El Córdoba CF libra también en Segunda la rentable batalla por la posesión

El primer indicador que salta a la cancha en este análisis es el número de pases. En los nueve partidos que han disputado los blanquiverdes, acumulan 3.080. Eso les da para estar en la zona templada de esa clasificación. En el puesto duodécimo -seis por encima de su ubicación en la tabla general-, está el conjunto ribereño. El ranking lo lidera el Elche, con 4.337 pases y el colista es el Eldense (2.475).

El estilo de juego del Córdoba se refleja también en otro parámetro que se puede construir: relacionar los citados pases con el número de goles. Un promedio más bajo apuntará a un equipo más vertical y uno elevado indicará un conjunto más de toque. En dicha ratio, el Córdoba vuelve a ser duodécimo: marca un tanto, de media, cada 308 circulaciones del balón.

Esta clasificación la encabeza el Oviedo: cada gol de este equipo llega tras 546 pases -se trata siempre de promedios-. Al otro extremo de esta tabla, se encuentra el Huesca. Con cada 198 circulaciones de la pelota, logra un tanto. El fútbol del conjunto oscense, que va tercero en la Liga (16 puntos de 27 posibles), no es de búsqueda de la posesión. Sólo la ha ganado en dos de los nueve partidos que ha jugado.

Seis puntos logrados cuando gana la posesión

Pero, para el Córdoba, sí es relevante. Porque es una de sus señas de identidad. Y le resulta rentable. Así lo constatan las cifras. Ha ganado la posesión en seis de sus choques. Y en esa media docena de partidos, los de Ania han logrado una victoria, tres empates y dos derrotas. Es decir, los blanquiverdes han sumado seis puntos -el 66% de los que atesora- en los choques en los que han tenido el esférico más tiempo que sus adversarios.

En los tres partidos en los que perdió la posesión, sólo logró un botín de tres puntos. Los obtuvo en el choque ante el Deportivo (2-0). Los de Ania tuvieron un 44% y los coruñeses el 56%. Tampoco logró ganarla ante el Elche. Se quedó en un 37,8% y encajó una clara derrota (3-1).

Y el partido en el que menos ha podido disfrutar de la pelota ha sido el último que ha disputado: la visita al Granada, en la que cayó derrotado (1-0). Se quedó en el 36,1%. Pero hay que tener en cuenta que ahí tuvo como gran obstáculo que se quedó con diez por la expulsión de Théo Zidane en el minuto 38. Cuando vio la roja el centrocampista, el choque estaba empate a cero. Los blanquiverdes tuvieron que replantear su estrategia y el dominio del balón pasó a segundo plano ante un rival que, con superioridad numérica, tenía más sencillo dominar.