Carlos Mazón carga contra todos y gana tiempo, pero no despeja las incógnitas

Carlos Mazón carga contra todos y gana tiempo, pero no despeja las incógnitas



Carlos Mazón está inmerso en un intento desesperado por sobrevivir políticamente a toda costa tras su nefasta gestión de la DANA. El todavía president valenciano está haciendo lo posible por atrincherarse en la Generalitat blandiendo toda suerte de excusas mientras acomete una remodelación del Govern que va anunciando a cuentagotas y que, de momento, no deja ningún cese.

Así, este domingo la Generalitat anunciaba que la actual vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, será la nueva portavoz de su Ejecutivo. De momento se desconoce quién ocupará la vicepresidencia para la reconstrucción -Camarero la habría rechazado, según ‘El País- y la consellería de Emergencias e Interior cuya creación anunció Mazón el pasado viernes.

Este mismo lunes, se ha limitado a recalcar la «profesionalidad» de los nuevos perfiles que integrarán el Gobierno valenciano, asegurando que son «gente preparada» y que se darán a conocer en las «próximas horas» y «próximos días».

Una remodelación del Govern que Mazón anticipó en su comparecencia ante Les Corts el viernes, en la que no dimitió ni cesó a su consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, ni a la titular de Turismo, Nuria Montes, a pesar de que el papel de ambas las ha situado en el epicentro de las críticas: en el caso de la primera, que llegó a admitir que desconocía la existencia del sistema de alertas masivas, por su gestión del desastre; y en el de Montes, por su falta de empatía hacia las víctimas.

Mazón, por su parte, ha prometido que no se presentará a la reelección si no es capaz de liderar el proceso de recuperación de Valencia, pero por el momento se ha atornillado al sillón, mientras desde el PP, aunque en privado reconocen que es un «activo tóxico», públicamente le respaldan y tratan de desviar el foco hacia el Gobierno central y la vicepresidenta Teresa Ribera.

En su comparecencia del pasado viernes, Mazón no dudó en disparar contra todos para eludir su responsabilidad, señalando a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) -insistió en el supuesto «apagón informativo», que el Gobierno niega, por parte de este organismo dependiente de Transición Ecológica- y también a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

La llamada al alcalde de Cullera

Una huida hacia adelante en la que también ha vuelto a enredarse para explicar el tiempo en que estuvo desaparecido el mismo día de la tragedia, cuando se personó más de dos horas tarde en la reunión del CECOPI, que había arrancado a las 17:00, y, según informaciones de ‘elDiario.es’, estuvo ilocalizable.

Mazón, sin embargo, niega que estuviera «incomunicado» y asegura que este «es uno de los mayores bulos de todo este tiempo» y ha esgrimido que habló en ese periodo de tiempo con el alcalde de Cullera. Este, sin embargo, sostiene que sigue sin entender esa llamada, que se produjo por WhatsApp y en la que Mazón no le dijo nada relacionado con el temporal. «Una conversación más propia de café, copa y puro, que de una situación de emergencia», ha aseverado incluso el regidor.


Fuente: www.lasexta.com