Macron busca un nuevo primer ministro y descarta negociaciones con Mélenchon y Le Pen

Macron busca un nuevo primer ministro y descarta negociaciones con Mélenchon y Le Pen







Tras la moción de censura que la semana pasada acabó con el Gobierno de Michel Barnier, el presidente francés, Emmanuel Macron, busca aliados moderados para designar un Gobierno estable. Lo hace excluyendo a la coalición de izquierdas de Jean-Luc Mélenchon (ganadora de las elecciones) y a la extrema derecha de Marine Le Pen, después de que ambos votasen para poner fin al mandato del primer ministro más breve de la historia de Francia.

El presidente se reunirá el martes con los principales líderes políticos, con excepción de los partidos de Mélenchon y Le Pen. La Francia Insumisa (LFI) se niega a dialogar con el Gobierno e insiste en que la única salida es la dimisión de Macron. Pero sus 70 diputados no serían esenciales si el resto de los partidos moderados y de izquierdas se ponen de acuerdo con el presidente. Al otro lado, el Elíseo ha decidido prescindir del apoyo de los ultraderechistas después de que los de Le Pen apoyasen la moción de censura.

Así, Macron aspira a reunir a partidos muy diferentes con posiciones irreconciliables, que aseguran estar dispuestos a sacrificarse para romper el bloqueo político que vive el país. Después de la caída de Barnier, la semana pasada pasaron por su despacho macronistas, socialistas y conservadores.

Negociaciones con los grupos parlamentarios

Tras una tregua de fin de semana protagonizada por la reapertura de la catedral de Notre Dame, este lunes Macron ha retomado las negociaciones con los regionalistas, comunistas y ecologistas. Una vez acabados estos encuentros, el Elíseo anunció que este martes reunirá a todos los líderes políticos, salvo a Le Pen y Mélenchon.

Sin un desenlace claro, estas reuniones vislumbran una ruptura del frente común de la alianza parlamentaria, ya que mientras socialistas, comunistas y ecologistas se abren al diálogo, Mélenchon sigue en la estrategia de desgastar a Macron. Sin embargo, los socialistas y ecologistas ha exigido lo mismo que la Francia Insumisa: que el nuevo primer ministro proceda de la izquierda, ganadora de las pasadas legislativas.

Unas condiciones que no está claro que vayan a aceptar en el centro y la derecha tradicional, cuyas primeras declaraciones no allanan el camino del acuerdo. Los conservadores, dirigidos por el actual ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, aseguran que no aceptarían un primer ministro procedente de la izquierda, mientras que los macronistas, a cuyo frente se sitúa el ex primer ministro Gabriel Attal, descartan revertir algunas de las reformas recientes, como el retraso de la edad mínima de jubilación.

Macron busca encontrar un Gobierno de moderados que pueda encontrar la estabilidad parlamentaria que no tuvo Barnier, en un momento en el que el país afronta una situación financiera compleja, con un déficit disparado y una deuda pública por las nubes. Con esta decisión, el presidente cambiaría de estrategia con respecto al verano pasado, cuando acabó por nombrar primer ministro al conservador Barnier tras haber hecho solo consultas individuales, sin pactos previos.

Fuente: www.rtve.es