Cazan a cinco butroneros en pleno robo a un almacén de oro del distrito de Salamanca
La Policía Nacional y la Municipal sorprendieron el domingo por la mañana a una banda de cinco varones que estaban robando en una empresa de venta de oro en el distrito de Salamanca. El negocio, lleno de lingotes, metales preciosos, monedas y demás enseres de grandísimo valor, se encuentra cerca del parque de la Fuente del Berro, pero, por cuestiones de seguridad, se omite su ubicación concreta.
En torno a las ocho de la mañana del domingo, aprovechando que era una jornada no lectiva, los butroneros se encontraban en plena faena cuando vecinos de la zona alertaron a los agentes. Había alguien robando; es más, en días previos vieron a un sospechoso deambular por el barrio, en actitud vigilante, probablemente comprobando las salidas más rápidas por esas calles y dónde estaban colocadas las cámaras de videovigilancia, entre otras medidas de seguridad. Cuando las patrullas llegaron, observaron que la mafia había practicado un butrón desde un edificio trasero al negocio, de unos 65 centímetros de diámetro, y por ahí habían accedido a la planta superior del inmueble anejo.
Fueron sorprendidos y estaba cada uno metido en un recoveco distinto, explican fuentes del caso. Llevaban puestos bragas de cuello, gorras y guantes. Además, en un vehículo que estaba estacionado por la zona hallaron material para doblar placas de matrículas, que probablemente fueran robadas. Los arrestados tienen entre 45 y 30 años; dos son albaneses y los otros tres, españoles. Suman un centenar de antecedentes entre todos.
Esta intentona de robo se produjo veinticuatro horas después del alunizaje, en el mismo distrito de Salamanca, en la tienda que la marca de lujo Valentino tiene en la calle de José Ortega y Gasset, en plena Milla de Oro. En esa ocasión, los ladrones sí se salieron con la suya y se llevaron alrededor de 100.000 euros en bolsos de esta exclusiva firma.
La banda utilizó al menos un vehículo sustraído poco antes, con el que llegaron a la zona y que utilizaron como ariete contra la cristalera del comercio, sobre las siete de la mañana. En apenas dos minutos, los delincuentes se bajaron, arramplaron con la mercancía más exclusiva y se dieron a la fuga.