El Gobierno limitará las llamadas para cambiar de compañía de luz o gas
Al fijo, al móvil y casi a cualquier hora se puede recibir una llamada comercial. La mayoría son empresas intermediarias de finanzas, telecos y grandes energéticas. Estas últimas parecen tener los días contados, ya que el Gobierno quiere que solo se puedan contratar estos servicios si es el consumidor el que llama, y no la empresa.
«Son muy pesados, además diciendo que son de mi compañía, y luego yo llamo a mi compañía y me han dicho que ellos no eran«, dice a TVE una usuaria sobre las llamadas de compañías energéticas. Esta práctica puede llevar a los consumidores a contratar un suministro o cambiar las condiciones contratadas sin una explicación clara y detallada del servicio y precio que ofertan por teléfono. «Es lo que me da miedo, porque te pones a hablar y al final de lo que te dicen, nada», relata otro ciudadano ante los micrófonos del Telediario.
«Un consumidor recibe llamadas, se supone que en nombre de su propia empresa, pero en realidad es otra distinta, con sus datos, su nombre y su suministro, y al final le trasladan unas condiciones por teléfono que luego no se cumplen en la realidad», explica el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Enrique García.
Este tipo de abuso está al alza y ha disparado las denuncias ante Competencia. Por eso, el Gobierno está ultimando una ley que prohibirá la publicidad y contratación de suministros de luz y gas por teléfono. Ahora mismo, este Real Decreto está en trámite de audiencia pública y recoge una excepción: aquellos casos en los que haya una petición expresa del consumidor o que sea este quien llame a la compañía.
Recomendación: grabar la llamada
Desde las organizaciones de consumidores aconsejan que se grabe la llamada, que podrá ser utilizada de prueba. «Que esa grabación de las condiciones esté a disposición de ambas partes y pueda servir para acreditar que la empresa no está cumpliendo con las condiciones establecidas en el contrato», incide García.
Además, hay que tener cuidado al aceptar las condiciones de acceso a las páginas de internet. En muchas ocasiones estamos autorizando las llamadas y la publicidad no solo para la empresa de la página web, sino a terceras a las que ceden ese permiso.