China se aleja del objetivo de crecer al 5% a pesar de las medidas expansivas de Xi Jinping
China ha dado a conocer este viernes los datos de su crecimiento trimestral, que es el más débil en un año y medio. Todo ello, a pesar de la salva de medidas implementadas para impulsar el consumo y el sector inmobiliario.
El producto interno bruto (PIB) del gigante asiático creció un 4,6% interanual en el tercer trimestre, ha indicado la Oficina Nacional de Estadística (ONE) en un comunicado. La cifra supera ligeramente las expectativas de los expertos interrogados por la AFP, que auguraban en promedio un crecimiento del 4,5%. Sin embargo, es inferior al +4,7% del periodo abril-junio y, sobre todo, representa el crecimiento más débil desde principios de 2023, cuando China empezaba a relajar sus estrictas medidas contra el covid-19.
La ONE atribuyó la desaceleración a un «entorno externo complicado y difícil (…), así como a los nuevos problemas de desarrollo económico interno», aunque hay señales de esperanza.
Las ventas al por menor, el principal indicador del consumo de los hogares, repuntaron en septiembre en tasa interanual (+3,2%), tras el +2,1% de agosto, lo que representa una señal alentadora. Asimismo, el desempleo urbano bajó en septiembre a 5,1%, en comparación al 5,3% de agosto.
Estas cifras suponen la nota positiva tras una serie de datos decepcionantes en materia de inflación, inversión y comercio. Frente a esta desaceleración económica, las autoridades han anunciado en las últimas semanas una serie de medidas para estimular la actividad.
Pekín trata de esconder el problema inmobiliario
Con la ayuda de estas medidas, el gobierno chino aspira a crecer el 5% este año, un número que cualquier país occidental envidiaría, pero que está muy lejos de la expansión de dos dígitos que durante años sostuvo su economía.
Uno de los principales problemas que arrastra el Gigante Asiático es la crisis de su sector inmobiliario, que fue un motor económico y ahora acumula una deuda masiva.
Pekín está «tratando de convencer con más ruido que otra cosa sobre la estabilización del mercado inmobiliario», comentó en una nota Stephen Innes, de SPI Asset Management. «Pero seamos honestos, el problema inmobiliario chino no es algo que se puede arreglar con unos discursos y medias a medias», agregó Innes.
Otra reducción de los tipos de interés
Este viernes, el banco central de ese país anunció un programa dirigido a las compañías de seguros y los fondos de inversión. Y su gobernador, Pan Gongsheng, indicó que podría llevarse a cabo una nueva reducción del coeficiente de reservas obligatorias (RRR) para los bancos antes de finales de 2024, para dar mayor margen de préstamo.
Al mismo tiempo, los principales bancos del país anunciaron que «bajarán los tipos de interés de los depósitos en yuanes», según la televisión pública CCTV. Se trata de la segunda reducción en lo que va del año.
Estos recientes anuncios son pasos «en la dirección correcta», declaró a la AFP Benson Wu, economista especializado en China del Bank of America Global Research. Pero «aún quedan puntos por aclarar antes de poder hacer una evaluación detallada de la eficacia de estas políticas», matizó.
Para el analista Zhang Zhiwei, de Pinpoint Asset Management, el objetivo de Pekín de crecer en torno al 5% en 2024 será «difícil de alcanzar», a menos que la tendencia se invierta a finales de 2024. «Puede que tengamos que esperar hasta noviembre para saber más, ya que el resultado de las elecciones estadounidenses es probablemente uno de los factores que influyen en la reflexión política en Pekín», añadió en una nota.