El Museo de Bellas Artes de Córdoba ya está en las peticiones de la Junta para el Gobierno
Inversión para el Museo de Bellas Artes de Córdoba como la que ya reciben otros centros culturales del Estado. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía no olvida el proyecto para este espacio, lastrado desde hace décadas por la falta de espacio en la sede actual de la plaza del Potro, y está entre los proyectos que reclama al Ministerio de Cultura.
Al igual que sucede con el Arqueológico, que sí está en marcha, la competencia para la construcción del nuevo espacio es del Gobierno central, aunque luego es la Administración autonómica la que tiene que ocuparse de su gestión. El asunto, todavía por concretar, está sobre la mesa de las dos Administraciones.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, presidió esta semana, la Conferencia Sectorial a la que acudieron los consejeros de Cultura de las comunidades autónomas. Entre ellos estaba la de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, y en ella se puso sobre la mesa la reivindicación de más inversiones en la comunidad autónoma y en concreto en el proyecto del Museo de Bellas Artes de Córdoba.
«Andalucía no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos», dijo Patricia del Pozo, que se quejó que de las 200 operaciones para la adquisición de bienes culturales que se han hecho en los últimos meses, ninguna ha beneficiado a museos gestionados por la Junta de Andalucía.
Los dos museos que son de titularidad estatal en Córdoba están en momentos muy diferentes, aunque ambos padecen largas esperas. El Museo de Bellas Artes es el que necesita más atención. El edificio de la plaza del Potro tiene un tamaño muy reducido que permite mostrar una parte de la colección, pero su posibilidad de crecimiento es muy pequeña. No tiene más que una pequeña galería para las exposiciones temporales, y aunque su contenido es digno, su evolución está muy lastrada.
Para crecer necesita un espacio nuevo, y los proyectos datan de hace casi dos décadas, cuando el Ministerio de Cultura de los Gobiernos de Zapatero, con Carmen Calvo como ministra, llegó a incluirlo en los Presupuestos Generales del Estado. La idea era destinar una parcela en el Campo de la Verdad, junto a la torre de la Calahorra.
El Ayuntamiento disponía de la mitad del espacio, pero la otra estaba en manos particulares, y hacía falta un proceso de expropiación que nunca se hizo, para un edificio que debía estar mirando al Guadalquivir, justo a la otra orilla de la Mezquita-Catedral y del corazón monumental de la ciudad.
Era el momento en que Córdoba aspiraba a ser Capital Europa de la Cultura en 2016 y aquel equipamiento era clave, porque iba a conjugar los fondos de arte antiguo que tiene el Museo de Bellas Artes en la actualidad junto con sus fondos antiguos se esperaba también tener espacio para la creación contemporánea, para aumentar la versatilidad del centro.
Las últimas apariciones del Bellas Artes en los Presupuestos Generales del Estado, son de hace casi dos décadas
Las cantidades consignadas no se ejecutaron y después de aquellos años el Museo de Bellas Artes terminó desapareciendo de los proyectos inmediatos del Ministerio de Cultura. Siguió con su trabajo, pero sus actividades temporales tenían que estar necesariamente limitadas.
La idea de la Consejería de Cultura es seguir reclamando la construcción de una nueva sede que dé respuesta a un museo que podría tener más actividad y visitantes en otro lugar, pero sigue sin haber solar para construirlo y de forma consecuente tampoco se establecen inversiones.
No habrá novedades inmediatas, pero el Museo Arqueológico tiene en el horizonte la restauración del Palacio de los Páez de Castillejo, la sede antigua, y aunque está encaminada, todavía no hay fechas.
El momento exacto lo confirmó el Gobierno de España en una respuesta escrita a la pregunta que formularon en el Senado los populares Cristina Casanueva, Lorena Guerra y Fernando Priego. Ahí recordó el Ejecutivo que el proyecto básico se entregó al arquitecto ganador del concurso del contrato de redacción de proyectos.
Se trata de Fernando Pardo Calvo, un profesional que desarrolla su labor en un estudio de prestigio, autor de varios edificios públicos importantes en toda España en el ámbito cultural. En este mismo equipo recayó la dirección facultativa completa y la coordinación de seguridad y salud cuando llegue el momento de la ejecución.
Una empresa de control de calidad supervisa el proyecto de ejecución del Arqueológico antes de tramitar las obras
La noticia era conocida, pero la novedad está en que, tras el proyecto básico, la firma presentó además el proyecto de ejecución. Ese es el documento detallado, donde figuran todos los pormenores técnicos de la forma en que se tiene que llevar a cabo la obra, y que también afina el coste.
Este proyecto pasará a manos de O.A., la empresa que se dedica al control de calidad y que también contrató la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura, que tendrá que revisarlo antes de la aprobación definitiva.
Dificultad en las obras
El horizonte es todavía largo, porque el coste inicial de la obra se había presupuestado en unos 6,3 millones de euros, que será necesario licitar y adjudicar. Y el plazo no es pequeño: durarán unos tres años, porque la ubicación del Museo Arqueológico de Córdoba es complicada.
La difícil accesibilidad de la plaza de Jerónimo Páez, rodeada de calles estrechas que no permiten el paso de cierta maquinaria pesada, hace que los trabajos tengan que ser más lentos. Así sucedió con el edificio de la ampliación, que se inauguró en 2011 después de varios retrasos que tenían su causa precisamente en que la maquinaria con la que se trabajaba no permitía ir más rápido.
El proyecto es muy antiguo: desde los últimos años del siglo XX se habla de la ampliación, aunque sólo en 2011 se dispuso del nuevo edificio, al que se trasladaron los fondos por el mal estado del edificio de los Páez de Castillejo. Desde entonces la única obra de restauración que se ha completado ha sido la restauración de la fachada renacentista, que ahora luce consolidada tras años de problemas.