El Betis apuesta por rebajar el coste de su plantilla, contener el gasto y apostar por la cantera
El Betis presentará en la junta de accionitas del próximo 17 de diciembre un balance positivo de 321.000 euros, que es una cifra testimonial pero que evidencia el control del consejo sobre su economía al ser la segunda campaña consecutiva en la que se evitan los números rojos tras una secuencia preocupante motivada por el Covid con pérdidas muy importantes, de tal forma que cabe recordar que en la 2021-22 fueron de 38,2 millones de euros. La pasada campaña fue positiva también en una cantidad liviana como 170.000 euros. La evaluación del club es que tras superar la situación tan compleja se puede afrontar el futuro con mayor tranquilidad pero sin confianza dado que se transmite que la austeridad es necesaria para evitar la crisis que sí afecta a otras entidades. El club vuelve a presupuestar unos 180 millones de euros de gastos e ingresos para este curso 2024-25 teniendo en cuenta las posibles ventas y, eso sí, que el equipo llegue a semifinales de la Conference League.
De esta forma, la entidad recoge en sus cuentas un escenario conservador con tres puntos claves: contención del gasto para evitar el riesgo si no se entra en Europa, la apuesta por cantera y la compra de activos con enfoque hacia la venta. De esta forma se señala que el coste actual de la plantilla ronda los 106 millones cuando el límite impuesto por LaLiga es de 109 pero la cantidad global que destina el club a sus jugadores pesa un 74 por ciento sobre los ingresos ordinarios cuando lo que considera la entidad ideal es de un 60.
En el importe neto de la cifra de negocios el club ha pasado de ingresar 74 millones en 2018 por televisión, entradas y comercial a 138 actualmente pero en el desglose se valora que se ha conseguido estabilizar en ticketing e incluso subir por abonos a los 20,6 millones (algo que puede seguir creciendo en la Cartuja) pero en la televisión ha habido un descenso de 68,1 millones a 71,4 dado que se ha estancado el reparto de los derechos de televisión. Por ello el club ha reducido su impacto en los ingresos generales al 49 por ciento y la intención es que siga estando controlado. Por competiciones europeas el Betis ha pasado de ingresar 21,1 millones en la Europa League a los 15,7 millones del pasado curso tras caer y pasar a la Conference.
En cuanto al traspaso de jugadores sí hubo una cifra relevante de 45,4 millones de euros, acercándose al verano de 2020 con el traspaso de Lo Celso y otros (54 millones). Al estar el mercado más parado no se quiere apostar por esta vía como principal sino sacar mayores plusvalías y rendimiento a través de la cantera, con las inversiones realizadas tanto en la ciudad deportiva como en la incorporación de jugadores.
El presupuesto para la campaña de 2024-25 se ajusta a los 144 millones de euros sin ventas y con ellas se valora que será, como el año anterior, alrededor de los 180 millones de euros. El Betis ha incluido en este presupuesto 15 millones de euros por una teórica participación hasta en semifinales de la Conference. Si no alcanza esta ronda tendrá que reajustar su previsión económica afectando a temporadas próximas. Se sitúa así en esta instancia tan avanzada teniendo el ok de LaLiga.
Sí preocupa en el club el incremento en los gastos de personal de 94 a 106 millones de euros, motivado porque en la pandemia se renegociaron muchos salarios importantes con acuerdos para diferirlos y aplazarlos pero ahora el club ha de asumir costes mayores en algunas vinculaciones.
También se ponen la atención en el análisis de las cuentas al incremento de los gastos financieros al reestructurar el club sus préstamos con Pricoa y Shamrock, que superaban los 90 millones de euros, a la nueva vinculación con Goldman Sachs por 125. Y es que los gastos por los acuerdos anteriores y sus cancelaciones pasan de los siete a los 11,7 millones.
De esta forma, en la visión general del balance verdiblanco, que será presentada el próximo 17 de diciembre, se destaca que el activo pasa de 193 millones a 281. Con un aumento del no corriente de 20 millones gracias a la ciudad deportiva y al coste de la plantilla. El activo corriente se fija en 69 millones. Con la refinanciación de la deuda, hecha al final de la temporada, se refleja que hay un efectivo en caja de casi 60 millones. El pasivo también crece pero el patrimonio neto negativo, estando aún en números rojos, pasa de -73 millones a -39. Si se valora corregido por los fondos CVC (que aportan 63 millones) se ubica en los 23,4 millones.
La ampliación de capital fue fundamental para conseguir un rating positivo por parte de las agencias de calificación y también para la mejora de muchas partidas de estas cuentas. El Ebitda pasa de 32 a 39,7 millones y el capital circulante tiene una variación positiva, así como que el fondo de maniobra pasa a los 10,7 millones cuando el pasado año era de -65 y el anterior, de -107.
Con todos estos movimientos el Betis evita la incertidumbre que se reflejaba en los últimos informes de auditoría sobre sus cuentas, donde se dudaba de la viabilidad y continuidad del club. El fondo de maniobra es positivo por vez primera tras la reestructuración.