Los cambios clave en la Justicia tras la aprobación de la nueva Ley de Eficiencia judicial

El Gobierno ha cerrado el curso político con una derrota en materia fiscal pero con un triunfo en materia judicial. Todo, gracias a la aprobación de la Ley de Eficiencia de la Justicia que, según Félix Bolaños, servirá para que la Justicia «sea más ágil desde el punto de vista organizativo y procesal».

Y es que el ministro ha celebrado el triunfo en un 2024 que califica como «el gran año de la transformación de la Justicia», y que ha tenido su final con esta ley aprobada en el Congreso. Una que Bolaños espera sea la antesala de la actualización de la ley de enjuiciamiento criminal en 2025.

Con esta Ley de Eficiencia de la Justicia se espera que se favorezca, como dice Bolaños, la mediación y el arbitraje: «Que no todo llegue a litigios. Que las partes se puedan poner de acuerdo con carácter previo».

En ese sentido, además, habrá oficinas de Justicia en los diversos municipios, algo sobre lo que el ministro saca pecho: «Desde tu propio pueblo vas a poder hacer gestiones procesales y testificar».

«Estoy muy contento porque hemos conseguido sacar adelante esta ley. Una Justicia con más medios, con más digitalización, con más modernización y, por supuesto, con agilidad», explica Bolaños.

Una ley con dos líneas de actuación

Esta Ley introduce dos líneas de actuación, con una reforma organizativa y otra procesal, en la que además se fomentará la digitalización para modernizar las estructuras de la Justicia.

Para unificar los criterios, se van a crear los Tribunales de Instancia, un órgano que integra todos los juzgados unipersonales y de primera instancia en una única organización. Además de para lo citado anteriormente, se espera que sirva para facilitar la especialización.

Además, como dijo Bolaños, se crearán las Oficinas de Justicia en los Municipios para que los ciudadanos tengan un punto de contacto directo con la Justicia. Se podrán realizar trámites procesales sin tener que ir a una capital de provincia.

Las figuras de la mediación y del arbitraje aparecen como claves para evitar la sobrecarga en juzgados y tribunales, con el objetivo de agilizar los procesos judiciales y para que las partes puedan llegar a un acuerdo sin tener que pasar por un juicio.

Derrota en lo fiscal; victoria en Justicia

Así ha cerrado el curso el Gobierno, con una derrota en cuestiones tributarias tras no salir adelante el gravamen a las energéticas pero con una victoria gracias a la luz verde que ha recibido esta Ley de Eficiencia de la Justicia.