El Córdoba CF se estrella otra vez en Cádiz con un muro levantado por él mismo (2-0)
Los partidos del Córdoba fuera de casa parecen estar escritos por el mismo guionista. Poco original pues una vez más, los errores defensivos pasaron factura al cuadro blanquiverde que cometió el sexto penalti de la temporada (en catorce partidos) y le regaló un partido al Cádiz en el peor momento posible. Sin capacidad de reacción, el Córdoba se marcha de vacío tras un inoperante encuentro a domicilio. El séptimo sin encontrar los tres puntos. Y el descenso se echa encima.
Iván Ania premió a los jugadores que destacaron la pasada semana ante el Castellón como Théo Zidane, que sustituyó a Álex Sala en el centro del campo. Jacobo recuperó la titularidad aunque escorado a la izquierda para dejar la mediapunta con Ander Yoldi de inicio. Pocas novedades más con respecto al once de Castellón. No entró cómodo el Córdoba al partido. Al minuto, un lío entre Carlos Marín y Lapeña provocó el primer saque de esquina para el Cádiz. A partir de ahí, comenzaría la primera oleada ofensiva del equipo de Paco López.
Muy impreciso el Córdoba en los primeros minutos, que dejó el control del balón al Cádiz por completo. Marvel incluso salvó un gol cantado bajo palos. Sufría el Córdoba de Iván Ania y sobre todo por banda izquierda, por donde llegaban los atacantes cadistas una y otra vez. Un dominio total del Cádiz, que tenía las llegadas más claras al área de Carlos Marín. A punto estuvo de adelantarse con un disparo al palo de Ontiveros. Múltiples ocasiones que finalmente supo retener el cuadro blanquiverde. Ahora, pasó el Córdoba a la ofensiva.
Se mostró algo más cómodo tras un complicado primer cuarto de partido. Antonio Casas probó suerte con un disparo a media altura desde la frontal que se estrelló en la cruceta. El balón pasó a estar controlado por el Córdoba, que estaba mucho más cómodo. Juego con criterio, pausa y llegadas. Supo jugar con la presión del Nuevo Mirandilla que arrancó los pitos ante el buen momento del cuadro blanquiverde en el partido. Además, daba la impresión de que el Cádiz quería perder tiempo con múltiples interrupciones y las asistencias médicas entrando al campo.
El día de la marmota
Cuando peor estaba el Cádiz y mejor estaba el Córdoba, apareció el mayor enemigo del cuadro blanquiverde: él mismo. Un error garrafal en defensa dejó solo a un jugador del Cádiz que obligó a salir a Carlos Marín y despejó el balón de sus pies aunque lo derribó ligeramente con el hombro en el área. Según el árbitro. Suficiente para el VAR para decretar un penalti. El sexto en 14 partidos. Y como si del mismo guion se tratase, Carlos Marín adivinó la trayectoria, detuvo el penalti, pero Ontiveros recogió el rechace para adelantar a los locales (1-0, min. 38).
Se intentó reponer rápido el Córdoba con un centro de Jacobo, que remató Carracedo con fuerza, pero detuvo el portero. Sin embargo, las malas noticias no dejaron de caer hacia los blanquiverdes. Otra jugada mal defendida por los blanquiverdes provocó un gol fantasma del Cádiz que el árbitro no vio en primer lugar. Pero una vez más entró el VAR para certificar que el balón de Roger Martí traspasó la línea (2-0, min. 45). En pocos minutos, el Córdoba había tirado por la borda un partido tras varios errores defensivos. Se repitió la historia fuera de casa.
En la segunda mitad, el Cádiz estaba más que cómodo con el resultado y poco se jugó en el Nuevo Mirandilla. Aun así, el cuadro amarillo no dejó de generar peligro. Un centro de Ocampo que remató Carlos Fernández. La intensidad no dejó de crecer con múltiples faltas, interrupciones y el Córdoba incapaz de entrar en el partido. Su posible punto de inflexión fue el disparo de Théo Zidane solo en el área, que mandó el balón arriba. La más clara de la segunda mitad.
A falta de 20 minutos, Iván Ania movió el banquillo para intentar revolucionar al equipo como pasó ante el Castellón. Pero aquí no existía el factor Arcángel y los cambios no funcionaron. Primero, entró Álex Sala por Théo Zidane. Cambio opuesto al de la semana pasada. El cuadro blanquiverde cometía numerosas pérdidas que se traducían en llegadas peligrosas del Cádiz. Y encima casi llega el tercer penalti. Álex Sala golpeó con el codo a un jugador rival en el área y el árbitro revisó la jugada en el VAR. Sin embargo, solo mostró la amarilla porque el balón no estaba en juego.
Más cambios en el Córdoba. Ania probó con un 4-1-4-1 que posteriormente pasó a ser un 4-4-2, con Obolskii y Casas arriba. Se retiró Jacobo que volvió tras su sanción, pero pasó desapercibido a pesar de sus intentos por buscar la portería. No estuvo fino, como el resto del equipo. El delantero ruso tuvo en sus botas la oportunidad de recortar distancias y estrenarse como goleador, pero su disparo fue repelido por David Gil. Más allá de un disparo alto de Kuki Zalazar en la recta final, poco más sucedió en un encuentro que estuvo decidido desde el penalti.