El joven que agredió a Rajoy, condenado a 5 años de cárcel por intentar asesinar a un periodista de La Voz de Galicia
Los magistrados le imponen internamiento en un centro psiquiátrico de al menos dos años
PONTEVEDRA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) –
La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a cinco años de prisión al joven que agredió al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en 2015 en Pontevedra, en esta ocasión por intentar matar a un periodista de la redacción de La Voz de Galicia en la misma ciudad.
Según consta en la sentencia emitida este lunes, contra la que todavía cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), los magistrados lo han considerado autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, de uno de daños y de otro de resistencia a agentes de la autoridad.
Con todo, para fijar la pena han valorado una atenuante de reparación del daño y una eximente de alteración psíquica. De hecho, se le impondrá el internamiento en un centro psiquiátrico en régimen cerrado por un tiempo de dos a cinco años.
Además de la pena de cárcel, la Sala le ha condenado al pago de 1.620 euros de multa al periodista y la prohibición de acercarse a ‘La Voz de Galicia’, a todos sus centros de trabajo, sedes y delegaciones durante cinco años.
RELATO DE HECHOS
Los hechos ocurrieron en la redacción del citado periódico en Pontevedra, en la calle Rosalía de Castro, el 14 de julio de 2023. Tal y como consta en el relato de hechos probados, el joven, que en ese momento tenía 25 años de edad, accedió a la delegación y empezó a reprochar a una trabajadora que «quisieran acabar con su vida publicando mentiras».
Acto seguido, empleó un rodillo de cocina de madera que llevaba oculto en la espalda para golpear distintos objetos de la oficina como monitores, teclados y un televisor, entre otros. La empleada huyó del lugar.
Al escuchar el estruendo, un periodista que se encontraba trabajando se acercó a la entrada. Allí se encontró con el procesado, quien, tras decirle «¡Te mato, te mato!», con intención de acabar con su vida, levantó el rodillo de madera que llevaba y lo dirigió a la cabeza de la víctima, que logró cubrirse con su brazo izquierdo.
Posteriormente, según la sentencia, «con sostenido ánimo de causarle la muerte, de forma repentina y sin dar opción a encarar el ataque», sacó de entre sus ropas un cuchillo de cocina y, diciéndole nuevamente que lo iba a matar, lo acometió «en repetidas ocasiones con el cuchillo de arriba hacia abajo, dirigiéndolo contra su cuerpo».
El afectado, que sufrió heridas en el tórax, en el brazo y en las manos con las que se cubría, consiguió huir en un momento en el que, pese a estar casi arrinconado por el joven, este dio un paso atrás y tuvo la oportunidad de correr hacia la calle.
FORCEJEO CON LA POLICÍA
Cuando llegaron los agentes de la Policía, el procesado «inició un forcejeo contumaz» con ellos y les lanzó patadas y golpes cuando iban a sujetarlo por los brazos. Finalmente, lograron reducirlo empleando «la fuerza mínima indispensable», aunque uno de los agentes se cayó al suelo y sufrió lesiones.
Los magistrados consideraron que el joven había actuado con ánimo de matar, pese a que causó «lesiones superficiales», dados «los instrumentos utilizados, la reiteración, la conducta del acusado expuesta durante el transcurso de la acción y las zonas del cuerpo a las que iban dirigidos los golpes y las finalmente afectadas».
Eso sí, la Sala de la Audiencia de Pontevedra ha rebajado su pena porque está diagnosticado de diferentes patologías que motivaron que sus facultades volitivas «estuviesen afectadas de manera importante».
AGRESIÓN A RAJOY
El condenado es el joven que en diciembre del año 2015 agredió al entonces presidente del Gobierno, el popular Mariano Rajoy, al que se acercó para pedirle una foto en plena campaña electoral en una calle en Pontevedra.
Por estos hechos ya había sido condenado por el juzgado de menores de Pontevedra a dos años de internamiento en régimen cerrado como autor de un delito de atentado.
Además, en 2019 fue arrestado por golpear a un dirigente de Vox y, en 2020, la Policía Nacional lo detuvo por haber agredido a un cliente en un bar de Ourense.