Muriel Romero toma el testigo de Joaquín de Luz con la puesta en escena en la Zarzuela de ‘La sylphide’

Muriel Romero toma el testigo de Joaquín de Luz con la puesta en escena en la Zarzuela de ‘La sylphide’




Tres meses después de asumir la dirección de la Compañía Nacional de Danza, Muriel Romero toma el testigo de su antecesor, Joaquín de Luz, en el Teatro de la Zarzuela (del 12 al 22 de diciembre). Y lo hace con ‘La sylphide‘, en una producción que vio la luz en este mismo escenario hace un año. Lo hace, dice la directora de la compañía, «por devoción y no por obligación».

‘La sylphide’ es, con toda seguridad, el mayor emblema de un coreógrafo, el danés August Bournonville (1805-1879), que desarrolló un estilo muy personal, cuyo legado ha mantenido a lo largo de los años el Royal Danish Ballet. Se caracteriza por su elegancia, y es un estilo de baile etéreo, que muestra una mayor rigidez en el tronco que otras escuelas, y en el que los movimientos son generalmente más pequeños y menos expansivos.

Aunque Filippo Taglioni estrenó en la Ópera de París un ballet con el mismo tema en y título en 1832, fue la versión que hizo Bournonville cuatro años después, con música de Herman Severin Løvenskiold y libreto de Adolphe Nourrit, la que ha sobrevivido; es, de hecho, el ballet más antiguo que existe.

La producción que presenta la Compañía Nacional de Danza la ha puesto en pie Petrusjka Broholm, vinculada al Royal Danish Ballet desde niña y que conoce a la perfección el repertorio de Bournonville. Para montar esta versión -en la que ha contado con la colaboración de Arantxa Argüelles, que estuvo también en la compañía danesa y bailó el papel principal de este título- realizó una investigación de más de seis meses en la que vio versiones del ballet, dice Broholm, «y así conseguir una versión lo más parecida al original sin que pareciera antigua».

‘La silphyde’, prototipo del ballet romántico, sucede en Escocia. Un joven, James, está comprometido con Effie. Una noche, mientras duerme, entra por la ventana de su casa una sílfide -un ser etéreo, invisible y de gran belleza-. Los dos se enamoran, pero al ser la sílfide un ser inmortal, James decide visitar a la bruja Madge, que está a su vez también enamorada de James. La bruja le entrega una poción y hace creer a James que con él se le caerán las alas a la sílfide y perderá su condición de inmortal; sin embargo, el bebedizo, en realidad, mata a la sílfide.

La italiana Giada Rossi y el cubano Yanier Gómez Noda encarnarán en la primera noche (12 de diciembre) a la pareja protagonista. Los dos destacan la exigencia técnica de sus papeles, «aunque tenemos que hacer que parezca que no nos cuesta nada», coinciden los dos. «Es el peso del cuerpo el que hace el movimiento», dice Rossi, que destaca que el estilo Bournonville exige una fuerza técnica sin perder el estilo romántico, y requiere un gran trabajo de pies y mucha limpieza en el salto». «Tiene igualmente -añade Broholm- un modo de usar las puntas diferente del de Petipa, por ejemplo».

Fuente: www.abc.es