Colección Casacuberta-Marsans, un tesoro en el Barrio Gótico de Barcelona
Quien haya pasado por la calle de la Palla sabe que es un enclave tradicional de galeristas, anticuarios o librerías de viejo. Lo que no se sabe es que el número 21 se levantó en el siglo XV el hospital para clérigos con su capilla de Sant Sever. Esta institución eclesiástica se mantuvo bajo la férula del obispado de Barcelona hasta mediados del siglo XX y luego cayó en desuso. Después de un largo periodo de abandono, el recinto gótico estuvo a punto de convertirse en un hotel de lujo que no se llevó a término. Fue entonces cuando Fernando Casacuberta adquirió Sant Saver en 2009; en 2021 procedió a su rehabilitación para convertirlo en la sede barcelonesa de su colección de arte.
La pasión coleccionista de Casacuberta se remonta a tres décadas atrás cuando comenzó a adquirir obras con su tío Luis. De esa pasión, que contabiliza trecientas obras, participa su esposa, Rosario «Coty» Marsans, y sus cuatro hijos. «Hasta que no pudimos contar con espacios expositivos las obras las teníamos en las casas de la familia, como la residencia de verano de Pals», comenta Coty Marsans. «Mi padre y mi madre nos han transmitido el valor de la cultura, hemos viajado con ellos para ir a subastas y visitar exposiciones en todo el mundo», añade Álvaro Casacuberta. Un cuatrienio de obras, a partir del estudio de arquitectura Garcés -de Seta- Bonet. Los setenta años de abandono habían reducido a ruinas el hospital de clérigos y su capilla: «La iglesia estuvo en otro tiempo revestida de yeso y pintura, ahora son paredes desnudas que sirven de marco adecuado a las obras expuestas», apunta el arquitecto Jordi Garcés.
De las trescientas obras de la Colección Casacuberta-Marsans, el visitante podrá contemplar cuarenta y seis en visitas concertadas. La exposición no sigue un orden cronológico, se distribuye según criterios temáticos en los que conviven piezas de épocas diversas. «La idea es que las obras dialoguen entre sí, cada una desde su contexto histórico y sus formas de expresión», comenta Álvaro Casacuberta.
Artistas del siglo XIV como Lluís Borrassà, Joan Mates o Jaume Serra comparten espacios con Ramón Casas, José Gutiérrez Solana, Isidre Nonell, Darío de Regoyos o María Blanchard. De las obras que costaron más conseguir, Álvaro Casacuberta destaca el báculo de la Abadía de Silos, datado entre 1160 y 1170: «Cuando lo subastaron nosotros lo teníamos todavía en proceso de estudio por lo que en la puja no fuimos agresivos y al final se lo llevó otro comprador… Pero meses después supimos que lo tenía un galerista inglés y esta vez no fallamos. Solo hay dos báculos como este, el nuestro y el que conserva la Abadía».
La Colección Casacuberta es un ejemplo de mecenazgo privado y de rescate feliz de edificios históricos: «Queremos ser un espacio para eventos culturales, ir variando la colección con exposiciones temáticas, prestar obra a otros museos e incentivar el estudio del Arte en los centros educativos», subraya la familia Casacuberta. Todo eso en el número 21 de la calle de la Palla. Un tesoro en el Gótico.