vida. Pero no por eso voy a dejar de amarlo y de sentirlo como el lugar donde mi niñez se hizo, donde crecieron mis sueños y mis amores (…) Es un territorio con el que me siento absolutamente identificado».