El hotel por el que pasaron Agatha Christie, Ava Gardner y Winston Churchill

El hotel por el que pasaron Agatha Christie, Ava Gardner y Winston Churchill



España cuenta con cientos de hoteles repartidos por todo su territorio, pero no todos pueden presumir de haber alojado bajos sus muros centenarios a huéspedes tan variopintos y destacados como Ava Gardner, Frank Sinatra, Sofía Loren y Shirley MacLaine, políticos de la talla de Winston Churchill, de quien se cuenta dejaba tras su paso el característico aroma de sus puros en los pasillos del hotel, miembros de la realeza y hasta escritoras de culto como Agatha Christie, quien acudía cada tarde a tomar el té, charlas y escribir en sus salones. Construido en 1890, el Santa Catalina, cuyo nombre ha sido tomado de la ermita que estuvo ubicada en las tierras que hoy ocupa el hotel, no solo es el alojamiento con más solera de las islas Canarias y uno de los cinco más antiguos de España, sino que también ha sido y es uno de los más apreciados por los amantes del lujo y del buen gusto.

Un poco de historia

En Las Palmas de Gran Canaria, ubicado en el barrio de Ciudad Jardín, en el interior del parque Doramas, entre palmeras, ficus, dragos y otros ejemplares de la flora autóctona, se levanta este complejo considerado un edificio singular que ha sido durante siglos refugio de artista y que hoy día todavía puede presumir de acoger los principales eventos culturales de la isla, como el Santa Catalina Classics, uno de los festivales de música clásica más prestigiosos de Europa.

Su dilatada historia comienza de la mano de la primera empresa turística constituida en Canarias, ‘The Canary Islands Company Ltd.’, y de las tres familias británicas que la forman: los Miller, los Jones (dueños de la consignataria Elder & Co.) y los Blandy, quienes encargaron al arquitecto escocés McLaren el diseño de un hotel único de estilo colonial inglés, un proyecto que hizo realidad el inglés Norman Wright en 1890.


Imagen del parque Doramas y acceso al hotel


manolo yllera -santa catalina rh

Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, el hotel cerró sus puertas ante la falta de huéspedes, sufrió varios incendios, funcionó como hospital y almacén de productos agrícolas y permaneció cerrado casi una década hasta que fue comprado por el ayuntamiento, pero, por desgracia, con la llegada de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial los planes de recuperar esta joya histórica se desvanecieron.

No sería hasta finales de la década de los 40 cuando se llevó a cabo la primera gran reforma gracias al Mando Unificado de Canarias, grupo de líderes políticos y militares que regían el archipiélago y que trabajaban por impulsar la industria turística de las islas. La obra estuvo capitaneada por el arquitecto local Miguel Martín-Fernández de la Torre, quien rehizo el edificio con una mezcla de estilo colonial con maderas y piedras de cantería canaria y toques de otras culturas como la hindú –apreciable en sus torreones–, y su hermano, el artista Néstor de la Torre, quien dejó plasmado su talento en muchos de los espacios del hotel, como los grandes candelabros diseñados por él y encargados en Murano –únicos en el mundo–, gran parte del mobiliario que aún decora las instalaciones o los apliques de latón repujado de las columnas del lobby. Tras fallecer sería su discípulo Jesús Arencibia quien terminase los grandes murales y obras pictóricas que decoran las diferentes estancias, entre ellos ‘la Procesión de ciegos en torno a Santa Lucia’, ubicada en el Bar Carabela, o ‘El amanecer de las brujas’, figuras muy populares en los cuentos de la isla.

Imagen principal - Salones del hotel, uno de ellos con las lámparas de Murano, y una habitación del Santa Catalina
Imagen secundaria 1 - Salones del hotel, uno de ellos con las lámparas de Murano, y una habitación del Santa Catalina
Imagen secundaria 2 - Salones del hotel, uno de ellos con las lámparas de Murano, y una habitación del Santa Catalina
Salones del hotel, uno de ellos con las lámparas de Murano, y una habitación del Santa Catalina
Manolo Yllera – Santa Catalina RH y Rocío Jiménez

El edificio, que forma parte del Patrimonio Arquitectónico y Cultural de la capital canaria siendo uno de los ejemplos más significativos del movimiento arquitectónico regionalista del siglo XX, fue totalmente rehabilitado en 2019 por el grupo Barceló, momento en el que adoptaría el apellido de A Royal Hideaway. Aquellos que se alojen aquí y deseen conocer un poco más sobre la historia del lugar pueden apuntarse al royal tour que realiza el Keeper of History del hotel, Manuel Martínez-Fresno, quien con gran pasión saca a relucir sus mayores secretos.

