Daniel Calparsoro: Tómese estas catorce pastillas
Daniel Calparsoro acaba de estrenar su último trabajo, la serie ‘Asalto al Banco Central’, y ya está inmerso en el próximo, que verá la luz «dentro de un año, supongo». Ha costado encajar la entrevista: aunque esté de promoción, su día a día cuando rueda es más que intenso: «A mí me gusta ir haciendo el montaje al mismo tiempo que ruedo», cuenta. Detalla el proceso: cada día, al terminar de rodar con los actores, manda todo el material a los montadores, que al día siguiente le devuelven un primer esbozo editado de acuerdo con el guion. Tal como recibe esa primera versión, la mira «en los ratos libres, con el móvil, a la hora del bocadillo, o a la hora de comer, voy marcándoles cosas y ellos van rehaciendo». Es su manera de detectar si falta o sobra algo en la narración, pedir algo diferente a los actores o trabajar con los guionistas para cambiar esto o aquello. Una locura.
«Así es como se rodó ‘Asalto al Banco Central’, en diez semanas». Esta serie de cinco capítulos recrea el célebre atraco a la sede de la entidad en Barcelona poco después del golpe de estado del 23 de febrero de 1981. La serie retrata las treinta y siete horas que duró el episodio, tomando como protagonista la figura del «Número Uno», un personaje con un recorrido que el cineasta tilda de «fascinante». «Hay un halo de misterio que lo envuelve», asegura. Tras haber hablado con él y haber conocido de primera mano su versión, Calparsoro constata, sorprendido, que es «una persona con mucho carisma, muy empático, y estamos hablando de un atracador, que viene de ser un libertario, un antisistema…». La serie cuenta eso y cuenta «esa época de España que son los albores de la democracia, cuando había muchas ganas de celebrar, de disfrutar, pero también había miedo de que eso desapareciese rápidamente».
En la narración aparecen también dos periodistas, que investigan para intentar descubrir qué es lo que pasa: «Si los atracadores son ultraderechistas, o son simplemente ladrones». El director reparó, al rodar la serie, que el guion manejaba conceptos como «amnistía, ultraderecha, corrupción… que son palabras que estamos viendo en la prensa últimamente también». Han pasado cuatro décadas y, «aunque las formas son distintas, las palabras y los conceptos son los mismos todavía».
A otro rodaje, el de ‘Hasta el cielo‘, debe Calparsoro el peor viaje de su vida. Fue hace un par de años, en Nigeria, cuando ya habían acabado el trabajo y estaban a punto de regresar a España. Su mujer sufrió «una intoxicación brutal». Mientras el equipo estaba de fiesta, celebrando el fin de la grabación, ellos dos estaban en el hotel. «Nos intentaron llevar al hospital, pero nos negamos a ir de noche». Lograron que fuesen a visitarlos a la habitación unos médicos «que le dijeron a mi mujer que se tomase catorce pastillas». Terror. «No sabíamos qué hacer, pero al final decidió tomárselas».
No había tiempo de esperar que hicieran efecto. El vuelo salía pronto y había que ir al aeropuerto. «El equipo iba por otro lado, porque teníamos vuelos diferentes, así que estábamos solos». El mayor temor de Calparsoro era este: «Pensaba que si notaba que tenía fiebre no la dejarían embarcar y yo no la quería dejar sola, ni quería que fuéramos a parar a los centros de internamiento que, al llegar al país, ya nos habían dicho que eran peligrosísimos».
Al llegar al aeródromo, un hombre les pide los pasaportes y se los lleva. Acto seguido «aparece otro tío, que nos pide los pasaportes». A todo esto, «Patricia estaba con cuarenta de fiebre, y yo la iba sujetando porque se caía al suelo». Al final, recuperaron los pasaportes, cogieron el vuelo y llegaron a Madrid. Ella ya se encontraba mejor: «El médico nos dijo que le habían dado el tratamiento adecuado». Alguna de las catorce pastillas debió de funcionar. En total, fue una pesadilla intensa y breve: «Más o menos como el asalto al banco central, treinta y siete horas; en treinta y siete horas pueden pasar muchas cosas».