«Aquí hay folloneros y pacíficos, cuando mandan los que les gustan se calman»

«Aquí hay folloneros y pacíficos, cuando mandan los que les gustan se calman»




Luis lleva de su muñeca al aire el pañuelo rojo que el resto de la semana le colgará del cuello. Cohete al cielo. Ayer arrancó San Fermín 2024, las primeras fiestas mayores de Pamplona desde que Joseba Asirón (EH Bildu) recuperó la alcaldía de la capital navarra gracias a la moción de censura facilitada en diciembre por el Partido Socialista de Navarra (PSN). «Aquí hay folloneros y pacíficos, cuando mandan los que les gustan se rebaja», comenta Luis, que almuerza en el Parque de Antoniutti con amigos, sobre el descenso en la tensión política que envuelve al evento en comparación a otros celebrados durante gobiernos, por ejemplo, de Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Este año el chupinazo, que da inicio a 204 horas de fiestas a las que pondrán fin el tradicional ‘Ay pobre de mí’ el próximo 14 de julio, corrió a cargo del grupo de danzantes ‘Duguna Iruñeko’, a los que la lluvia que regó Pamplona durante la mañana dio un descanso para entonar el «Viva San Fermín» y encender la mecha del petardo. «La piel de gallina», dice Silvia mientras abandona la Plaza del Ayuntamiento con su camiseta, antes blanca, empapada de vino.

En el pequeño espacio donde se agolpan miles de personas bajo el balcón del Consistorio se pudo este sábado la bandera de Etxerat, el colectivo que la víspera de San Fermín organizó una marcha por el centro de Pamplona para reclamar la libertad de los presos de ETA. «Lo volvería a hacer», comenta la veinteañera recién llegada desde Valencia, donde vuelve hoy por la mañana, a pesar de haber recibido «bastantes» codazos.

Quienes llevan años disfrutando del evento, como el futbolista del Atlético de Madrid y pamplonica César Azpilicueta, que camina sonriente por el Paseo de Sarasate a la espera de empezar la temporada, explican que hay diferentes formas de hacerlo dependiendo de la edad. «Yo en el 87 entré con una amiga que se desmayó, pero que no caía al suelo porque no había espacio. No podías sacar el brazo para rascarte. La levantaron y la sacaron de la Plaza. Ahora ya no entro», reconoce Rosa sobre una circunstancia que por la mañana asumía el jefe de Policía, Fernando Domeño, durante una entrevista en Radio Euskadi: «Desde fuera parece que no hay gente, pero la sala de crisis está preparada».

Una ciudad blindada

Más de 2.500 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado velarán por el normal desarrollo del evento, sumando a los miembros de la policía local y Protección Civil refuerzos de la Policía Nacional y Guardia Civil. En concreto, seis unidades de UIP(Unidad de Intervención Policial), de la unidad de subsuelo o los Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax). Conviene recordar que España está en nivel cuatro sobre cinco de alerta antiterrorista, y el año pasado 1,5 millones de personas acudieron a la ciudad el año pasado para vivir los actos programados (514 en esta edición).

1,5
millones de personas

visitaron Pamplona durante los Sanfermines del pasado año

Se espera que este fin de semana sea el de mayor afluencia, pese a un descenso previsible de ciudadanos franceses, al coincidir con las fiestas de la localidad de Bayona, que han cambiado de fecha a causa de los Juegos Olímpicos que tienen lugar este verano en el país vecino.

Pese a todo, ingleses, alemanes, peruanos , personas de todas las nacionalidades ocuparon ayer las calles de una ciudad con seis zonas de música distintas y por la que discurrirán en los próximos días ocho encierros con sus corridas posteriores, a cargo de ocho ganaderías distintas –La Palmosilla, Cebada Gago, Victoriano del Río, Fuente Ymbro, Domingo Hernández Martín, Jandilla’ José Escolar y Miura (la más veterana)–. Eventos para los que se disponen 2.700 tablones y 900 postes de vallado en el recorrido, que el año pasado resultó en tres heridos por asta de toro y que tampoco están exentos de polémica en esta edición.

La organización Personas por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) llevó a cabo un acto de protesta en la ciudad con ocasión del inicio de San Fermín, en el que simulaban cepos y cuerpos ensangrentados, para reclamar unas fiestas sin toros. Algo sobre lo que se pronunció Joseba Asirón antes del chupinazo, afirmando que «es un debate que está y tiene que estar en la sociedad», pero que «no va a venir ningún alcalde a firmar un decreto y ponerle fin»..

Fuente: www.abc.es