Continúa la ofensiva insurgente en Siria una semana después

Continúa la ofensiva insurgente en Siria una semana después







La ofensiva insurgente contra el Gobierno sirio continúa una semana después y se acerca a la ciudad de Hama, objetivo principal del ataque, mientras el Ejército sigue reforzando sus líneas defensivas e intentando repeler el avance de las facciones.

Este miércoles, el presidente sirio, Bachar al Asad, ha mandado refuerzos a la provincia de Hama ante el avance de los insurgentes. Según la agencia de noticias oficial SANA, las fuerzas gubernamentales han conseguido «ampliar la zona de seguridad en unos 20 kilómetros».

Con la llegada de refuerzos, las tropas de Al Asad han logrado «eliminar a varios terroristas y destruir sus vehículos», de acuerdo con el medio oficial, que ha indicado que el Ejército ha logrado empujar al norte a los islamistas y que los combates se centran en la zona septentrional de la provincia homónima.

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Hama, por donde transcurre la estratégica autovía M5 que vertebra el país de norte a sur, está siendo el nuevo objetivo de la alianza islamista, que ya logró tomar amplios territorios en el noroeste del país árabe -especialmente en las provincias de Idlib y Alepo- en la ofensiva que lanzó el pasado 27 de noviembre.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la llegada de refuerzos y de armamento del Ejército a Hama, además de la cobertura aérea de Rusia, aliada de Damasco, han permitido frenar el vertiginoso avance de la alianza islamista, denominada Hayat Tahrir al Sham (HTS) en árabe. Esta agrupación es heredera del antiguo Frente al Nusra, la exfilial de Al Qaeda en Siria.

Más de 700 muertos en una semana

La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, ha indicado que en una semana de feroces combates han muerto 704 personas, entre ellas 110 civiles.

Entre los fallecidos se encuentran 302 combatientes de HTS, además de 59 miembros de facciones aliadas al movimiento islamista y que están apoyadas por Turquía, como el denominado ‘Ejército Nacional’.

Desde el 27 de noviembre, según el Observatorio, también han muerto al menos 233 soldados de las fuerzas de Al Asad, así como combatientes de otras fuerzas y milicias proiraníes aliadas de Damasco.

Además, un total de 110 civiles han muerto por la violencia, entre ellos niños. Algunos de ellos han fallecido por disparos de proyectiles de los insurgentes, pero la inmensa mayoría lo han hecho en bombardeos lanzados por aviones de combate de Siria y Rusia, valedora de Al Asad.

Los cazas rusos han efectuado unos 250 bombardeos, que se suman a otros 318 de la aviación de Damasco y a otros 45 ataques aéreos realizados por helicópteros de las fuerzas sirias.

Idlib y Alepo, bajo el control de los insurgentes

En la última semana, los insurgentes han conseguido hacerse con el control de la totalidad de la provincia noroccidental de Idlib -el principal bastión opositor en Siria-, y de la vecina Alepo.

Asimismo, el Mando de Operaciones Militares, liderado por los islamistas Organismo de Liberación del Levante, anunció que han controlado al menos 14 pueblos y ciudades en los caminos hacia la ciudad de Hama y su periferia, entre ellos destacan Rahjan y Maar Shahour, ambas en el noreste de la provincia de Hama.

La guerra civil de Siria, iniciada en 2011, ha costado la vida a decenas de miles de personas y provocó el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, además de dar luz al Daesh. El gobierno sirio, con la ayuda inestimable de Rusia, consiguió frenar a los yihadistas y mantener a raya a los otros grupos armados, pero sin pacificar totalmente el país.

La caída de Alepo provoca un nuevo éxodo de población en Siria

La oposición mantuvo un bastión en la región de Idlib. En 2020, Rusia y Turquía pactaron un alto el fuego en Idlib y se creó una zona tapón, supuestamente desmilitarizada, donde sin embargo se han producido frecuentes escaramuzas.

La relativa calma en el conflicto había permitido al gobierno de Al Asad recuperar sus relaciones con varios países árabes, y tratar de estabilizar sus contactos con Turquía. Las guerras de Ucrania, Gaza y Líbano han contribuido a que la guerra en Siria haya quedado en un segundo plano en la política y la opinión pública internacional.

Fuente: www.rtve.es