Walz, gobernador de Minnesota admirado por jóvenes y trabajadores

Walz, gobernador de Minnesota admirado por jóvenes y trabajadores







«Estos tipos son simplemente bichos raros», con esa frase sobre los candidatos republicanos fue como el gobernador de Minnesota, Tim Walz, saltó a la palestra para ser el compañero de fórmula de Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre.

La intervención de Walz en la cadena MSNBC en pleno momento de ebullición en el Partido Demócrata, con la retirada de Joe Biden de la carrera presidencial y el empuje a la figura de Harris, caló en los espectadores y en las filas del partido. De ser un político prácticamente desconocido en la esfera nacional, la campaña demócrata encontró así en el gobernador de Minnesota a la persona idónea para complementar a Kamala en su ticket electoral: un hombre blanco de mediana edad, que conecta con la clase trabajadora del Medio Oeste y que ha instaurado con éxito medidas de izquierda en una región con tendencias conservadoras.

Walz no dudó en volver a utilizar su mensaje de «raritos» contra los republicanos durante su discurso de aceptación de la candidatura como vicepresidente en la Convención Nacional Demócrata. «Los demócratas sacaron un gran rendimiento de ese mensaje«, señala a RTVE.es el profesor de Práctica del Liderazgo y fundador del Yale Chief Executive Leadership Institute (Instituto de Liderazgo para Jefes Ejecutivos de la Universidad de Yale), Jeffrey Sonnenfeld, asesor personal de cinco presidentes de Estados Unidos.

«Walz es el primero en admitir que nunca tuvo intención de que el comentario se hiciera viral», apunta Sonnenfeld, ya que el demócrata solo se expresó de forma natural. Las intervenciones de Walz siempre tienen un aura ‘campechana’, con la que apela a su pasado como profesor de secundaria y entrenador de fútbol americano: «Estamos a la ofensiva y tenemos la pelota. Estamos corriendo por el campo», dijo ante toda la plana mayor demócrata en Chicago, por lo que ya se le adjudicó el mote de ‘entrenador Walz’.

Un camino de medidas progresistas

Desde bien pronto en su vida, el candidato demócrata a la vicepresidencia tuvo presente la importancia de ofrecer ayuda a los más necesitados. Timothy James Walz nació en 1964 en un pequeño pueblo de Nebraska, West Point y se crio con sus tres hermanos en una zona rural de granjas y ranchos.

Su padre, dos años antes de que muriera y dejara a su madre y a su hermano menor dependientes de los beneficios de supervivencia del Seguro Social, motivó a Walz a alistarse con solo 17 años en la Guardia Nacional de Ejército, donde sirvió en la fuerza voluntaria durante 24 años. En ese tiempo, y siguiendo el camino de su padre, Walz aprovechó los beneficios del programa de retorno a la vida civil, estudió Ciencias Sociales y se especializó en Educación.

En 1989 comenzó a impartir clases de inglés en China, solo dos meses después de que se produjeran las protestas de la Plaza de Tiananmén, con la correspondiente represión gubernamental que les siguió. Al año, regresó a Nebraska y en la localidad de Alliance conoció a su esposa, Gwen Whipple, compañera del equipo docente del instituto donde trabajaba y con la que tiene dos hijos concebidos por tratamiento de inseminación in vitro.

La pareja decidió mudarse al estado natal de ella, Minnesota, y se instalaron en Mankato. Walz ganó popularidad en la escuela de secundaria de la ciudad muy pronto, al hacerse entrenador de fútbol y reconvertir un equipo con una racha de 27 partidos consecutivos perdiendo en campeón estatal con tan solo tres años en el cargo.

Al mismo tiempo, Walz compaginaba la faceta deportiva con su trabajo principal como profesor de geografía, administrador del comedor estudiantil y aceptó ser el asesor para la alianza gay-heterosexual de la escuela, en una época en la que la homosexualidad estaba mal vista en gran medida. El docente no perdió su vínculo con China, país en el que celebró su luna de miel y al que organizaba viajes escolares con frecuencia.

Toda esta actividad educativa la mantuvo presente décadas después al convertirse en gobernador de Minnesota, donde ha aprobado una ley estatal que garantiza tres comidas al día a todos los escolares, independientemente de su renta, y ha reducido la pobreza infantil un tercio.

Ha dirigido con éxito un estado que es casi 50/50 republicano/demócrata

A esta hay que sumar otras medidas progresistas, como leyes de protección sindical, la legalización del cannabis y de las bajas laborales pagadas, leyes de protección al colectivo LGTBQ+ y sobre todo, de los derechos reproductivos femeninos, incluido ser el primer Estado en reglamentar el aborto legal tras su pérdida como derecho constitucional en el país.

«Ha tenido una carrera admirable en el servicio público: servicio militar, profesor de escuela pública, congresista y gobernador», señala Sonnenfeld, que destaca que Walz «ha dirigido con éxito un estado que es casi 50/50 republicano/demócrata, una hazaña de la que no pueden presumir muchos políticos«.

«Hacer el bien no es antitético a hacerlo bien»

A raíz de su anuncio como compañero de fórmula presidencial, los republicanos han utilizado estas políticas implementadas por Walz en Minnesota para llamarle «izquierdista radical«, en boca del mismo Donald Trump. En este sentido, el gobernador demócrata respondió en una aparición en la CNN de forma irónica: “¡Menudo monstruo! Los niños comen y pueden ir a aprender con el estómago lleno, y las mujeres están tomando sus propias decisiones sobre su salud”.

Sonnenfeld refuerza la idea y defiende que «el liderazgo de Walz ha demostrado que hacer el bien no es antitético a hacerlo bien con políticas sociales que refuerzan objetivos de desarrollo económico muy exitosos«. Sin embargo, antes de ser gobernador de Minnesota, Walz se estrenó en política con un papel más conservador.

