China investiga al coloso tecnológico Nvidia por violación de las leyes antimonopolio

China investiga al coloso tecnológico Nvidia por violación de las leyes antimonopolio




China ha comenzado a investigar a Nvidia, el gigante estadounidense tecnológico, por presuntamente violar la legislación antimonopolio del país. Así lo ha anunciado hoy la Administración Estatal de Regulación de Mercados, organismo estatal chino, a través de un comunicado. La acusación, que no ofrece motivos de peso por los que la compañía de inteligencia artificial y componentes informáticos haya violado las leyes antimonopolísticas, es calificada como una represalia ante las limitaciones de exportación de chips chinos impuestas por Washington.

Del mismo modo, China sospecha que Nvidia ha infringido las condiciones que asumió con la compra de la compañía de semiconductores israelí Mellanox Technologies. Organismos reguladores chinos, así como europeos y estadounidenses, supervisaron la operación en 2020, y le dieron el visto bueno, para alivio de los inversores.

Algunas de las condiciones del acuerdo incluían que Nvidia suministrase a China aceleradores convergentes de GPU, componentes utilizados para el procesamiento de IA en tiempo real, en condiciones «justas, razonables y no discriminatorias». Del mismo modo, Nvidia y Mellanox se comprometieron a dar la posibilidad a consumidores y distribuidores de adquirir un inventario de aceleradores de hasta un año. Por otro lado, el acuerdo impedía la agrupación forzosa de productos en packs, términos de comercio irrazonables, restricciones de compra o discriminación de clientes.

China afirma que varias de las cláusulas de dicho acuerdo han sido incumplidas por Nvidia, pero aún no han tenido a bien explicar cuáles son dichos puntos del acuerdo de compra. Estas acusaciones, de momento no probadas, se encuadran en un marco mucho mayor. Se trata de un nuevo avance de la guerra de desgaste que ambas superpotencias libran en estos momentos, buscando la superioridad tecnológica en detrimento de la posición de su rival.

Boxeo institucional

La semana pasada, Washington lanzó su tercera campaña en tres años contra la industria de semiconductores china. De este modo, se impusieron sanciones a la importación de productos de 140 empresas, entre las que figura Naura Technology, la mayor fabricante de semiconductores del país. La respuesta del gigante oriental fue rápida, pues al día siguiente China anunció la prohibición de exportar materiales clave en la fabricación de chips y otros componentes tecnológicos, como el galio, el germanio y el antimonio.

La semana pasada, cuatro de las asociaciones más importantes de fabricantes de chips chinos ya afirmaron, sin ofrecer ninguna razón de peso, que los semiconductores estadounidenses no eran seguros, aconsejando a los fabricantes adquirirlos de forma local. Nvidia cotiza en los índices bursátiles Nasdaq y S&P 500, y sustituirá pronto a Intel en Dow Jones, el índice que agrupa a las 30 de las principales empresas de Estados Unidos.

A causa del anuncio de China, sus acciones cerraron ayer con un descenso del 2,5%. En la actualidad, Nvidia es considerada la empresa cotizada con mayor valor de mercado a nivel mundial. Sus acciones han experimentado un aumento del 180% en lo que va de año, y la empresa cuenta con una capitalización de 3,40 billones de dólares, unos 3,14 billones de euros. Disputa este puesto con Apple, cuya capitalización asciende a los 3,36 billones de dólares, 3,1 billones de euros. En tercer lugar, un poco por debajo, se encuentra Microsoft, con 3,07 billones de dólares (2,83 billones de euros).

Al calor de los acontecimientos, un portavoz de la compañía declaró que, en Nvidia, «trabajan duro para ofrecer los mejores productos posibles en casa región, y hacen honor a sus compromisos en cualquier lugar«. Del mismo modo, añadió que »estamos encantados de responder cualquier pregunta que los reguladores puedan albergar acerca de nuestro negocio«, invitando a China a dialogar para tratar de demostrar las acusaciones vertidas sobre la compañía fundada por el taiwanés Jen-Hsun Huang.

El jefe de análisis e investigación de TECHnalysis, Bob O’Donnell, afirmó a la agencia ‘Reuters’ que la investigación no apunta a tener un gran impacto en la compañía, especialmente a corto plazo, puesto que los chips más avanzados de Nvidia ya contaban con duras restricciones de venta en China. «Está claro que el gobierno chino intenta reaccionar ante las restricciones estadounidenses, pero su capacidad de causar un impacto en la industria de EE.UU. continúa decreciendo«, añadió O’Donnell.

Perseverancia para sortear las sanciones

Nvidia, al igual que cientos de empresas tecnológicas de ambos países, lleva años sufriendo los daños colaterales de las fricciones entre ambas potencias. En 2022, Estados Unidos sancionó la exportación a China de los chips de inteligencia artificial A100 y H100, a lo que la compañía respondió desarrollando versiones alternativas de los mismos para venderlos en dicho país.

Sin embargo, EE.UU. no cejó en su empeño por castigar a su rival, pues en octubre de 2023 el país endureció las restricciones y restringió la venta de estas nuevas versiones. Cualquiera se atrevería a pensar que Nvidia se rindió, pero a causa de la importancia estratégica del mercado chino, decidieron volver a desarrollar una versión modificada para exportarla.

Nvidia acaparaba el 90% de las ventas de chips de inteligencia artificial en China antes de las sanciones. Sin embargo, los rivales locales le pisan los talones, especialmente el coloso de las telecomunicaciones Huawei. En cuanto a los porcentajes de ingresos, el mercado chino reportó a Nvidia el 17% de sus ingresos el año pasado, descendiendo con respecto al 26% de 2022. Las limitaciones al comercio parecen haber hecho mella en la estrategia comercial de la compañía estadounidense.

La experiencia avala a China

Existen precedentes de acusaciones de China por violación de normas antimonopolísticas. Uno de los procedimientos más destacables tuvo lugar en 2013, cuando la superpotencia lanzó una investigación contra la empresa estadounidense Qualcomm, líder en la industria inalámbrica y con gran peso en la fabricación de componentes para móviles.

China acusó a Qualcomm a través de su filial local, por cobrar precios excesivosy abusar de su posición de mercado en la industria de las comunicaciones inalámbricas. Como resultado de la acusación, Qualcomm accedió a pagar una multa de 975 millones de dólares, la mayor que China había impuesto a una empresa hasta la fecha.

Los avances sobre esta investigación no tardarán en producirse, con la guerra comercial entre China y Estados Unidos se encuentra en un punto álgido. EE.UU no tardará en responder, con la llegada en pocos meses de Donald Trump a la presidencia. El magnate ha sido siempre muy crítico con la importación de productos chinos, y todo apunta a que la situación se recrudecerá en los próximos tiempos con ambos países reacios a dar su brazo a torcer en la lucha por la preeminencia tecnológica mundial.

Fuente: www.abc.es