Mocro Mafia, muerte y violencia en el corazón de Europa
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El pasado 17 de abril, el rey Guillermo, de los Países Bajos, hizo público en la cena de gala ofrecida a los reyes de España en Ámsterdam, un secreto marcado con el epígrafe de materia reservada: su hija primogénita, la princesa Amalia, heredera al trono de la casa de Orange, había vivido el año pasado en Madrid siguiendo sus estudios universitarios.
Lo curioso es que no lo hizo por razones académicas sino de seguridad. Sólo un puñado de periodistas, españoles y neerlandeses, conocían el paradero de la princesa, pero renunciaron a la primicia por tratarse de un tema altamente sensible para las más altas instituciones del Estado neerlandés.
“El año pasado las circunstancias obligaron a que la princesa de Orange viviera en Madrid, desde donde pudo seguir sus estudios en la universidad de Ámsterdam. Esto fue posible gracias a los cuidados esfuerzos de muchos de sus compatriotas y de ustedes mismos. Te expreso mi agradecimiento de corazón y a todos los que han colaborado en este asunto” dijo el Rey Guillermo de los Países Bajos al Rey Felipe VI, antes de dar paso al tradicional brindis.
Una princesa con máxima protección policial
En el documental “El poder de la Mocro Mafia” entrevistamos a una de esas personas que “han colaborado en este asunto”, el inspector de Policía responsable de la protección de la princesa, durante 24 horas al día y los siete días de la semana.
La estancia de la princesa Amalia en nuestro país sigue siendo un archivo secreto, custodiado en la sede policial de Canillas, en Madrid, pero el mando policial ha comentado off the record dos detalles que evidencian el permanente estado de alerta de los agentes que la escoltaban.
En una ocasión, estaba la joven en una terraza del madrileño barrio del Retiro cuando se acercó a saludarla un joven neerlandés que la había reconocido. Era el típico turista a la caza de un selfie para vacilar en el grupo de whatsapp de los compañeros de piso.
¡En menudo lío se metió el osado sin saberlo ni quererlo! Los escoltas policiales vigilaron sus movimientos durante horas e incluso le interrogaron en comisaría. El joven no pudo regresar a su país hasta que los agentes descartaron, cien por cien, que no tenía ningún vínculo con la temida Mocro Mafia y comprobaron que sólo era un incauto turista.
En otra ocasión la Policía entró en estado de riesgo máximo cuando varias agencias de inteligencia occidentales lanzaron la alerta de que la Mocro Mafia y en concreto su líder más sanguinario, Ridouan Taghi, que cumple cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad de los Países Bajos, había ofrecido una cantidad multimillonaria a un grupo de paramilitares chechenos para que secuestraran a la princesa en su retiro madrileño.
No consta en Canillas que ninguna célula caucásica intentara semejante misión suicida, pero la protección de la princesa se redobló durante varias semanas, por si acaso.
El mafioso sanguinario
Ridouan Taghi es el cabecilla indiscutible de la Mocro Mafia (término despectivo utilizado en neerlandés para referirse a los inmigrantes magrebíes). Un liderazgo que incluso ejerce desde la cárcel.
Fue detenido en diciembre 2019, en Dubai y deportado inmediatamente a los Países Bajos. Desde prisión, Taghi empezó a dar órdenes a sus secuaces de sembrar el terror en las calles de las principales ciudades del país, especialmente Ámserdam, Utrech y Rotterdam. En su delirio criminal llegó a creer que, si conseguía secuestrar a la princesa o al primer ministro de entonces, Mark Rutte, podría negociar una salida de prisión a cambio del rescate.
La detención de Taghi, el enemigo número uno de los Países Bajos, en Dubai no se puede entender sin la implicación al máximo nivel de Marruecos. En 2019, Taghi dio la orden de ajusticiar a un miembro de una banda rival en Marrakech. Sus sicarios erraron el tiro y quien cayó asesinado por las balas fue el hijo de un juez magrebí.
En pocas semanas, los servicios secretos alauitas informaban de que Taghi se había mudado desde su retiro dorado en Marruecos al no menos dorado de Dubai. La ciudad de los emiratos no pudo mirar para otro lado, como suele hacer con los muchos fugitivos internacionales que se ocultan allí. La detención de Taghi fue inminente, así como su deportación a Ámsterdam.
