«Nuestro secreto es hacer las cosas como las hicieron nuestros antepasados»

-¿Qué supone para una empresa como la suya obtener este premio?

-Supone conseguir una gran repercusión a nivel nacional e internacional. Cada vez hacemos más pedidos con clientes nuevos. Este premio es un gran escaparate al mundo, así como un reconocimiento al trabajo de todo nuestro equipo. Significa que hacemos las cosas bien.

-¿Cuál es el origen de la empresa Agroibérica?

-Mi abuelo y su hermano venían a esta zona en los años 50 desde Guijuelo (Salamanca) para comprar cerdos y para realizar todo tipo de intercambios comerciales. Su deseo era construir un secadero y eligieron hacerlo en Pozoblanco porque no existía ninguno en ese momento. Mi abuelo también fue uno de los impulsores de la Denominación de Origen Protegida Los Pedroches. El nombre original de la empresa era Malcani.

-¿Cuántos animales sacrifican al año?

-Anualmente mataremos entre mil quinientos y dos mil cerdos, incluidos los cien por cien ibéricos de bellota y los de cebo de campo. Nuestras instalaciones están ubicadas en Pozoblanco, tienen cuatro plantas y su superficie alcanza los cuatro mil metros cuadrados. Destaca la capacidad de nuestra bodega, que puede guardar hasta treinta mil piezas, que se van acumulando de un año para otro. En plantilla somos once personas.

-¿Cuáles son los principales mercados?

-El mercado nacional es el más importante para nosotros. Hemos hecho algo fuera de España, en países como Brasil o Inglaterra, pero los resultados no han sido los esperados. No obstante, tenemos pedidos de zonas tales como Italia, Portugal o Francia. Hemos empezado a hacer algo en Suiza, Alemania y Holanda, pero tampoco nos interesa extendernos demasiado porque toda nuestra producción ya, prácticamente, se vende. Somos fuertes en Madrid, el Levante, Albacete o Cantabria. Dentro de España, pretendemos entrar en Baleares y en el País Vasco, que destaca por ser uno de los grandes referentes de la gastronomía.

-¿Qué peso en su actividad tiene la venta a través de Internet?

-La pandemia supuso un momento muy difícil, porque afectó mucho a la hostelería, uno de nuestros principales clientes, y se suspendieron muchos eventos. Esto provocó que se vendiera más a particulares, lo que potenció la comercialización a través de Internet y la aparición y la potenciación de nuevos envases, como son los loncheados, que están de moda porque su utilización es muy cómoda para los compradores. En nuestro caso, la venta a través de nuestra página web la iniciamos algunos años antes del Covid. Empezamos con pocos pedidos, pero a partir de 2018 empezó más fuerte y ya en la pandemia fue cuando se produjo el crecimiento más importante.

-¿Cómo se presenta la campaña de Navidad?

-Para nosotros supone en torno al cuarenta por ciento de nuestra facturación. Algo que hemos notado en los últimos años es que la campaña cada vez se adelanta más. Antes empezaba en noviembre y actualmente ya recibimos pedidos en septiembre. Las perspectivas este año son buenas. A clientes habituales les estoy avisando que nos queda poco género, sobre todo de paletas, lo que ha provocado que se cierren pedidos más rápidamente.

-¿Cuál es la situación de los precios respecto al año pasado?

-No se han subido demasiado. Hay que tener en cuenta el aumento de los costes de producción derivados de la guerra en Ucrania, sobre todo los que se refieren a los piensos con los que se alimentan a los animales. También se ha notado en los últimos años la falta de agua en la zona. De este modo, el alza del precio que se haya podido producir es consecuencia de este incremento de los gastos.

-¿Qué previsiones tienen para la actual montanera?

-Son buenas. Menos mal que en marzo se registraron unas precipitaciones que fueron muy importantes tras catorce meses de sequía.