el clásico daiquiri y otras reinterpretaciones de cócteles con la bebida como protagonista
Lejos del uso que se le daba al ron en sus inicios, utilizado para mantener en calor y alerta a los marineros ingleses, hoy en día se ha convertido en uno de los destilados más utilizados para elaborar distintos cócteles y mezclas en las mejores barras del globo. Desde el clásico mojito y la conocida piña colada, hasta llegar a bebidas de autor de barras como Glass by Sips o ISA Restaurante & Cocktail Bar, se trata de una bebida versátil que abre todo un abanico de posibilidades a los profesionales de la mixología.
El mojito es una de las bebidas más clásicas al hablar de cócteles, y aunque su elaboración ha variado ligeramente desde sus inicios, su esencia se mantiene intacta, y es un ‘must have’ en toda barra que se precie. La hierbabuena es la hierba original utilizada, actualmente sustituida en numerosas ocasiones por la menta, a gusto del ‘bartender’ o consumidor. Tras esta, la mezcla cubana cuenta con lima, soda, azúcar y, finalmente, ron blanco.
Mucho más que un mojito
Con Marc Álvarez y Simone Caporale como líderes del espacio, en Glass Bar by Sips el mojito mantiene intacta la esencia de la mezcla cubana, pero con el toque innovador que caracteriza a la barra. Marc Álvarez, ‘barman’ y cabeza de la coctelería Sips junto a Simone Caporale, explica su elaboración. «Es el clásico de siempre, con ron blanco Diplomático Planas, lima, azúcar y menta». Pero no es menta al uso, sino que el equipo ha reflejado su ADN en la mezcla tras inspirarse en las técnicas de cocina desarrolladas en elBulli. «Es agua de menta, el mismo sabor de menta pero con un elemento de innovación, ya que la tratamos con una técnica de blanqueado de las clorofilas para poder mantener el sabor y color sin que se oxide», aclara el ‘barman’.
Es importante hablar de los distintos tipos de rones: blanco, dorado, negro y añejo. Cada uno de ellos cuenta con unos matices distintos. Mientras que el primero es seco y de consistencia ligera, el negro es más pesado y con más cuerpo. En el caso del ron dorado; destaca el sabor de la madera, y el añejo es ideal para tomarlo solo, acompañando alimentos como el queso, el foie, el pollo o el chocolate, alimentos con los que esta bebida marida a la perfección. Así, el mixólogo catalán apuesta por Plantation Barbados, uno de sus rones favoritos del que guarda un recuerdo especial. «Tuve la posibilidad de estar en la destilería para ver el proceso de envejecimiento y fue una experiencia inolvidable», explica el experto.
La propuesta de Miguel Pérez, ‘bartender’ de ISA Restaurante & Cocktail Bar, en el Hotel Four Seasons de Madrid, recibe el nombre de ‘Albahaca’. Elaborado con redestilado de esta hierba, Empirical Ayuuk, agua de mango y ron Santa Teresa 1796, la elaboración sigue la línea en la que el espacio trabaja actualmente: el mundo del manga. Así se llama su menú, ‘MANGA’, que compuesto por cuatro episodios distintos, trabaja distintos sabores y destilados.
Lima recién exprimida como clave del éxito
Otros cócteles de lo más conocidos con el ron como protagonista son la piña colada y el daiquiri. El primero cuenta con una elaboración de lo más simple: ron blanco, zumo de piña natural y leche de coco. De sabor suave y dulce, la mezcla puertoriqueña nacía en el siglo XIX, pero no fue hasta 1954 cuando era nombrado tal y como se le conoce ahora en todo el globo. De la misma forma, el daiquiri destaca por su frescura, algo que lo convierte en una bebida perfecta para los meses estivales.
El equipo de Marc Álvarez y Simone Caporale también ha versionado esta última mezcla. «Sin duda mi mezcla con ron favorita es un buen Daiquiri con rima recién exprimida. No tiene rival, es genial para tomar cerca del mar con los amigos en verano», opina Álvarez. Inspirado en el mundo del raspadillo del sur de América, donde es típico encontrar en los puestecitos los helados con hielo raspado, es elaborado a base de ron dorado, zumo de lima exprimido al momento, que es «la clave de todo buen Daiquiri» según explica el catalán, y azúcar de azafrán. Tras batirlo en la coctelera, es el momento de filtrarlo sobre una copa donde previamente ha sido añadido el polvo helado de piña, una elaboración viva en la que «el cóctel va cambiando de sabor».