Debate Walz – Vance: el asalto al Capitolio altera una cita sosegada
Tres semanas después del tenso debate que enfrentó a Kamala Harris y Donald Trump, los candidatos a vicepresidente de Estados Unidos se han enfrentado este martes en su primer y único cara a cara televisado. El gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, y el senador republicano por Ohio, JD Vance, han discutido durante 90 minutos sobre temas como el aborto, la crisis migratoria y la sanidad.
Walz y Vance han mantenido un tono muy distinto al que tuvo el encuentro entre Harris y Trump el pasado septiembre, una cita marcada por los ataques y las descalificaciones mutuas. Por el contrario, este martes ha reinado la cordialidad entre los aspirantes, con varios «estoy de acuerdo» de ambas partes, aunque la amabilidad ha sido brevemente interrumpida durante un desencuentro sobre al asalto al Capitolio.
Mientras que Vance ha evitado responder ante la negativa de Trump a reconocer la derrota en las elecciones de 2020, Walz no ha dejado pasar la oportunidad de atacar al líder republicano por tratar de impedir el traspaso pacífico del poder y amenazar así a la democracia.
«Se niega a reconocer que perdió las elecciones, esto solamente existe en el mundo de Donald Trump», ha lamentado el demócrata. Por su parte, Vance ha intentado cambiar de tema aludiendo a la «censura» de Harris. «Claro que hubo problemas en 2020, pero me gustaría que ambos rechazásemos la censura», ha dicho antes de asegurar que se trata de «la mayor amenaza a la democracia de los últimos 40 años».
Oriente Próximo: «paz a través de la fuerza» o «un liderazgo firme»
La primera pregunta que han debido responder los candidatos a vicepresidente ha sido sobre la situación en Oriente Próximo, donde Israel acaba de lanzar una incursión terrestre en Líbano e Irán ha respondido lanzando unos 200 misiles. Tanto Walz como Vance se han mostrado de acuerdo en la necesidad de apoyar al aliado de Estados Unidos, pero han discrepado en cuanto a qué líder sería capaz de rebajar la tensión y evitar una escalada.
Al respecto, Walz se ha mostrado a favor del «derecho a defenderse» de Israel, y ha prometido «un liderazgo firme» por parte de Kamala Harris. Frente a su imagen ha posicionado la de Donald Trump, «de casi 80 años», como un hombre «volátil» y que «no está capacitado para el cargo». «No es lo que necesitamos en estos momentos de crisis (…) Trump recurre a Putin y a Corea del Norte», ha insistido.
Vance, por su parte, ha asegurado que el expresidente republicano «consiguió estabilidad en el mundo creando un elemento de disuasión efectivo». «La gente tenia miedo de pasarse de la raya. Paz a través de la fuerza«, ha sostenido al defender, en cualquier caso, que es «Israel quien tiene que decidir lo que hacer para poner a su país a salvo».
En ese sentido, Vance ha elogiado la «diplomacia inteligente y efectiva» de Trump. «Que Irán esté más cerca de tener nucleares que nunca no es culpa de Trump. Ha hecho el mundo más seguro, ya lo ha hecho antes y lo volverá a hacer», ha concluido el aspirante republicano a la Vicepresidencia.
La patata caliente de la crisis migratoria en México
Por otro lado, el gobernador demócrata de Minnesota y el senador republicano de Ohio han discutido sobre la migración y ambos han apuntado a sus respectivos jefes de ser los culpables de esta crisis, acusándose mutuamente de inacción.
Según Vance, Harris comenzó una «sangría» que hoy debe ser detenida al deshacer las 94 órdenes ejecutivas de Trump para abrir la frontera con México, a través de la cual han entrado «números récord de fentanilo». «No ha hecho nada en tres años y medio», ha afirmado al acusar a la vicepresidenta de «dejar operar libremente» a los carteles de droga.
«Hay que volver a implementar la política fronteriza de Trump», ha dicho Vance alentando a levantar de nuevo el muro que en su día prometió el expresidente republicano y «a empezar las deportaciones con los migrantes criminales». Entre los motivos para las deportaciones, el aspirante ha asegurado que los migrantes irregulares «compiten» con los estadounidenses por recursos como la vivienda, aumentando su precio, o el empleo.
