Cesan a la comisaria de la Policía Local de Vitoria cuatro meses después de su nombramiento por su gestión «ineficaz»
Marian Vidaurre dejará de desempeñar su cargo como comisaria de la Policía Local tras la firma, el pasado martes, de la resolución que revoca su comisión de servicios en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, tal y como adelanto El Correo.
Vidaurre había asumido el puesto después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) confirmara la invalidez de la designación de Roberto García Tobalina como comisario.
Vidaurre fue nombrada comisaria el pasado mes de junio para convertirse en la primera mujer en la historia en liderar a la Policía Local de la capital alavesa. Asumió el cargo en comisión de servicios, a la espera de que el Gobierno municipal convocara un proceso de selección interno.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ratificó un mes antes la sentencia que declaraba nulo el nombramiento del que era el comisario de la Policía Municipal de Vitoria-Gasteiz, Roberto García Tobalina, y dio la razón a la entonces subcomisaria Vidaurre, quien denunció la situación al entender que se habían vulnerado sus derechos.
Cuatro meses después, el concejal de Seguridad, Iñaki Gurtubai, ha argumentado el cese por su «absoluta falta de idoneidad para ostentar el cargo, falta de capacidad para liderar la organización, tendencia a derivar el trabajo a sus subordinados, romper la confianza con los responsables políticos» y «no cumplir con la disponibilidad absoluta que requiere el cargo», entre otras razones.
Gurtubai ha comparecido a petición propia ante la comisión municipal de Seguridad, para informar a la oposición sobre la revocación de la comisión de servicios de la comisaria jefe de la Policía Local y explicar que «no puede trabajar más tiempo con esta persona» al frente de la organización policial.
El concejal de Seguridad ha razonado su decisión en diferentes bloques. Como primer motivo, ha expuesto que Vidaurre tiene una «falta de capacidad evidente y las habilidades necesarias para involucrar a la organización en los objetivos de la misma», así como «para crear un equipo de trabajo y liderar el equipo» de la Policía Municipal.
Un ejemplo concreto de los motivos de su cese
A modo de ejemplo, ha expuesto que, del 23 al 27 de septiembre, estaban trabajando dos subcomisarios con la comisaria, quien «se enfrentó a ellos y cogieron la baja».
«En una semana en la que no tenemos a ningún subcomisario trabajando, Vidaurre considera pedir un permiso para cuidar a su cuñado, que estaba ingresado en el hospital, y, posteriormente, asistió a una reunión privada de la asociación de jefes de la Policía Local. En esa semana, el director y este concejal fuimos los únicos mandos de la policía. Se trata de un hecho puntual, pero demostrativo de la situación que había entre el colectivo de mandos», ha relatado, para censurar que Vidaurre es «incapaz de crear un equipo de trabajo con su equipo».
«Desde que se le pidió que resolviera la comisión de servicios, tardó mes y medio en tramitarlas, causando disfunciones en el servicio, que las atribuyo a su ineficacia en la gestión»
Iñaki Gurtubai
Concejal de Seguridad de Vitoria
Asimismo, ha acusado a la excomisaria de «tener tendencia a derivar trabajo hacia sus subordinados». «Tanto es así que, cuando los subordinados se rebelan, hay retrasos en cuestiones operativas muy importantes como las comisiones de servicios, en las que se cubren las vacantes», ha añadido.
En este sentido, Gurtubai ha denunciado que «los retrasos por la inoperancia de la comisaria» no permiten dar un servicio correcto. «Desde que se le pidió que resolviera la comisión de servicios, tardó mes y medio en tramitarlas, causando disfunciones en el servicio, que las atribuyo a su ineficacia en la gestión», ha dictaminado.
«Pérdida total de confianza»
El concejal de Seguridad ha aducido «pérdida de confianza necesaria para trabajar con Vidaurre», debido a que «su forma de trabajo es absolutamente autónoma a los responsables» y «crea inseguridad a quienes tenemos que dirigir políticamente el Departamento, ya que no sabemos lo que ocurre en mismo».
Al respecto, ha expuesto que la comisaria le ha llamado «una vez en los cuatro meses» que ha ostentado el cargo, mientras que con el anterior comisario «hablaba unas cuatro veces al día». «Ella consideraba que ser jefe te libra de tener que dar explicaciones, consultar y pedir autorización», ha recriminado.
Como ejemplo, Gurtubai ha explicado que «la comisaria decide por su cuenta, sin consultar y sin pedir autorización que va a sacar más comisiones de servicios de subcomisarios. Le damos la orden de que las anule hasta que analicemos su necesidad y contesta por escrito que no va a hacer caso y que se lo ordene la alcaldesa, quien fue, finalmente, quien le dio la orden de anular las comisiones».
«Ordenó cambiar los datos de una plaza vacante de intendente que ella ha demandado al Ayuntamiento para ocuparla»
Iñaki Gurtubai
Concejal de Seguridad de Vitoria
«A raíz de este encontronazo», ha proseguido, «tuvimos una reunión la alcaldesa, el concejal, el director del Departamento y la comisaria, en la que trasladó que no se sentía vinculada a las órdenes del concejal y el director». «Se paralizó la reunión y se pidió informe a la asesoría jurídica, quien consideró que la comisaria está vinculada jurídicamente a nuestras instrucciones», ha zanjado.
Por otro lado, ha criticado que la ya excomisaria dio una orden a un subcomisario para cambiar la memoria policial de 2023, que ya estaba «aprobada por el director y concejal del Departamento y publicada en la página web». Concretamente, ha descrito que Vidaurre ordenó «cambiar los datos de una plaza vacante de intendente que ella ha demandado al Ayuntamiento para ocuparla». «Ella no puede pedir cambiar una cosa, saltándose a sus superiores jerárquicos», ha reprochado Gurtubai.
Tras señalar que, «en este contexto, no hay ninguna confianza profesional», el concejal ha relatado que le corresponde a él reunirse con las asociaciones de vecinos para «estar en contacto con la sociedad y conocer directamente sus demandas», pero la comisaria «desobedeció a su orden» y contactó, mediante un subcomisario, con una asociación de vecinos.