El CEO de Repsol alerta sobre el freno a la inversión que suponen los populismos
Repsol está en pie de guerra contra el denominado ‘impuestazo’ a las energéticas, un gravamen especial a estas compañías que el Gobierno trabaja para hacerlo permanente. En este escenario, ha sido el propio consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, el que ha salido en primera persona para explicar los planteamientos de la empresa. También hace valoraciones sobre el sector en su conjunto.
Imaz, uno de los directivos del sector energético que siempre ha sido más guerrero y directo con respecto a este impuesto, ha arremetido contra la decisión del Gobierno de hacerlo permanente, y ha advertido de que «el populismo fiscal» comprometerá el futuro de la industria en España.
En una tribuna publicada en los diarios El Correo y La Vanguardia, el CEO de Repsol alerta de que «con la prolongación de esta medida, inicialmente prevista para los años 2023 y 2024 —en el caso de las energéticas, con la aplicación de un gravamen del 1,2% sobre las ventas, a liquidar con cargo a los ejercicios 2022 y 2023—, la inversión en el sector energético español se ralentizará al mínimo».
Desde hace unos días existe un fuerte ruido sobre el futuro de las inversiones de Repsol. La energética ya advirtió el año pasado que ponía en pausa esta partida mientras que las condiciones del mercado no fueran las adecuadas. Una situación que se mantiene vigente, y que alcanza los 1.500 millones de euros, sobre todo en materia de hidrógeno. Una tecnología clave para la descarbonización.
Ante este escenario, Imaz señala que «miles de millones de euros se desviarán a otros países. Es posible que, ante la dificultad de descarbonizarse, el sector del refino español vaya teniendo dificultades para mantenerse antes de que acabe esta década. Crearemos muchos empleos en servicios de bajo valor añadido, posiblemente mal pagados. Nuestra cobertura social tendrá dificultades para sostenerse en un futuro, porque el tipo de empleo que se crea y la falta de recursos que genera el que se pierde nos aboca a un modelo de competitividad alejado de los líderes a los que deberíamos emular».
En su tribuna, el CEO de Repsol critica, sobre todo, las formas, y cómo afecta a las generaciones que están por venir. «Duele más todavía que su futuro se apague entre discursos demagógicos contra las grandes empresas y los ricos. O que sea simplemente por el peaje a pagar para que Sumar siga sosteniendo un Gobierno».
Imaz también defiende que «los debates sobre los impuestos son legítimos en una sociedad democrática» y que siempre ha defendido «una visión redistributiva de la política fiscal». «Quizá por eso me repugna particularmente la demagogia en torno a las cuestiones fiscales», añade.