Barcelona renuncia a ser sede de la próxima Copa América

Jordi Valls, teniente de alcalde responsable de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona explicó hoy miércoles: «En su momento, durante 2021, a Barcelona le hacía falta un evento así porque vivía cierto decaimiento a raíz de la Covid-19 y el proceso independentista».

Añadió: «Cuando acogimos la Copa América teníamos objetivos y propósitos y el tener la Copa América era una ocasión de demostrar que teníamos capacidad para acoger un evento deportivo global, con los objetivos de reforzar la imagen internacional de Barcelona, promocionar el deporte de la vela y de como desarrollar lo que ahora se llama ‘economía azul’, que la ciudad se responsabilizase más de lo que representa el cambio climático y acelerar inversiones que debían realizarse en el entorno de litoral como ha sido la remodelación del Port Olímpic».

Según Valls no se acogerá otra edición porque, «el legado o el propósito que teníamos entre 2021 y 2024 se ha logrado y ya no aporta nada alargarlo hasta 2026 y mucho menos hacer una inversión de recursos públicos para algo que ya hemos conseguido».

«Si hay posibilidad de iniciativas privados -que inviertan para la próxima edición-, estaremos encantados de escuchar, pero como sector público no lo haremos», ha añadido.

La reacción de Grant Dalton, quien había señalado su intención de seguir en Barcelona, se reflejó en un comunicado del Emirates Team New Zealand a primera hora de la noche de ayer martes en el que el máximo dirigente de la organización de la 37ª Copa América, consideraba un gran éxito esta edición y que, «esto representa más equipos y mayores oportunidades generales de expansión. Sería difícil ampliar el número de equipos en función del espacio de infraestructura disponible en Barcelona», incidió.

En primera instancia parecía que la decisión de no continuar era del propio Dalton, que no quiso hacer declaraciones al respecto, especialmente porque horas antes el Ayuntamiento ya le había comunicado la decisión.

Lo curioso es que Grant Dalton ya tenía el compromiso de varios equipos como el Luna Ross italiano, Alinghi suizo, el Orient Express francés o el propio INEOS de seguir la próxima edición si se celebraba en Barcelona. Incluso el Port Vell de Barcelona ya había señalasdo en us momento que podría acoger las bases de dos equipos más en caso necesario.

Ante esta situación, el Emirates Team New Zealand y el INEOS Britannia el Challenger of Record o primer desafiante deben elaborar el Protocolo (Reglamento) de la 38ª edición y en cuanto a la sede ya empiezan a postularse candidaturas.

La primera es la de Valencia, que ya fue sede de la Copa América en 2007 -con 12 equipos- y 2010 y desde diversos medios ya se apuntaba a que si Barcelona presentaba una oferta para ser de nuevo sede, la ciudad estaba dispuesta a mejorar la oferta barcelonesa.

Ya se han mantenido conversaciones entre el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valencia con el Team New Zealand y el propio presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ya declaró: «He hecho, hago y haré todo lo necesario para que la Copa América vuelva a su casa, que es Valencia. No voy a rendirme».

Se habla de una posible oferta de 80 millones de euros y que incluso en lugar de 2026 se podría trasladar a 2027 con un aumento de equipos y la posibilidad de un desafiante español.

«Es un tema en el que estamos trabajando con tranquilidad y prudencia. Es algo que ya dije durante la campaña electoral. Es cierto que los gobiernos anteriores, tanto autonómicos como locales, claudicaron y perdieron la oportunidad», afirmó la alcaldesa María José Catalá.

«La Copa América de 2007 supuso que muchos miembros de los equipos viniesen a vivir a Valencia y muchos se quedaron. No es un turismo puntual sino un impacto económico permanente en el tiempo y, en ese sentido, cuando hay un impacto que permanece y es positivo, hay que valorarlo de otra manera», concluyó.

Después del éxito logrado por el Emirates Team New Zealand en Barcelona, ningún equipo había ganado nunca tres Copas consecutivas (2017,2021 y 2024), en Nueva Zelanda muchas voces de la oposición al gobierno ya han pedido que la Copa vuelva a disputarse en su país.

Lideres de la oposición en el gobierno y de la industria náutica del país, como el hombre de negocios neozelandés Sir Ian Taylor, han recordado al gobierno que, «detrás de la tripulación de ocho hombres que se encuentra en el agua hay 150 personas, muchas de ellas líderes en su campo en diseño, ingeniería y tecnología. Todos ellos tendrían garantizado más dinero si firmaran con cualquiera de los otros equipos».

Taylor añadió: «Así que, en lugar de decir que han abandonado Nueva Zelanda, reconozcamos la lealtad que han demostrado, algunos durante más de 20 años. Grant Dalton y su equipo han pintado un nuevo escenario sobre el cual promover Nueva Zelanda al mundo y el momento de avanzar en ese sentido es ahora».

De momento, el gobierno de Nueva Zelanda ha dicho que si Dalton presenta una oferta para disputar la Copa allí se estidirará. Hace días que Grant Dalton le comunicó al gobierno de su país que si ellos le llamaban y le hacían uns oferta, lo valoraría; las posiciones están muy alejadas.

Y en esta situación, podría darse el caso de que si la Copa América siguiese en Europa, el INEOS Britannia, del magante Jim Ratacliffe y del gobierno británico pudiesen ofrecer como sede a Southampton en el Reino Unido, pero ha surgido un nuevo y más que posible postor: los Emiratos Árabes, concretamente Dubai.

En cuestión de canon por ser sede de la Copa América no tendría rival; en cuestión de horario para cobertura televisiva la diferencia horaria con Europa es de dos horas más y con Nueva York de 8 horas menos.

Si bien es cierto que cuando la Copa América se disputa en el hemisferio Norte las fechas yan del 1 de mayo al 30 de octubre y la competición se realizaría entre Junio y Julio, con temperaturas algo elevadas y con vientos suaves de 8-12 nudos (14 a 22 km/h). Una elección complicada, pero el la puerta a las candidaturas está abierta.