Cuba comienza a recuperar la electricidad tras tres días de apagón
Cuba comienza a recuperar el suministro eléctrico tras tres días de un apagón general, que ha puesto al límite a la mayor parte de los habitantes de la isla. Las primeras provincias a las que está volviendo la luz son las occidentales, incluida la Habana, pese a que un nuevo fallo en el sistema electroenergético nacional (SEN) en la víspera había sembrado nuevamente la desesperanza.
El director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), Lázaro Guerra, ha explicado a la televisión estatal que por la mañana ha entrado en servicio la central termoeléctrica Antonio Guiteras —una de las principales del país— y, con ella, otras plantas menores, por lo que se prevé incrementar la generación eléctrica para restituir la corriente en la zona. No hay, sin embargo, una estimación de cuándo podría regresar la luz a todo el país. «El proceso de restablecimiento del Sistema Eléctrico continúa siendo complejo», ha publicado el MINEN en X, para después añadir que «siguen los trabajos para su recuperación».
En el proceso de restauración del servicio también intervienen la centrales terrestres y flotantes situadas en las provincias de La Habana, Artemisa y Matanzas, todas en la zona oeste insular. De esta forma, la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) ha informado en redes sociales de que ya se encuentran con servicio eléctrico 24 circuitos en barrios periféricos de La Habana, pero la gran mayoría de los 2,5 millones de habitantes de la capital siguen sin corriente.
Protestas en algunos puntos del país
La inquietud, no obstante, sigue patente entre los cubanos. La población siguen con atención cualquier información sobre la restauración del sistema eléctrico, ya que la falta de energía también ha afectado el servicio de internet y las comunicaciones.
«La situación está muy crítica para que a uno se le eche a perder la comida», lamenta una vecina, mientras observa un frigorífico en el que la poca comida que queda ya se está descongelando. La desesperación se ha traducido incluso en pequeñas protestas durante la pasada noche en algunos barrios de La Habana, según han contado algunos testigos a la agencia Reuters.
Mientras, Cuba mira con preocupación la llegada del huracán Oscar, de categoría 1, que puede tocar tierra en la isla esta misma tarde. El Servicio Meteorológico de Cuba ya ha advertido de que se esperan vientos de hasta 161 km por hora y que la «situación es extremadamente peligrosa» en el este del país.
Falta de combustible y centrales obsoletas, entre las causas del apagón
El SEN colapsó este viernes por la mañana por una avería en la central Antonio Guiteras, cuya «salida imprevista» desestabilizó por completo el sistema y dejó al país con «cero cobertura energética nacional». Esta nueva contingencia del sistema energético de Cuba se debe a que se encuentra en un estado muy precario por el déficit de combustibles -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías.
La isla cuenta actualmente con siete centrales termoeléctricas de factura soviética -construidas hace más de cuatro décadas y afectadas por un déficit crónico de inversión-, con un total de 20 unidades de generación (siete de ellas estaban en los últimos días paradas por averías y mantenimientos).
Como resultado, los apagones se han vuelto habituales desde hace varios años. El Gobierno cubano ha alquilado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación.
Dificultades frecuentes en el suministro
Los frecuentes apagones también dañan la economía cubana —que en 2023 se contrajo un 1,9 % y se encuentra aún por debajo de los niveles de 2019, según datos oficiales—. También han desencadenado protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas- y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
La última vez que se produjo una situación similar de «cero producción» fue en septiembre de 2022, tras el paso del huracán Ian con categoría tres por el extremo este de la isla. Esto provocó un desajuste de graves dimensiones y dejó a oscuras a todo el país. La recuperación llevó días.