Better call Saúl

Better call Saúl




Uno de los ‘spin off’ (historia o personaje secundario de un relato anterior que cobra protagonismo individual en otra obra) de más éxito en el mundo de las series televisivas fue aquel en que el llamado Jimmy McGill de ‘Breaking Bad’ se convierte en el abogado Saul Godman de la serie ‘Better call Saul’ (en español, ‘Mejor llamar a Saúl’). Un tipo listo y desvergonzado, especialmente dotado para el camuflaje camaleónico, que le permitía adaptarse a todas las situaciones. Justo lo que necesita el Sevilla, que ya ha llamado a Saúl Ñíguez Esclápez para que lo defienda, frustrado por la incapacidad de otros colegas para hacerlo.Es la vuelta del ilicitano a la competición, tras dos meses largos de ausencia, la mejor noticia para un sevillismo al que los números de García Pimienta , mejores que los de sus últimos antecesores a estas alturas de la competición liguera, no mitigan la desazón por el insufrible fútbol del equipo. Mejor llamar a Saúl, que no esperanzarse en lo que Víctor Orta pueda traer en un mercado de invierno a bajo cero en lo económico y, en función de experiencias pasadas, congelado en lo deportivo.Dos encuentros en casa tiene el Sevilla por delante antes de que el parón para el mazapán tome el relevo del de las selecciones. Los únicos en que los que puede aspirarse de manera racional, no en la ilusión proyectada por los prestidigitadores, a la victoria: Osasuna y Celta. Le quedarán otros dos de visitante, Atlético y Real Madrid, de donde suele salir directo al quirófano del cirujano maxilofacial, tal es el destrozo en las mandíbulas que les procuran.Se rumorea que el choque contra los navarros podría ser el último al que se permitiría asistir a Del Nido Benavente en su condición de abonado, como medida disciplinaria por un enfrentamiento con el abogado del enemigo. Como padre del hijo sería un feo y como máximo accionista individual, un acto bélico. Ya que se pasan los días en los juzgados, dejen que estos, en virtud de las pruebas, dictaminen. Aunque sólo sea para, hasta entonces, seguir castigándolo como espectador.

Fuente: www.abc.es