detenido en Cádiz el ‘secuestrador de Montecanal’

Su reciente detención en El Puerto se produjo en la madrugada del pasado 1 de diciembre en la calle Archivera Juan Cárdenas, después de que los agentes respondieran a un aviso sobre el intento de robo de motociletas en el garaje de una comunidad de vecinos, como ha indicado en una nota la Policía.

Cuando se personaron los agentes en la zona, el sospechoso emprendió la huida a pie desobedeciendo las órdenes policiales. Durante esta persecución, mostró un cúter que tenía oculto e intentó agredir a los policías en varias ocasiones, lanzando cortes dirigidos al rostro y cuello de uno de ellos. Pese a la resistencia violenta del sospechoso, los agentes lograron inmovilizarlo tras un forcejeo en el que uno de ellos resultó herido y necesitó asistencia médica inmediata.

Contra los agentes y el personal médico

El detenido continuó mostrando un comportamiento «extremadamente agresivo» incluso después de ser reducido, intentando agredir tanto a los agentes como al personal sanitario en el Hospital Santa María del Puerto, donde fue trasladado debido a su estado de agitación.

Finalmente, fue ingresado en dependencias policiales y puesto a disposición judicial. Tras la tramitación del atestado policial, se ordenó su inmediato ingreso en prisión.

La Policía Nacional ha confirmado que el detenido es un individuo «altamente peligroso», conocido como «el secuestrador de Montecanal», un hombre conocido por el secuestro de dos mujeres en Zaragoza en el año 2000. Desde los 19 años ha acumulado un largo historial delictivo, pasando la mayor parte de su vida adulta en prisión, y debido a «su comportamiento conflictivo» en los distintos centros de reclusión en los que ha estado, ha permanecido casi dos décadas en régimen de aislamiento.

En este tiempo ha pasado por las cárceles de Zuera y Daroca en Aragón, de Teixeiro en Galicia y de Puerto III en Andalucía, donde había estado preso por agredir a su pareja hasta su reciente salida.

En su nota de prensa, la Policía Nacional destaca la valentía y profesionalidad de los agentes que detuvieron al delincuente «a pesar de la amenaza contra sus vidas». «Este incidente pone de relieve la complejidad y los riesgos inherentes a la labor policial en la protección de la seguridad ciudadana», subraya la Policía.