El bodeguero de Cuzcurrita agonizó «durante varias horas» tras recibir «numerosos golpes y patadas en la cabeza»
Los médicos forenses destacan la «vulnerabilidad» y la «indefensión» de la víctima
LOGROÑO, 15 (EUROPA PRESS)
El informe definitivo de la autopsia del bodeguero de Cuzcurrita, hallado muerto en su domicilio el 2 de mayo de 2023, indica que Guillermo Castillo agonizó durante varias horas tras recibir, sobre todo, golpes y patadas en la cabeza. La causa principal de la muerte es «un traumatismo craneoencefálico severo» y destaca la vulnerabilidad de la víctima y la indefensión.
En concreto, los médicos forenses que han intervenido este viernes en el juicio contra las dos personas acusadas por este crimen, han informado de que a pesar de la vulnerabilidad de la víctima -que tenía 78 años en el momento de los hechos- intentó, como pudo, defenderse de las agresiones pero la «disminución del nivel de conciencia tras los golpes incrementó todavía más su dificultad de defensa».
Si, además, «son dos personas las atacantes, la indefensión y vulnerabilidad son todavía superiores». Tras la lectura del informe, descartan «con alta probabilidad» el uso de arma blanca en el crimen o de otros elementos contudentes para golpear a la víctima.
Este viernes continúa el juicio contra C.S.R. y A.D.G por, presuntamente, asesinar y robar al hostelero de Cuzcurrita en el interior de su domicilio. Allí, según el escrito de la Fiscalía, pensaban encontrar un botín de unos 50.000 o 60.000 euros aunque, finalmente, solo se llevaron unos 500 euros.
LA MUERTE SE PRODUJO ENTRE «LAS 03,00 Y LAS 07,00 HORAS»
En esta sesión -la octava- han comparecido los expertos forenses encargados de hacer la autopsia de Guillermo tras su asesinato. A preguntas de la Fiscalía, explican que la muerte se acota entre las 03,00 y las 07,00 horas de la madrugada del 2 de mayo mientras que las múltiples agresiones se dieron sobre la 01,00.
Como han destacado los forenses, los agresores se ensañaron con el bodeguero ya que el cuerpo del bodeguero presentaba un mínimo de 9 lesiones sangrantes, sobre todo, en la zona de la cabeza. Una zona en la que el «riesgo de muerte al golpear es muy alto», con múltiples hemorragias, como han explicado.
Resaltan del cuerpo de la víctima la presencia de una hemorragia intracraneal muy importante, traumatismos, múltiples lesiones y golpes de elevada intensidad «por otras partes del cuerpo».
En la interpretación de los resultados, los expertos han relatado también que, tras los análisis, «no se obtiene un perfil genético más allá del de la víctima».
TESTIGO PROTEGIDO
La sesión de este viernes ha comenzado con la petición de las defensas de los dos acusados de solicitar «la nulidad total» de la declaración del testigo protegido una vez que el juez ha explicado que, a pesar de intentar localizarle durante estas dos semanas, no ha sido posible. Las defensas han pedido así que «la prueba no se tuviera en cuenta y no pudiera ser reproducida».
En concreto, la abogada de C.S.R., en representación de los dos acusados, exigía «la nulidad total de la declaración del testigo protegido» así como la eliminación «de toda referencia a su declaración en los atestados».
«Si se acuerda la llana lectura de la declaración judicial de este testigo protegido sería indefensión para los acusados», ha dicho, porque «nadie ha comprobado la credibilidad del mismo, ni se ha estudiado ni valorado. No podemos dar por válida esta declaración de este testigo».
El juez, tras oír y valorar la petición de la abogada de la defensa, ha informado que «se rechaza esa petición porque se entiende que puede ser estimado como medio de prueba válida».
De esta manera se ha procedido a la lectura, por parte de la letrada de la Administración de Justicia, de la declaración que ofreció este testigo protegido el 28 de agosto de 2023.
DECLARACIÓN
En esas frases sueltas, y en referencia al crimen de Cuzcurrita, ese testigo protegido declaró que: «conocía al chaval que hizo eso» y dice: «Se levantó ‘blanco’ perdido y me dijo que por la noche habían ido a casa de uno, se ensañaron con él y cuando se despertó vio en las noticias de Google que había muerto».
La letrada ha leído (en referencia siempre a la declaración del testigo protegido) que ese día el acusado C.S.R. le dijo -todo frases sueltas- «que fue con otro. Que no sabe si tenía heridas en los nudillos. No me explicó más. Solo que se había ensañado con una persona y que estaba muerto».
«Que conocía el fallecido al agresor (en referencia a C.S.R.) porque había trabajado con él hace muchos años. Que en su casa tendría 50.000 o 60.000 euros aunque finalmente se repartieron unos 200 euros cada uno». Le dijo también «que era un bodeguero que tenía mucha pasta en la casa. Que no fue solo. Que fueron dos» pero no sabe «quién era el otro».
INFORMES MÉDICOS DE LOS ACUSADOS
Por su parte, los informes médicos -analizados también por estos médicos forenses- desmontan el exceso de consumo de sustancias la noche de los hechos por parte de los acusados, como ellos refieren en sus declaraciones, «ante la habilidad referida» para realizar, presuntamente, este asesinato.
En concreto, y según han explicado, sí que se desprende que hay una «dependencia» de ambos que «merma» pero «no abole su capacidad de libre elección».
Consideran que la noche de los hechos los dos acusados «no pudieron tomar tanta cantidad de cocaína y heroína» como ellos aseguran y después «coger un coche, ir a Cuzcurrita» y, cometer este hecho.
«No es congruente ese consumo -uno de ellos manifestó que consumió 10-15 gramos de cocaína- ni con la conducción de un vehículo ni con el enmascaramiento de las huellas de crimen», ha afirmado el perito forense.
Los médicos, en el momento de la entrevista con ambos -meses después de los hechos- sí que valoran «la dependencia» que presentan a estas sustancias pero desconocen «cuál era su estado en el momento de los hechos porque no podemos saberlo».
De esta manera, explica, «no podemos determinar un consumo esa noche, en cualquier caso ese consumo -de 10-15 gramos al día de cocaína como remitió uno de los acusados- desde el punto de vista médico sería imposible».
Es más, como ha afirmado uno de los médicos, «jamás en mis años de experiencia he conocido un consumo de estas características, incluso un consumo en una tercera parte inferior referido por una persona al día», como manifestó el acusado en sede judicial.
Confirman que en el caso de A.D.G., presenta un síndrome de dependencia a distintas sustancias así como un trastorno de ansiedad sin especificar mientras que C.S.R. tiene una dependencia al consumo de opiáceos, metadona y heroína.
LAS PENAS
En el caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada uno de los acusados. En concreto solicita 23 años para cada uno de ellos por el delito de asesinato con alevosía.
Por el de robo en casa habitada pide para C.S.R. 4 años de cárcel y para A.D.G. 4 años y nueve meses, por la reincidencia. Por su parte, la familia de Guillermo Castillo solicita la prisión permanente revisable.
Además, la Fiscal también reclama una pena de libertad vigilada durante diez años para ambos y que indemnicen con 300.000 euros a los dos hijos de la víctima.