energía a cambio de inexperiencia
Desde la llegada de Iván Ania al banquillo del Córdoba en Primera Federación, el proyecto blanquiverde ha seguido las mismas directrices durante dos temporadas: un equipo joven, con margen de mejora y poderío físico. Una máxima con la que se movió el club blanquiverde en el pasado mercado de fichajes y que le hizo tener a día de hoy una de las plantillas más jóvenes de la categoría. Jugadores sin apenas experiencia en el fútbol profesional, con potencial escondido en sus botas. Esto le traerá al equipo tantos dolores de cabeza si no funciona, como alegrías si aciertan con las expectativas creadas.
En total, 22 jugadores conforman la plantilla actual que dirige Iván Ania en el Córdoba. Una plantilla corta en la que se apostará también por jugadores del filial. El último en irrumpir, el joven Álex López que, con tan solo 19 años, debutó como titular con el primer equipo ante la ausencia de Calderón. Eso tras salir de una lesión en pretemporada y de no poder debutar con el filial. El Córdoba tiene a día de hoy la segunda plantilla más joven de la categoría, con 25,6 años de media. Tan solo es superada por el Mirandés, que apuesta también por cesiones de jugadores talentosos que todavía no han explotado.
Nada más cerrarse el mercado de fichajes, el CEO del Córdoba, Antonio Fernández Monterrubio, dejó claro que «queríamos un equipo joven. Queríamos un equipo joven. Somos el segundo equipo más joven de la categoría, superados solo por el Mirandés. Queremos jugadores con ambición, físicamente potentes, con capacidad de mejora y que quieran crecer con nosotros. No miramos jugadores que vienen de vuelta y que están en el final de su carrera. No planteamos jubilaciones en el Córdoba. No queremos jugadores que vengan a retirarse, no es la estrategia, salvo que en algún momento dado se pueda hacer alguna excepción». Finalmente, el Córdoba no hizo ninguna excepción y la plantilla se mantuvo como tal.
Entre las ventajas que aporta tener una plantilla joven está la capacidad física que tienen los jugadores. El estilo de juego que propone Iván Ania requiere un nivel bastante alto de intensidad por lo que requiere de jugadores con un físico imponente, con energía y hambre para seguir creciendo. Jugadores que, tengan 90 minutos o 10, van a subir la competencia de la plantilla blanquiverde. Rápidos, con desparpajo y verticalidad.
Además, el Córdoba se ha encargado de crear patrimonio para el club en alguna de las operaciones que ha realizado. Por ejemplo, logró firmar en propiedad a Álex Sala o a Théo Zidane, jugadores que podrían dar mucho rendimiento con el Córdoba en Segunda División al igual que Isma Ruiz entre otros. Por añadir al capítulo de ventajas, una plantilla joven siempre asimilará los conceptos del técnico mucho más rápido que otro más veterano pues no tiene los vicios adquiridos a lo largo de su trayectoria.
Inconvenientes
Por otro lado, la inexperiencia de muchos jugadores puede ser determinante para el devenir del equipo en Segunda. El Córdoba ya lo está sufriendo en primera persona pues está dejando puntos por el camino por culpa de errores propios, totalmente evitables. Prueba de ello son los cuatro penaltis en tres partidos a domicilio consecutivos. Los jóvenes requieren un proceso de maduración, al que no todos llegan a la vez por lo que muchos no darán un resultado inmediato. Como es el caso de Jude Soonsup-Bell, la apuesta más arriesgada de la dirección deportiva. Un jugador inglés que necesita un largo periodo de aclimatación antes de poder aportar.
Muchos de los jugadores blanquiverdes son debutantes en el fútbol profesional y han escogido al Córdoba (o viceversa) para esa primera aventura en Segunda División. Sin embargo, esa inexperiencia en la categoría hace que muchos pequen de novatos a la hora de hacer faltas o medir lo que requiere un partido en cada momento. En las últimas jornadas, Iván Ania ha sido testigo de ello viendo como jugadores como Calderón, Mati o Marvel han cometido fallos que se han transformado en goles.
Tras el empate ante el Albacete en el Carlos Belmonte, el técnico asturiano ya mostró su descontento con lo que vio en el campo y con situaciones evitables, fruto de la inexperiencia. Por ejemplo, señaló que Marvel tenía una sobrecarga y aun así se mantuvo en el lateral izquierdo. A juicio del entrenador, «tendría que haberse colocado como punta para no molestar, pero a veces no llega bien la información a los jugadores». Mucho margen de mejora en una plantilla que está intentando sacar su mejor versión con el mismo plan que funcionó la temporada pasada.