calidad de vida en primera persona

Una de las acepciones de ‘viajar’ en el Diccionario de la Real Academia es ‘Actividad o hecho de viajar por placer’. Así sucede en las diversas opciones que ofrece Navarra para disfrutar de experiencias inolvidables, en un destino no masificado, seguro, sostenible, que cuenta con la mayor calidad de vida de España, desde sus entornos naturales a sus pueblos y ciudades. Una apuesta segura para un fin de semana, para un puente… para todo momento. Toques de distinción en una provincia poblada de alojamientos con encanto y de primera calidad.

Navarra es todo un universo de contrastes, arraigados en siglos de historia y cultura, como la provincia con más espacios naturales protegidos por kilómetro cuadrado de la península Ibérica. Sus cuatro climas (la Zona Atlántica al noroeste, el Pirineo al nordeste, la Zona Media en el centro y la Zona Sur) han conformado un ecosistema en el que confluyen un ‘dream team’ de entornos naturales: bosques, valles, foces, cascadas y cuevas del Pirineo; los campos de cereal, lagunas y viñedos de la Zona Media; las huertas de la llanura del sur; el paisaje desértico más septentrional de Europa, las Bardenas Reales, etc. Enclaves para oscilar entre el ritmo tranquilo del senderismo y el cicloturismo y las emociones fuertes de las competiciones deportivas y el ‘turismo activo’.

El legado histórico se muestra en las diversas viviendas de estilo tradicional (muchas de ellas, casas rurales), como en los casos de los caseríos encalados y las casas de piedra. Historia y cultura se unen, además (dentro y fuera del Camino de Santiago, otro de los hitos navarros), en los castillos, monasterios e iglesias medievales repartidos por un territorio en el que abundan los pueblos con un encanto especial, escenarios (como en el caso de las ciudades) que ofrecen todo tipo de actos festivos que rememoran tradiciones y honran al ‘ADN’ etnográfico navarro. Se recomienda, y mucho, disfrutar de las visitas guiadas y de las visitas teatralizadas que hacen que la experiencia sea más completa.

Entre estos placeres para los sentidos, no puede faltar su gastronomía autóctona, con muchos productos protegidos con DO, como las verduras (espárragos, pimientos, alcachofas, borraja…) y las carnes (chuletón, costillas de cordero). Aún hay más: los hongos, los postres de leche (cuajada, canutillos, quesos DO Roncal e Idiazabal) de la montaña; las pochas, la trufa y los vinos DO Navarra de la Zona Media); el popular pacharán… toda una gama de posibilidades para disfrutar a pie de barra de los pinchos y fritos o sentados a la mesa. Como en el caso de las rutas naturales e históricas, la cultura del paladar en Navarra cuenta con alicientes con las experiencias gastronómicas que bodegas, queserías, destilerías, ganaderías, salineras, trujales, museos de la miel y la trufa, etc. ofrecen a través de visitas, catas, elaboración de producto…

Como muestra, un botón de las diversas opciones que ofrece Navarra a sus visitantes, en este caso con la ruta ‘Irrisarri Land o Baztan Abentura Park + Vía Verde del Bidasoa + Parque Natural de Bertiz + Elizondo + Zugarramurdi’, para aventureros y familias activas. Con dos parques temáticos para disfrutar de tirolinas, vías ferratas, barranquismo, etc. en los valles verdes de Baztan y Bidasoa, o para recorrer (a pie o en bici) la Vía Verde del Bidasoa por la antigua vía del tren, comprar delicioso chocolate con almendras en Elizondo, visitar el señorío de Bertiz y hacer senderismo, acercarse hasta las enigmáticas cuevas de Zugarramurdi y el Museo de la Brujería… Una opción entre todas las sugestivas posibilidades que ofrece Turismo de Navarra. ¡Os esperamos!

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