Costaleras de la Hermandad de la Caridad de Ciudad Real acusan a la dirección de impedir que procesionen en Semana Santa
CIUDAD REAL, 2 Dic. (EUROPA PRESS) –
Las mujeres de la Cuadrilla de Costaleros del Cristo de la Caridad de Ciudad Real han denunciado maniobras de la actual dirección de la Hermandad para impedir que participen en la procesión de Semana Santa de 2025, prohibiendo unilateralmente la participación mixta en el paso.
Elena María López costalera y hermana del Cristo de la Caridad, ha explicado en declaraciones a Europa Press que, el pasado viernes, la Junta Directiva trasladó a las costaleras, en una reunión a la que solo convocaron a las ocho costaleras, sin sus compañeros costaleros, la decisión de prohibir las cuadrillas mixtas, compuestas por hombres y mujeres. Algo que choca con el funcionamiento de la Hermandad desde el año 2013, cuando el paso comenzó a ser portado por hombres y mujeres.
«La cuadrilla fue exclusivamente masculina hasta el 2013», explica López, señalando que ese año se permitió a mujeres formar parte de la cuadrilla que carga al Cristo de la Caridad, gracias a la presión de dos hermanas, «Ángela y Carmen». «Desde entonces, desde hace 11 años, han participado mujeres y la cuadrilla ha sido mixta», añade.
A pesar de más de una década de funcionamiento, la nueva Junta de dirección de la Hermandad, elegida este año y encabezada por el ‘Hermano Mayor’ Agustín Sánchez, ahora ha prohibido que hombres y mujeres porten la imagen conjuntamente. Una decisión, afirma López, establecida por el criterio de dirección sin consultar a las 228 personas que forman parte de la Hermandad.
Para López, «una decisión de ese calibre debería haberse llevado a una asamblea general en la que los hermanos pudieran votar». Sin embargo, cuando les fue planteada esa posibilidad, «dijeron que se podía establecer bajo su criterio exclusivo».
Así, «después de casi hora y media de discusiones y algunas cosas malsonantes», quedó establecido el 19 de enero como fecha límite para conformar una cuadrilla de mujeres de 32 personas para portar el paso, o, de lo contrario, las mujeres quedarían excluidas de la Semana Santa de 2025.
Sin embargo, el agravio para las ocho mujeres costaleras de la Hermandad de la Caridad continuaría este pasado sábado, 30 de noviembre, cuando «el capataz de la cuadrilla comunicó a través de un canal en el que solo puede escribir él, que la cuadrilla de mujeres quedaba suprimida».
«Decía que por la contrariedad que habíamos mostrado y la negatividad ante el proyecto, se cancelaba totalmente el proyecto de cuadrilla femenina y las mujeres quedaban fuera», explica López, subrayando que, dado que se trataba de un canal en el que no se podía responder «no ha habido momento de réplica».
«UN ACTO DE MACHISMO CLARÍSIMO»
Para Ángela María Rodríguez, pionera que se incorporó a en 2013 tras «diez años llamando a las puertas a conseguir entrar en la cuadrilla», la decisión de la Junta forma parte de «un intento deliberado por excluir completamente a las mujeres del paso».
Según afirma, resulta «imposible conseguir otras veinticuatro mujeres que quieran sacar precisamente este paso», destacando que es una imagen muy pesada y que ya existen dificultades para encontrar hombres que quieran portarla.
Un hecho que la dirección conoce, asegurando que la decisión responde a «un acto de machismo clarísimo». «Obviamente, lo consideramos una ofensa y un retroceso muy grande», apunta Rodríguez.
«Nosotras queremos continuar, pero con nuestros compañeros, como hemos estado hasta ahora. No estamos dispuestas a que nos separen como si fuéramos los vestuarios de una piscina», afirma Rodríguez.
Por el momento, la costalera no es optimista respecto a la Semana Santa de 2025. «Sabemos que esta batalla a día de hoy la tenemos perdida, pero la guerra se gana en la última», ha afirmado en este sentido.
Además, ha destacado la importancia de hacer frente a una decisión «fuera de lugar» y que el trabajo de las actuales costaleras «sirva para que mi hija y las demás mujeres el día de mañana tengan esa puerta abierta y no tengan que dar cabezazos como los dimos nosotras».