Don Felipe, de Capitán General, y Doña Letizia, de Balenciaga

Así ha retratado la fotógrafa norteamericana Annie Leibovitz a los Reyes tras un encargo del Banco de España en octubre de 2022 con motivo del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. Es la tercera mujer que realiza un retrato para esta institución, tras Carmen Laffón e Isabel Quintanilla, y la primera que utiliza la fotografía. Había tres consignas en el encargo: que el retrato pictórico se sustituyera por el fotográfico, que lo hiciera una artista y que fuera extranjera, con el fin de internacionalizar la colección del Banco de España.

La firma del contrato tuvo lugar en septiembre de 2023. Las imágenes fueron tomadas por Leibovitz el pasado 7 de febrero en el Salón de Gasparini, uno de los espacios más emblemáticos y ornamentados del Palacio Real de Madrid. La sesión, que fue tranquila pero intensa, duró unas cinco horas: entre mediodía y las cinco de la tarde. La Reina llegó antes que el Rey, La artista tuvo libertad absoluta a la hora de realizar el trabajo. Antes de viajar a Madrid con un equipo de cuatro ayudantes, envió a una persona de confianza para buscar localizaciones. Se barajaron varias estancias en el Palacio Real, así como dentro del edificio del Banco de España. Finalmente, el ambiente rococó que inunda el Salón de Gasparini del Palacio Real convenció a la fotógrafa, pese a que el trabajo final dista de la imagen cercana que la Familia Real quiere transmitir. Pero aquí, como afirman desde el Banco de España, la creatividad y la última palabra la ha tenido Leibovitz todo el tiempo.

Los retratos de los Reyes, muy pictóricos y que forman un díptico, son las estrellas de la exposición ‘La tiranía de Cronos’, que este mediodía se ha inaugurado y que se podrá visitar desde este miércoles hasta el 29 de marzo. Se trata de fotografías impresas con tintas de secado UV sobre lienzo de poliéster imprimado (de 223,52 por 170,18 centímetros cada una), en una edición única, que pasan a formar parte de la espléndida colección artística del Banco de España. Tras su exhibición, colgarán en la sala del Consejo de Gobierno de la institución. Su precio: 137.000 euros. Se suman a la impresionante galería de retratos oficiales del Banco de España, firmados por artistas como Goya, Vicente López, Zuloaga, Sorolla… Los derechos de imagen serán compartidos por la fotógrafa y la institución.

La artista conoció personalmente a los Reyes en 2013, cuando fue reconocida con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y desde entonces han seguido en contacto. Aquel año, en Oviedo, Leibovitz expresó su deseo de fotografiar a Don Felipe y Doña Letizia. Deseo hecho realidad. La artista situó al Rey en el interior de la sala –en penumbra, sin mirar directamente a la cámara, con su mano derecha apoyada en la mesa– y a Doña Letizia junto a la ventana, recibiendo luz natural, y mirando fijamente al objetivo.

La fotógrafa también tuvo libertad a la hora de elegir el vestuario y los complementos que lucen los Reyes. Tan solo dos consignas. Leibovitz quería que vistieran de gala. Y el Banco de España, que Doña Letizia usara un modelo que no hubiera lucido antes en retratos oficiales. Además del uniforme de Capitán General, se barajaron otras dos opciones para el Rey, como chaqué y frac. Quedaron descartados. Don Felipe está rodeado por todos los elementos del retrato clásico: el espejo, la mesa, una araña, el reloj… En el caso de la Reina, aunque no se cambió el vestido y la capa de Balenciaga, sí posó con una diadema y la banda de la Orden de Carlos III, pero finalmente Leibovitz optó por retratar a Doña Letizia sin las distinciones más características que luce en actos de gala por su condición de Reina consorte. La capa de color fucsia supone un nexo del retrato con la boda de Don Juan Carlos y Doña Sofía, ya que en 1962 María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert se la encargó al modisto para el enlace de los padres de Felipe VI en Atenas.

Lo que sí mantuvo Doña Letizia a lo largo de toda la sesión de fotos –ya fuera con diadema y banda, o sin ellas– fueron los pendientes y el collar de chatones, un regalo de Alfonso XIII a su prometida, Victoria Eugenia de Battenberg. En el dedo índice de su mano izquierda luce, además, el anillo de oro amarillo macizo de 18 kilates del orfebre italiano Coreterno, un regalo que le hicieron el Rey y sus hijas hace años. Esta elección de joyas también muestra el pasado y presente del joyero real.

Según Yolanda Romero, conservadora de la Colección del Banco de España, Annie Leibovitz ha sabido recoger, renovándola, la tradición del retrato institucional español. Hay alusiones al Velázquez retratista de Corte y a obras como ‘Las Meninas’: la luz que entra por un balcón desde la parte derecha de la composición, la puerta del fondo abierta tras el Monarca… Se espera que los Reyes visiten la exposición y admiren sus retratos más adelante. También es posible que acuda Annie Leibovitz.

Asimismo, la muestra incluye el retrato que Leibovitz realizó del anterior gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en este caso con una pose más relajada e informal, sentado sobre la mesa de la sala del Consejo de Gobierno de la institución, un gesto que descompone la rigidez propia de las imágenes de poder. Con unas medidas de 137,16 por 111,76 centímetros, ha costado unos 80.000 euros.

Por el objetivo de Annie Leibovitz han pasado todas las personalidades de la música, la moda, el cine, la televisión, escritores, políticos, artistas… Es la fotógrafa de las estrellas (ella misma lo es tanto o más que sus modelos). Trajo a Madrid a los astros del fútbol Pelé, Maradona y Zidane y los retrató de cañas por Malasaña y jugando al futbolín. Entre sus últimas fotografías para Vuitton, Roger Federer y Rafa Nadal, en la montaña, con mochilas al hombro con el icónico monograma de la marca. También recreó los principales personajes de Disney con algunos de los más famosos actores del mundo. Quizás Annie Leibovitz, con estos nuevos retratos -que también coinciden con el 20 aniversario de la boda de Don Felipe y Doña Letizia-, se haya inspirado en una versión actualizada y moderna de ‘La Cenicienta’ para recordar cómo se conocieron los Reyes.