La ONU denuncia que Ucrania se ha convertido en uno de los lugares más minados del mundo tras mil días de guerra

La ONU denuncia que Ucrania se ha convertido en uno de los lugares más minados del mundo tras mil días de guerra




Archivo – La subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo – ESKINDER DEBEBE / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO

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MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) –

La subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo, ha denunciado este lunes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Ucrania se ha convertido en uno de los lugares más minados del mundo, con casi una cuarta parte de su territorio contaminado de minas, tras mil días de guerra, desde el 24 de febrero de 2024.

DiCarlo, que ha leído en Nueva York una carta del secretario general de la ONU, António Guterres, ante su imposibilidad de participar en el encuentro porque se encuentra en la cumbre del G20 que se celebra en Río de Janeiro, ha especificado que la zona de Ucrania afectada por las minas es una superficie cuatro veces mayor que el territorio que ocupa Suiza.

«Han pasado 1.000 días de destrucción generalizada desde que la Federación Rusa lanzó su invasión a gran escala de Ucrania, en una flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional. 1.000 días de muerte generalizada, destrucción y desesperación que continúan sin cesar para millones de ucranianos. 1.000 días después, esta guerra continúa sin cesar», ha declarado.

En este sentido, ha denunciado que «las batallas mortales se extienden cada vez más» en el este y sur de Ucrania, mientras que ciudades, pueblos y aldeas «enteras han quedado reducidas a escombros» con localidades como Bajmut que han «sido prácticamente borradas del mapa. Desde febrero de 2022, más de 12.100 civiles han muerto, incluidos 600 niños, mientras que 26.800 han resultado heridas. «Es probable que la cifra real de muertos sea mucho mayor», ha advertido.

Asimismo, ha señalado que en los últimos meses «se ha producido un aumento significativo de las víctimas civiles», puesto que en octubre y noviembre se han producido «algunos de los ataques con misiles y drones más intensos y a gran escala de la guerra». De Hecho, durante el fin de semana Moscú lanzó «uno de sus mayores ataques combinados», con el lanzamiento de 120 misiles y 90 drones contra la infraestructura energética ucraniana.

Esta escalada se produce en un momento en el que Estados Unidos ha autorizado a Ucrania a utilizar armas de largo alcance estadounidenses para ataques dentro de Rusia. «Todas las partes deben garantizar la seguridad y protección de los civiles, independientemente de su ubicación», ha concluido.

Con todo, se ha referido a los ataques rusos contra buques civiles e infraestructuras portuarias, en particular en la ciudad costera de Odesa, que «están agravando una vez más la inseguridad alimentaria mundial», y ha hecho hincapié en que «la devastación selectiva de la infraestructura energética de Ucrania puede hacer que el próximo invierno sea el más duro desde el comienzo de la guerra».

En este contexto, ha advertido de que el riesgo de un accidente nuclear «sigue siendo muy real, ya que se siguen recibiendo informes sobre actividades militares cerca de la mayor planta nuclear de Europa, la de Zaporiyia, así como en otros lugares sensibles de la zona de conflicto». «Si se produjera un acontecimiento de esa naturaleza, sería catastrófico y nos estremecería a todos. Es imperativo que todas las partes actúen con responsabilidad para garantizar la seguridad nuclear», ha manifestado.

Por último, se ha referido al reciente despliegue de miles de tropas norcoreanas a la zona de conflicto y ha considerado que «su participación en los combates es alarmante», debido a que «esto añadiría leña al fuego, intensificando e internacionalizando aún más este conflicto explosivo».

«No cabe duda de que esta guerra en el corazón de Europa es un conflicto con implicaciones mundiales. Socava la estabilidad regional y profundiza las divisiones geopolíticas. Debe terminar. Para revertir el peligroso rumbo actual se necesitarán esfuerzos diplomáticos concertados y voluntad política. Ya es hora de lograr una paz justa», ha concluido.

Fuente: www.europapress.es