Antes las declaraciones de Vance, Walz ha acusado al republicano de «deshumanizar», «vilipendiar» y «demonizar» a los migrantes «creando historias» alejadas de la realidad, según ha defendido, por ejemplo, al recordar el papel de las especulaciones en la escases de viviendas asequibles. Asimismo, Vance ha aprovechado para arremeter contra «el muro». «Trump tuvo cuatro años para hacerlo, construyó menos de un 2% y México no pagó nada», al contrario de lo que prometió el expresidente.
Sin acuerdo sobre el aborto: «EE.UU. es un país lioso»
Más allá de la cordialidad y el talante amable, el debate de este martes ha dejado también respuestas ambiguas o fuera de tema. La apertura de la discusión sobre los derechos reproductivos, por ejemplo, ha hecho que Walz contestase a una pregunta sencilla -si apoya el aborto hasta el noveno mes como así se hace en Minnesota-, con la historia de una mujer que murió en Georgia, «uno de los Estados restrictivos», por dificultades en su embarazo.
En cualquier caso, Walz ha defendido que «son las mujeres las que se tienen que preocupar de su propia salud», aludiendo así a la necesidad de establecer unos «derechos básicos» como el acceso a los tratamientos de fertilidad y a los anticonceptivos sobre los que, ha opinado, cada mujer debe tener el derecho a decidir. «No es asunto de nadie», ha insistido a la par que ha asegurado que las leyes restrictivas están elevando la mortandad marental «a la altura del tercer mundo» en Texas.
Por su parte, Vance ha optado por defender «que los votantes tomen las decisiones», es decir, que los Estados a nivel individual promulguen sus propias políticas abortivas. En un país «muy grande», «muy dividido» e incluso «lioso», para el republicano se trata de la mejor opción. Eso sí, ha admitido que quedan asuntos por mejorar en su partido y ha transmitido su deseo de ser «profamilia».
La clase media, el sueño americano y los impuestos: la economía, a debate
De clase media. Así han definido ambos candidatos a la Vicepresidencia estadounidense sus orígenes, un nivel socioeconómico con el que han dicho estar comprometidos y cuya desazón, a la vez, han usado para acusar al rival de su ineptitud.
«Hemos hecho lo correcto para las familias», ha asegurado Walz. Según el demócrata, su partido ha ofrecido tres millones de nuevas viviendas, apuesta por el límite de 35 dólares a la insulina y otorga ayudas a pequeños negocios. Por el contrario, «Trump se ha llevado a los ricos a su casa en Mar-a-Lago para hablar de exención fiscal». «Cómo va a ser justo que todos paguen impuestos y que Trump no los haya pagado en 15 años», ha insistido.
Pero Vance, por su parte, ha optado por defender la gestión del ex mandatario, que «consiguió subir los salarios», destinó «muchos recursos a la clase media» y con la que EE.UU. «vivió un boom como nunca en una generación». De ser reelegido, ha continuado, «Trump permitirá de nuevo vivir el sueño americano». «La preocupación por las facturas va a acabar cuando Trump vuelva».
Además, Vance ha recordado que Harris ha sido vicepresidenta en la legislatura actual, por lo que la ha acusado de no haber tomado las medidas necesarias para controlar los precios tanto de los alimentos como de los hogares.
El ‘Obamacare’, «un desastre» según Vance que ambos prometen mejorar
Otro de los bloques que los candidatos han abordado este martes ha sido el de sanidad, la asignatura pendiente de Estados Unidos, donde la mitad de la población tiene problemas para costearse sus gastos médicos.
Para Vance, el ‘Obamacare’, el sistema que el Gobierno del expresidente Barack Obama implantó en 2013, «era un desastre», pero Donald Trump «le dio la vuelta». «Trump podía haberlo destruido, pero se encargó de darle a los estadounidenses una sanidad asequible», ha expresado. Y de llegar de nuevo al poder, ha agregado, el republicano mejoraría de nuevo el sistema.
Al respecto, el candidato demócrata ha asegurado que Harris ha sido «pionera» en cuestiones de salud, negociando los precios de las medicaciones con el Mediacare e intentando lograr el acceso a ellas por internet. Sin embargo, ha reconocido igualmente que el sistema actual «no funciona», pues excluye a personas vulnerables como los mayores y los enfermos de cáncer. Eso sí, «Kamala Harris lo va a solucionar».