50 partidos con el Sevilla

50 partidos con el Sevilla




Kike Salas es uno de los canteranos del primer equipo del Sevilla que se han convertido en referencia en muy poco tiempo. Su camino, como el de cualquier jugador que llega a la elite desde las categorías inferiores, no ha sido sencillo. Ha tenido que sufrir en sus propias carnes el hecho de debutar en un mal momento, que no se confiase plenamente en él, con una cesión en enero de 2023 a un club de Segunda (Tenerife), para regresar al año siguiente y seguir peleando por el sueño de ser un referente en el club que le vio nacer y del que es seguidor desde niño. En esa pelea por ganarse un puesto entre los mayores tuvo mucho que ver su anterior entrenador, Quique Sánchez Flores, quien impulsó su carrera como central zurdo en defensa de tres, aprendiendo el oficio de su ídolo Sergio Ramos, para que el nuevo jefe del banquillo, García Pimienta, aunque haya tardado en verlo, esté firmemente convencido de que lo necesita en la hierba, ya sea como improvisado lateral (dos asistencias en el Metropolitano) o de pareja junto a Loïc Badé. A sus 22 años, Kike ha cumplido 50 partidos con el Sevilla. Sus bodas de oro con el primer equipo. También ha debutado con la selección española sub-21. Vive un momento dulce. Es el año de su confirmación.

Y eso que a su nuevo entrenador, siempre valorando el trabajo que realizaba en la Ciudad deportiva, le ha costado dar el paso de contar con el de Morón como titular. El peso específico que debían tener Nianzou o Marcao, por el precio pagado en su día y su elevado salario, comenzó pesando en la balanza. Los eternos problemas físicos del francés cada vez que encadena dos o tres partidos, unidos a las meteduras de pata del brasileño, quien partía como titular cuando cogiese la forma por su salida de balón, han terminado por convencer al técnico catalán de la idoneidad de generar un vínculo entre Badé y Kike. Que sean los dueños de esa línea de cuatro que tanto necesita un equipo que había crecido en seguridad defensiva, pese a los sucedido contra el Atlético de Madrid en la última jornada.

Es la tercera temporada que Kike Salas parece con el primer equipo. Debutó con Julen Lopetegui. Fue de la mano de José Ángel Carmona en una experiencia dolorosa por el momento, aunque enriquecedora a la hora de sentir y comprender qué significa llevar la camiseta del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Con la llegada de Sampaoli se decidió que lo mejor fuese que ganase experiencia en Tenerife. También se planteó su salida al ese verano posterior, con Mendilibar, quien habían afianzado a Gudelj como central. Duró poco el técnico vasco y menos aún Diego Alonso. La llegada de Quique le abría la puerta a Kike Salas, quien comenzó a encadenar partidos y buenas actuaciones como central liberado en defensa de tres. También actuó de lateral, donde ahora lo coloca sin reparos García Pimienta.

50 millones de cláusula

Los momentos cumbre de Kike Salas en estos 50 partidos son varios. Debutó en Champions justo el día del adiós de Lopetegui al Sevilla tras más de tres años en el banquillo; anotó su primer gol en Balaídos para rescatar un punto muy necesario; marcó en el Benito Villamarín para conseguir su primer gol en un derbi; o dio dos asistencias en el Metropolitano en su partido número 50 con el primer equipo. El defensor sevillano tiene contrato hasta 2026 con los de Nervión, con una cláusula de rescisión precisamente de 50 millones. Su aspiración es afianzar su liderazgo con un contrato más largo en el club de su vida. Está dando los primeros pasos para ello.


Fuente: www.abc.es