La edila compostelana María Baleato, nueva coordinadora de Cultura del PPdeG tras la polémica dimisión de Chapela
La número dos del partido reitera su «sorpresa» por el paso del concejal de Bueu y remarca que «nunca» había mostrado «malestar interno»
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) –
La edila compostelana María Baleato, responsable de las áreas de Cultura, Turismo e Relacións Institucionais en el PP de Santiago, será la nueva coordinadora de Cultura del PPdeG tras la polémica dimisión de Daniel Chapela, también concejal en Bueu (Pontevedra), quien anunció que pediría la baja del partido entre críticas a un «equipo claramente incompetente» del conselleiro de Cultura, José López Campos.
Este jueves, jornada en la que la comisión de Cultura del partido se reunirá en Padrón (A Coruña), con la presencia de López Campos, la número dos del partido, Paula Prado, ha informado de la propuesta de nombramiento de la nueva coordinadora, María Baleato, quien dentro del PP local compostelano preside la Comisión Local de Turismo, Acción Cultural e Relaciones Institucionais dentro do propio partido.
De ella, la secretaria general del PP gallego ha destacado que es miembro de la Comisión Asesora de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento y secretaria de la Asociación Cultural Casino de Santiago. También fue miembro del jurado Premio Novela Europea, así como del Premio Lorca-Guerra da Cal, Blanco Amor. En resumen, una personas «muy activa en la vida cultural» de la capital gallega.
Prado le ha dado la bienvenida al Comité ejecutivo del partido convencida de que hará «un magnífico trabajo», al tiempo que ha manifestado su «sorpresa» por el dado paso por Chapela y ha argumentado que hasta esta semana «nunca había manifestado nada en el ámbito interno» del PPdeG.
«Somos un partido galleguista, centrista y moderado. Nuestra defensa del uso del gallego es un uso armónico y cordial. No apostamos en ningún caso por la imposición. Es la misma postura que tenemos desde siempre», ha defendido, antes de añadir que es «la misma» que existía cuando Chapela se «afilió».
Sus quejas, ha reiterado, solo han llegado a la dirección del partido a través de sus manifestaciones «en los medios de comunicación». «No tenemos ninguna otra información al respecto», ha apostillado.
RECHAZA «LA POLITIZACIÓN» DE LA DEFENSA DEL IDIOMA
En un escenario en el que las críticas de Chapela se centran en la política lingüística y tras la manifestación que tuvo lugar el pasado fin de semana, Prado ha replicado que los populares respetan «todas» las protestas, «incluso la que se llevó a cabo este fin de semana», pero se ha reafirmado en que no consideran que «sea buena ninguna politización ni apropiación» en defensa de la lengua.
«Lo que vimos en esa manifestación que hubo este fin de semana fueron banderas independentistas, única y exclusivamente de un partido muy concreto, de una formación política que usa una bandera como es la ‘estreleira’. Y no creemos que haya que politizar ni apropiarse de la defensa del gallego».
«Creemos que cualquiera que quiera participar en estas manifestaciones, insisto, pero no compartimos esa politización de la lengua», ha recalcado.
¿POSIBLE UN PACTO POR LA LENGUA?
A las puertas de una nueva reunión con los grupos, un paso que ha avanzado el conselleiro del área, preguntada acerca de si dadas las posturas explicitadas por los distintos partidos, ve opciones reales de que se pueda sellar un pacto por la lengua, ha replicado que el PPdeG tiene un «compromiso real» y, tras subrayar que el impulso parte del propio López Campos, ha apelado a «dejar trabajar».
A su juicio, hay que ver lo que dan de si las reuniones con distintos grupos y organizaciones, así como sus aportaciones. «Creo que ese pacto por la lengua es posible si todos ponemos de nuestra parte, si las otras formaciones políticas no se instalan en la defensa del monolingüismo, de la imposición de la lengua y en posiciones históricas que nada avanzan», ha argumentado.
«MENOS HABLANTES» CON EL BIPARTITO POR «LA IMPOSICIÓN»
Dicho esto, ha proclamado que «para defender el gallego, hay que amar el gallego» y que, para «amar el gallego no se puede imponar su uso». Hacerlo, ha advertido, puede incluso «provocar el efecto contrario».
Como ejemplo, se ha referido a la «época del bipartito», cuando, ha añadido, «la imposición» del gallego «provocó que hubiese menos hablantes que en otras épocas».