Taghi estaba acusado del asesinato de cinco personas en la macro causa denominada Marengo, y por la cual finalmente fue condenado a cadena perpetua en febrero de este año. La fiscalía se dio cuenta por fin de que el padrino de la Mocro Mafia seguía ejerciendo su liderazgo desde la cárcel.
«Pero lo que vimos es que Taghi utilizó al abogado de su hermana, que era el único que podía comunicarse con él. Entonces detuvimos a ese abogado. Y fue condenado a cinco años y medio de prisión sólo por trasladar órdenes del líder de la banda a otras personas de su organización» declara Jirko Patist, uno de los fiscales del caso Marengo.
Un asesinato que conmocionó a la nación
Quien no llevaba guardaespaldas, a pesar de estar amenazado por la Mocro Mafia, era el periodista de investigación, Peter de Vries. Su asesinato, el 6 de junio de 2021, cometido a sangre fría, por la espalda, en pleno centro de Ámsterdam, conmocionó a la nación. Las condenas más severas, 28 años de cárcel, recayeron sobre el sicario y el conductor del coche en que huyeron de la escena.
Uno de los miembros del comando fue detenido en Cataluña. La policía holandesa facilitó los datos de su teléfono móvil a la española. Gracias a ello, le localizaron en un piso blindado que compartía con unos traficantes colombianos dedicados al menudeo. Ahí entraron en escena los GOES –especie de antidisturbios- y lo detuvieron.
La Mocro extiende sus tentáculos por España
En su rápido proceso de internacionalización, la Mocro Mafia puso su foco en España. En la actualidad, las fuerzas de seguridad aseguran que tiene fuerte presencia en la Costa del Sol.
“Vienen aquí a hacer su negocio con otro tipo de organizaciones que mandan a emisarios a la Costa del Sol“
Lo explica un inspector de la unidad policial GRECO, que combate el narcotráfico y el crimen organizado y que exige ocultar su identidad. “Vienen aquí a hacer su negocio con otro tipo de organizaciones. Organizaciones que mandan a emisarios muchas veces aquí, a la Costa del Sol, para viajes exprés. Un avión desde Bruselas hasta Málaga, un avión desde Ecuador hasta Madrid, hasta Málaga. Viajes de 12 horas en Málaga, una reunión y se vuelven ya con la información. Nosotros estamos convencidos de que hay muchos casos de ajustes de cuentas con víctimas mortales, de las que la Policía, la Guardia Civil o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no se hacen eco porque no hay denuncia, porque no ha aparecido el cuerpo, porque ningún familiar ha dado la voz de alarma o porque simplemente no interesa que salgan”.
Además de ajustar cuentas entre ellos, los miembros de la Mocro Mafia vienen a España a blanquear el dinero del narcotráfico. Las villas de la Costa del Sol e inmuebles de lujo en Melilla son su debilidad. A eso se dedicaba, según la fiscalía y la policía de Marbella, Karim Bouyakricham, alias el ‘taxista’, cuando fue detenido por a su salida de los juzgados marbellíes en enero de este año.
“Y cuando subí a tratar un asunto arriba que está el despacho de la juez de guardia, me di cuenta de que en el vestíbulo estaba Karim Bouyakricham. Y lo que hicimos fue avisar a la policía, al jefe de grupo que lleva este asunto para decirle, oye, que está aquí fuera Karim Bouyakricham. Él vio algo raro e intentó marcharse rápidamente de aquí, del juzgado y ya justo fue entre que llegaba la policía y él se intentó marchar y aquí mismo en la entrada, pues fue interceptado. Realmente nunca me había ocurrido” cuenta en su despacho Carlos Tejada Bañales, fiscal antidroga de Marbella.
Poco tiempo estuvo Karim en la cárcel porque la audiencia provincial de Málaga le dio la libertad, con fianza de 50 mil euros y él aprovechó para fugarse de España. A día de hoy, sigue en paradero desconocido con la policía de medio mundo siguiéndole la pista.