El contrato de De la Fuente, el Mundial o la apuesta por el fútbol femenino y no profesional, misiones de Louzán
MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) –
El nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, apostará por un programa para dirigir el ente destinado a unir al fútbol español, con el énfasis en ayudar al ámbito menos profesional y al femenino, el trabajo hacia el Mundial 2030 y con confianza plena en acabar lo antes posible con la incógnita del contrato del seleccionador Luis de la Fuente.
‘Unidos por el fútbol español’ fue el nombre del programa que presentó el gallego, un documento que consta de 50 páginas y que Louzán quiere que sea «un contrato con el fútbol español» y que refleje «la sensibilidad y las distintas propuestas que todos los actores principales» de este deporte a nivel nacional, según detalló en su presentación el pasado viernes.
Louzán, que tiene también la misión de ‘convencer’ de su buen talante y capacidad al Gobierno, escéptico con su figura por su condena por inhabilitación, todavía no firme hasta febrero de 2025, y por su vinculación al PP, tendrá que acometer la dirección de una federación que es en el ámbito nacional la más potente a nivel económico y mediático.
Entre sus principales deberes estará seguramente acabar con la incertidumbre del nuevo y mejorado contrato de Luis de la Fuente, algo para lo que ya mostró su confianza plena, considerando que sería «fácil» llegar a un acuerdo. Sus palabras del pasado viernes también hacen intuir que Montse Tomé, renovada hasta 2025, se mantendrá también al frente de la Absoluta femenina.
Otra de sus tareas es la de la preparación para el Mundial de 2030, para la que España ya es oficialmente la organizadora junto a Portugal y Marruecos. El nuevo presidente federativo ya dejó claro que tiene el deseo de trabajar y dialogar con la FIFA para lograr incluir entre las sedes a Valencia y Vigo, y por conseguir que la final sea en suelo español, con una aparente mayor predisposición a que sea en Madrid y en el Santiago Bernabéu.
A nivel de competiciones, la Supercopa de España tiene muchos visos de quedarse en Arabia Saudí porque Louzán advirtió que hay un contrato hasta 2029 y que habría que lograr unos «ingresos parecidos», cuya mitad son una gran ayuda para el fútbol no profesional y de base, en caso de volver a ‘casa’. También recalcó que la Copa del Rey MAPFRE podría volver a estar organizada por LaLiga de cara igualmente a fortalecer su retorno económico.
MEDIDAS PARA BUEN GOBIERNO, FÚTBOL FEMENINO Y NO PROFESIONAL
Además, en su programa hay una apuesta firme por la buena gobernanza, para lo que el ente se adherirá al nuevo código de Buen Gobierno del CSD, el fortalecimiento del órgano de ‘Compliance’, la puesta en marcha del sistema de voto electrónico para las Asambleas y los procesos electorales, o la creación de un órgano de contratación con una normativa estricta y clara, velando por los intereses de la entidad y seleccionando las mejores ofertas.
Louzán indicó que quería revertir a las Federaciones Territoriales el 1 por ciento que adicionalmente ingresa la RFEF de los derechos audiovisuales tras el ‘Pacto de Viana’ y que Rubiales no lo había destinado finalmente. También busca reforzar al fútbol femenino elaborando un plan estratégico, el desarrollo en todo el territorio competiciones exclusivas o la creación de un convenio de competición que trate temas de horas, salario, descansos o desplazamientos.
Además, el gallego quiere la presencia del 40 por ciento de mujeres en la Junta Directiva, incluyendo representación del estamento de futbolistas, la presencia de sindicatos de futbolistas en el Comité Nacional de Fútbol Femenino, aumentar el presupuesto del fútbol femenino y dotarlo de herramientas de control económico, y mejorar el modelo de la Supercopa para dotarla de «mayor proyección» y conseguir nuevos ingresos para la base.
Las medidas para el fútbol sala pasan por dotarle de mayor visibilidad, con un posible destino en el extranjero de la Supercopa, o el trabajar con la UEFA para crear una Liga de Campeones Femenina, mientras que para el fútbol playa quiere una competición regular, la construcción de una instalación fija en la Ciudad del Fútbol o apostar por traer grandes eventos aprovechando la orografía de España.
Para el colectivo de los futbolistas, Louzán quiere recuperar el partido a beneficio de la AFE y hacer uno también a nivel femenino, la creación de un Convenio de Competición y de un programa de conciliación para las concentraciones de selecciones, o medidas para proteger la salud física y mental de los y las futbolistas.
En cuanto a los entrenadores, crear el primer Convenio Colectivo para los técnicos fútbol de la Liga F y los no profesionales de Primera, Segunda y Tercera RFEF, o confirmar la redistribución del 3 por ciento que aportan los entrenadores de fútbol profesionales y no profesionales a la RFEF, tanto en categoría masculina como femenina, para que retorne la totalidad al colectivo.
Para el colectivo arbitral, los objetivos son dotar de mayor autonomía al Comité Técnico (CTA), un programa laboral para cuando pongan fin a su carrera, y valorar con FIFA la implantación del Football Video Support (la versión más económica del VAR) en el fútbol no profesional y del VAR en la Liga F y en los ‘playoffs’ de ascenso de 1ª RFEF a LaLiga Hypermotion, sin olvidar nuevas medidas para su protección.
Finalmente, el proyecto de Rafael Louzán trae un ambicioso proyecto audiovisual con una OTT, que el gallego calificó como «el Netflix» del fútbol no profesional y del fútbol sala y la necesaria modernización a través del uso de la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data. Además, como ya hiciese en Galicia, el nuevo presidente de la RFEF quiere poner en marcha un Congreso de Fútbol, Fútbol Sala y Fútbol Playa.