China asegura sin motivos que los semiconductores estadounidenses «no son seguros»
Los microchips estadounidenses ya no son seguros. Al menos así lo afirman cuatro de las asociaciones de fabricantes de semiconductores más importantes de China, que representan a más de 6.400 empresas del país. Advierten a las empresas tecnológicas contra la importación de chips estadounidenses, aconsejándoles que los adquieran de forma local.
Sin embargo, no se aportan motivos claros acerca de la inseguridad de estos componentes. Esta declaración, chocante en principio, es una nueva entrega de la guerra comercial entre ambas potencias, y supone la respuesta de China ante el freno estadounidense a la importación de chips.
Las tensiones comerciales entre ambos países no han hecho más que aumentar en los últimos meses, aún más teniendo en cuenta que Biden dejará la presidencia de Estados Unidos a finales de enero, y su sucesor, Donald Trump, ya ha dejado claro que piensa gravar duramente los productos chinos importados, avivando el fuego de la cruenta guerra comercial que se vivió durante su primer mandato.
Esta advertencia de los fabricantes chinos podría afectar a varias empresas de gran calibre dentro de la industria de chips estadounidenses. Nvidia, AMD o Intel, que se encuentra inmersa en un proceso de relevo directivo tras la renuncia de Pat Gelsinger, su CEO, podrían verse tremendamente afectadas. A pesar del control ejercido por las autoridades chinas a la importación, estas empresas lograron seguir vendiendo en el mercado chino, pero aún es pronto para estimar el impacto de una declaración de intenciones de esta magnitud por parte de la industria china.
Por su parte, la Asociación de Industria de Semiconductores, que representa a las compañías de fabricación de chips en Estados Unidos, ha declarado que «las decisiones coordinadas de China para tratar de limitar la obtención de chips estadounidenses son inútiles, y cualquier afirmación acerca de la falta de seguridad de nuestros chips es eminentemente incierta«. A su vez, han instado a los gobiernos a evitar que la situación siga escalando, afirmando que »los controles a las exportaciones deben ser reducidos, dirigidos únicamente a objetivos específicos de seguridad nacional«.