Instalaciones para todos los gustos

El alojamiento ofrece en total 204 habitaciones de distintas categorías que van desde la Deluxe (desde 384 euros la noche), pasando por la Junior Suite Premium con balcón/terraza y bañera, hasta la Royal Suite que en sus 50 metros cuadrados ofrece una habitación, un salón independiente, dos cuartos de baño, uno de ellos con bañera de diseño, y terraza con vistas al jardín.

No hay mejor complemento a su interesante y destacada historia que un apartado gastronómico de primer nivel en el que los amantes del buen comer puedan deleitar al paladar con sus laureados restaurantes. Por un lado, está Poemas by Hermanos Padrón, una propuesta de autor con una estrella Michelin que ensalza el producto canario y ofrece un viaje por la isla a través de sus sabores –con una clara predilección por el mar– con un menú degustación que incluye exquisitos bocados como tartaleta de carne madurada, pichón, cacao y chirivía o turrón de morcilla canaria y praliné de almendras. Además, dispone de una bodega que atesora una selección de casi 300 referencias tanto canarias como nacionales e internacionales. Y, por otro lado, está MuXgo, el primer restaurante en Canarias en recibir la Estrella Verde Michelin. Este espacio desenfadado liderado por el chef local Borja Marrero ofrece una cocina sostenible y creativa, una experiencia en la que cobra especial relevancia la economía circular y en la que cada plato presenta un fuerte vínculo con la isla. Aquí se puede escoger entre cuatro menús.

Imagen principal - El spa abierto por la piscina, el chef Borja Marrero de Muxgo y cena en Poemas by Hermanos Padrón
Imagen secundaria 1 - El spa abierto por la piscina, el chef Borja Marrero de Muxgo y cena en Poemas by Hermanos Padrón
Imagen secundaria 2 - El spa abierto por la piscina, el chef Borja Marrero de Muxgo y cena en Poemas by Hermanos Padrón
El spa abierto por la piscina, el chef Borja Marrero de Muxgo y cena en Poemas by Hermanos Padrón

A estos dos restaurantes se le suman el Bar Carabela, perfecto para amantes de la buena música, la lectura y la mixología, el Camarote Pool Bar, para snacks y bebidas junto a la piscina y el Alis Rooftop, el nuevo place to be de la isla en el que bailar con los mejores djs, probar los mejores cócteles de autor o darse un baño en su infinity pool. Y como la cultura está muy presente en este complejo, cada domingo se celebra el Jazz Brunch, un buffet con jazz en directo que se realiza en la terraza Doramas.

En su área dedicada al bienestar está un spa en el que entra luz natural y aire puro gracias a que su piscina de hidroterapia climatizada está abierta. Aquí, uno puede relajarse mientras los rayos del sol le dan directamente en la cara, un auténtico lujo la verdad. Además, cuenta con tres tipos de sauna (finlandesa, biosauna y baño turco), circuito de duchas (aromática, helada, bitérmica y lluvia tropical) fuentes de hielo, piscinas de contrastes y varias cabinas para poner el broche de oro a la experiencia con uno de sus masajes con técnicas ancestrales o uno de sus tratamientos personalizados.

Como complemento a la escapada se puede optar por reservar alguna actividad de la mano de Cálido experience, compañía experta en crear experiencias a medida perfectas para descubrir la otra cara la isla. Un paseo en catamarán de lujo, un tour privado por Vegueta y su mercado, una visita a una granja escuela –la Jaira de Ana– para los más peques de la casa… muchas son las opciones que ponen a disposición de sus clientes.

Fuente: www.abc.es