doce familias impulsan en Logroño un modelo de vivienda frente a la especulación
El Cootarro se encuentra en un momento de «consolidación» y bebe de experiencias que se están extendiendo por España
LOGROÑO, 27 Oct. (EUROPA PRESS) –
No se trata de compra ni de alquiler. Un grupo de doce familias impulsa en Logroño un modelo de vivienda «frente a la especulación» y con un carácter «de servicio al barrio y compartir cuidados», tal y como ha explicado a Europa Press una de sus impulsoras, Ruth Morga.
Este tipo de viviendas nace bajo el paraguas de la cooperativa pero el uso de las viviendas es cedido. La cooperativa adjudica el uso a las personas socias, todo bajo un modelo de comunidad de vecinos y vecinas que cuidan de lo colectivo.
En Logroño, las impulsoras se llaman El Cootarro y beben de experiencias que se están extendiendo por España, como Entrepatios, en Madrid, que cuenta con dos edificios ya construidos y habitados (en Usera y Vallecas), que se unirán a una tercera construcción.
La principal diferencia de Entrepatios con el proyecto en Logroño es que El Cootarro no descarta optar por la rehabilitación de un edificio ya construido.
Y es que sólo tienen claras dos cosas: que será en la capital riojana, y no en una zona rural, y que tendrá «incidencia en el barrio«, ha resaltado Morga, «ilusionada» con el proyecto.
RED AFECTIVA
Integrado en el proyecto de Entrepatios, Abel Esteban vive en Las Carolinas (Usera), el primer edificio de vivienda cooperativa en cesión de uso de Madrid, con su compañera y su hija.
Una forma de vida en la que, ha relatado: «Renunciamos a la posibilidad de lucrarte sobre una vivienda en propiedad y, a cambio, ganamos toda la seguridad que te da tener a tu alrededor una red afectiva».
Tener una vivienda con este modelo se da «en unas condiciones más accesibles». En una entrevista a Europa Press ha reconocido sentirse «un privilegiado» por poder vivir en un lugar que hace más «disfrutable» la experiencia de vivir en una ciudad, Madrid, «que puede ser hostil en diferentes aspectos».
«La experiencia es muy gratificante; tenemos una vivienda de muchísima calidad, con buenos aislamientos y hecha para que sea una vivienda bioclimática, con energía solar», ha relatado.
Son viviendas «amplias y luminosas» y las personas que viven en ellas han participado en el proceso del diseño. En cuanto a las relaciones de vecindad, prima «el beneficio de todos» y «se comparten alegrías y dificultades».
VALOR COMUNITARIO
«Lo más importante que tiene este modelo son las relaciones de vecindad y compartir cuidados y recursos con otras personas», ha resaltado por su parte Morga.
Además del carácter «no especulativo de la vivienda» supone «un proyecto social de vinculación con el entorno, de incidencia en el barrio».
Así, ha dicho, «tiene un valor comunitario», de modo que, aunque este grupo de familias aún no tiene decidida la localización sí que tienen claro que donde estén quieren, también, «incidir en el barrio».
De hecho, para Esteban, para participar en estos proyectos es necesario «estar dispuesto a vivir desde una perspectiva más comunitaria».
MOMENTO DE CONSOLIDACIÓN
El Cootarro está «en un momento de conocimiento del grupo y de crecimiento». «Estamos consolidando el grupo y la búsqueda de terrenos no la dejamos a un lado, pero el objetivo de este año es crecimiento de grupo y consolidación», ha incidido Morga.
Están en el proyecto doce unidades familiares, un número que se ha multiplicado por dos en un año, en el transcurso de las formaciones en cooperativa que han organizado para poder poner en marcha el proyecto.
Tras la última formación, con Anabel García, de La Replazeta (entidad de acompañamiento y asesoramiento en procesos de promoción de vivienda colaborativa de Zaragoza) El Cootarro trabajará en los estatutos de la cooperativa.
Además, pretenden presentar su proyecto tanto al Ayuntamiento de Logroño como al Instituto Riojano de la Vivienda.
SENSIBILIDAD POLÍTICA
«El mercado del suelo está como está fruto de las dinámicas de especulación que queremos combatir, precisamente, con este modelo» de vivienda cooperativa en cesión de uso, ha relatado Esteban.
Por eso, un factor que puede ser «limitante» a la hora de poner en marcha estos proyectos es conseguir solares. A ese respecto, ha visto, entra en juego la «sensibilidad política» a la hora de «cesiones, normalmente municipales, de suelo para estos proyectos».
En Cataluña, por ejemplo, ha relatado, «hay un montón de proyectos en marcha, y eso tiene mucho que ver con que ahí ha habido políticas públicas». De hecho, «una parte de la vivienda pública es en este formato».
En Entrepatios no se hizo así, fue un grupo que nació y se gestó sólo, aunque contaron con el apoyo técnico de una gestoría especializada en este tipo de proyectos.
PROPIEDAD PRIVADA
«Renunciamos», ha reconocido, «al privilegio y a la seguridad que te da, en esta sociedad, tener una vivienda en propiedad y lo hacemos porque estamos hartas de ver cómo la especulación, que opera en el modelo de vivienda en propiedad, y la ausencia de vivienda pública, impide a cientos de miles de personas desarrollar sus vidas».
Así, ha dicho: «Renunciamos a ese privilegio porque queremos luchar contra el hecho de que la vivienda, desde esa concepción de propiedad, se convierta en una herramienta más para la especulación y el enriquecimiento, desde quien tiene una segunda vivienda y le intenta sacar lo máximo posible hasta los grandes fondos que tienen centenares de viviendas».
Por otro lado, ha añadido: «A cambio tenemos la seguridad de vivir con familias que sé que, si voy a tener una dificultad, no voy a estar expuesto frente a un banco».
«Mi hija no va a heredar una vivienda en propiedad, va a heredar el derecho a continuar viviendo en una casa donde es súper feliz y va a hacer relaciones que, más allá de las que desarrolle a lo largo de su vida, va a suponer una especie de familia ampliada», ha contado.