el extraño caso del edificio encantado de la calle Almagro de Málaga

el extraño caso del edificio encantado de la calle Almagro de Málaga




El 24 de mayo de 2013, un suceso inexplicable sacudió la tranquila vida de los vecinos del número 1 de la calle Almagro, en Málaga. Lo que comenzó como un día normal, con los vecinos inmersos en sus rutinas diarias, rápidamente se convirtió en una escena digna de una película de terror, cuando una serie de fenómenos paranormales se desató en el edificio. En total, más de una veintena de testigos presenciaron lo que algunos no dudan en calificar como uno de los episodios más impactantes de este tipo en España.

Los primeros eventos: una mañana de terror

Fue el buen investigador malagueño José Manuel Frías quién informó de todo ello. Comenzó poco después de las nueve y media de la mañana. María García, la conserje del edificio y vecina del 5ºD, se encontraba realizando sus habituales tareas en el portal. Sin previo aviso, un fuerte estallido a su lado la sobresaltó. Al darse la vuelta, descubrió una bombilla rota en el suelo, pero lo más extraño es que en el techo no había lámpara. Atónita, escuchó más explosiones y vio cómo otros cristales se rompían a su alrededor. Desorientada, llamó rápidamente al antiguo conserje, Francisco Delgado, quien también residía en el mismo edificio.

Cuando Francisco llegó al lugar, no solo encontró a María alarmada, sino también a varios vecinos que, atraídos por el ruido, comenzaron a congregarse en el portal. Lo que vieron los dejó perplejos: bombillas explotando sin motivo aparente y objetos que parecían aparecer de la nada justo en el momento en que impactaban contra el suelo. Según Francisco, «las bombillas no caían, simplemente se materializaban justo antes de estallar».

La situación alcanzó un nuevo nivel de desconcierto cuando, entre los restos de una claraboya rota, apareció una pesada llave inglesa. María, aún más aterrada, reconoció el objeto: era una herramienta que se guardaba en el cuarto de contadores, un espacio cerrado al que nadie había accedido. Esto sumó más elementos a la lista de lo que parecía ser un suceso completamente irracional.

Fenómenos inexplicables

A medida que la mañana avanzaba, los fenómenos no cesaban. Mientras María trataba de limpiar los cristales para evitar accidentes, Francisco decidió revisar el cuarto de contadores, donde notó que faltaban varias bombillas almacenadas. Sin embargo, estas mismas bombillas aparecían afuera, estallando violentamente ante los atónitos vecinos. «Las cajas de cartón donde guardábamos las bombillas se amontonaban solas en la papelera», relató Francisco. Los testigos, que en su mayoría eran personas comunes y ajenas a cualquier tipo de interés en lo paranormal, no podían dar crédito a lo que veían.

Para la hora del almuerzo, el número de curiosos había aumentado considerablemente, y con ellos, la cantidad de fenómenos extraños. Maceteros y plafones eran movidos por unas «manos invisibles». Incluso un mueble pesado en el cuarto de los contadores se volcó sin que nadie lo tocara. A pesar de la gravedad de los hechos, afortunadamente nadie resultó herido. Sin embargo, la tensión en el edificio era palpable, y muchos de los testigos comenzaron a especular sobre la causa de los sucesos.

La situación culminó con un golpe seco en el techo del portal, a unos tres metros de altura, como si una mano invisible hubiera golpeado con fuerza. Este último impacto dejó una marca cóncava en la escayola, lo que provocó que algunos vecinos se plantearan si estaban siendo testigos de una manifestación sobrenatural.

Lo que inicialmente parecía estar limitado al portal, pronto se extendió a otras partes del edificio. Uno de los vecinos, que se encontraba visiblemente nervioso por los acontecimientos, decidió abandonar el lugar. Sin embargo, al llegar a la cercana calle San Lázaro, vio cómo un extintor de doce kilos caía del cielo, impactando cerca de él. Lo más extraño es que el extintor provenía del cuarto de contadores, y a pesar de la caída, no sufrió ningún daño.

Dentro del edificio, otros vecinos comenzaron a inspeccionar sus viviendas, descubriendo que los extraños fenómenos se repetían en diferentes pisos. Plafones que desaparecían de una planta reaparecían en otra, estallando en mil pedazos. Trinidad Quintana, residente del 2ºB, encontró cristales rotos frente a la puerta de su casa, sin explicación aparente.

La jornada terminó con la llegada de la policía local y un destacamento de bomberos. Aunque los agentes recorrieron el edificio, no encontraron una causa lógica para lo sucedido. Uno de los bomberos incluso presenció cómo un candado del cuarto de contadores se materializaba a su lado y se estampaba contra la pared.

Reacciones y posibles explicaciones

El impacto mediático no tardó en llegar. Durante el fin de semana siguiente, el edificio se convirtió en el foco de atención de numerosos curiosos y medios de comunicación. Las teorías sobre el origen de los fenómenos variaban desde espíritus hasta fuerzas sobrenaturales. El lunes 27 de mayo, las autoridades locales, incluido el concejal de Seguridad y los jefes de policía y bomberos, acudieron al lugar para intentar aclarar lo sucedido. Sin embargo, no pudieron ofrecer ninguna explicación concluyente.

Cuando todo parecía haberse calmado, los fenómenos resurgieron el martes 28 de mayo. Un cuadro de motivos marineros, firmemente anclado a la pared, se descolgó de manera violenta. Poco después, en un bar colindante cuya puerta trasera conecta con el edificio, un televisor de plasma salió disparado de su soporte y se estrelló contra el suelo. El dueño del bar, frustrado, cerró el establecimiento sin querer hacer comentarios sobre el incidente.

La investigación sobre los fenómenos reveló detalles que indicaban que el edificio número 1 de la calle Almagro no era ajeno a lo paranormal. Según algunos vecinos, desde hacía años se hablaba de pequeños incidentes, como objetos que cambiaban de lugar o sonidos extraños en viviendas vacías. En una ocasión, un matrimonio anciano fue acusado por los vecinos de mover muebles durante la noche, cuando en realidad apenas podían moverse debido a su avanzada edad.

Una prueba improvisada con una brújula sugirió la posible presencia de alteraciones electromagnéticas en el lugar. Al pasar la brújula bajo la claraboya rota, el instrumento invirtió su posición, indicando una posible anomalía en el entorno.

Aunque no hay una explicación oficial para los fenómenos, algunos vecinos creían que la actividad paranormal podría estar relacionada con la llegada de nuevos inquilinos. Desde que se mudaron, los sucesos inexplicables se han vuelto más frecuentes, y los sucesos más violentos parecen ocurrir cuando ellos están presentes. Los propios inquilinos admitieron que en su hogar también han ocurrido fenómenos extraños.

A pesar de las incógnitas, el misterio siguió latente. Algunos vecinos sugirieron que se realizara una bendición del edificio para tratar de poner fin a los sucesos paranormales. Mientras tanto, Málaga siguió siendo el centro de atención de investigadores de lo sobrenatural, atraídos por el enigma de la calle Almagro.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net

Fuente: www.abc.es