En 2006, Walz le ganó al congresista republicano Gil Gutknecht, que acumulaba seis mandatos en el primer distrito del sur de Minnesota de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. De este modo, pese a pertenecer al Partido Demócrata, Walz representó durante 12 años en el Congreso a una zona mayoritariamente conservadora y rural, apoyando en numerosas ocasiones iniciativas lideradas por republicanos y ganándose un nicho como defensor de los veteranos de guerra.

«En ese momento, Walz era más conservador. Estaba muy comprometido con los derechos de las armas en particular«, indica a RTVE.es el profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad de Dayton, Christopher Devine, que es coautor con Kyle Kopko del libro ¿Importan los compañeros de fórmula? La influencia de los candidatos a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales.

Luego de su etapa como congresista, «Walz se convirtió en gobernador (2018), representando no solo a una zona conservadora, sino a todo el Estado, un Estado de tendencia liberal, y ha cambiado sus puntos de vista para ser alguien que aboga por los derechos de los trabajadores, por la perspectiva laboral, por los agricultores y los intereses agrícolas», analiza Devine.

Un ejemplo es su relación con la Asociación Nacional del Rifle, que en un primer momento le respaldaba y hasta donó en su campaña electoral. Sin embargo, después del tiroteo en la escuela de Parkland, Florida, en 2018, Walz se pronunció a favor de la prohibición de las armas de asalto.

«¿Es una evolución natural? ¿Es sincera o es un cálculo sobre su futuro como gobernador y más allá? No estoy seguro de que podamos decirlo», señala Devine.

Las sombras en su campaña

Tras su victoria en 2018, Tim Walz fue reelegido gobernador en 2022, pese a que en 2020 tuvo que afrontar la crisis de la COVID-19 y los disturbios por el asesinato en Mineápolis (Minnesota) del afroamericano George Floyd a manos de la policía. Walz movilizó a la Guardia Nacional para controlar la ira social, una decisión que dejó imágenes impactantes por los enfrentamientos entre manifestantes y agentes.

El entonces presidente Donald Trump elogió la actuación de Walz, pero el sector más a la izquierda del Partido Demócrata criticó la dureza de las actuaciones, que no han dejado un buen recuerdo en el electorado afroamericano.

Otras máculas que el gobernador ha tenido que afrontar durante los últimos meses de campaña tienen relación con su pasado militar y en China. Walz ha aclarado que nunca fue enviado a una zona de combate, como había asegurado en el pasado, y en el debate del 1 de octubre ante el candidato republicano a vicepresidente, JD Vance, reconoció haberse «equivocado» al decir que estaba en Hong Kong en el momento que estallaron las protestas de 1989.

«Soy un idiota», dijo Walz a la audiencia televisiva, en un debate donde el candidato demócrata «al principio pareció nervioso», frente al semblante seguro de Vance, hasta que «cambió su tono, pasando del lenguaje más campechano de ‘bichos raros’ a preguntas directas y serias sobre la democracia«, analiza praa RTVE.es la profesora asociada en la Escuela de Comunicación de la Universidad Tecnológica de Virginia, Megan Duncan.

«A pesar de los lapsus de memoria de Walz, su servicio en la guardia nacional y como profesor de instituto le han permitido comprender el inmenso privilegio que Estados Unidos tiene en la escena mundial y la importancia de mantenerlo«, resalta Jeffrey Sonnenfeld, que añade que en caso la victoria demócrata, «sus frecuentes visitas a China serán también una valiosa fuente de conocimientos cuando participe en las deliberaciones del gabinete sobre las relaciones con el país asiático«.

¿Cómo complementa Walz a Harris?

Sonnenfeld detalla que Walz ha sido seleccionado como candidato a vicepresidente «por múltiples razones», en parte, en «un esfuerzo de la campaña de Harris por conectar con una importante región y grupo demográfico de Estados Unidos que Kamala no puede».

«Tim Walz es una persona muy diferente a Kamala Harris. De alguna manera, tienes a alguien que creció en pequeñas ciudades en el centro de Estados Unidos, en Nebraska, y luego vivió en Minnesota, mientras que Kamala Harris creció en la costa oeste, una zona muy poblada y luego vivió durante un tiempo en Canadá», señala por su parte Christopher Devine.

«Ambos tienen experiencia ejecutiva y legislativa, pero Walz sirvió en la Cámara de Represntantes y Harris sirvió en el Senado. Él ejerce como ejecutivo a nivel estatal, ella como vicepresidenta a nivel federal», añade el profesor de Dayton.

¿Qué busca Harris eligiendo a Tim Walz?

El perfil de Walz no solo se utiliza para seducir a los electores indecisos y los jóvenes, sino también para apelar al votante republicano moderado. «Y en parte porque Walz es un líder humilde y trabajador que está dispuesto (y tiene la suficiente confianza) a servir a las órdenes de la que podría ser la primera presidenta de Estados Unidos», subraya Sonnenfeld.

Él estará totalmente enfocado en el éxito de su administración, no en buscar sus propias ambiciones en el futuro

En este sentido, Devine explica que «la historia interna sobre su proceso de selección fue que en realidad ganó puntos con Harris al decir que no está interesado en postularse para presidente, lo cual, por supuesto, no es algo malo querer postularse, pero puede haber tranquilizado a Kamala Harris de que él estará totalmente enfocado en el éxito de su administración, no en buscar sus propias ambiciones en el futuro».

En definitiva, Devine aclara que en caso de convertirse en vicepresidente de Estados Unidos, el papel de Walz dependerá de lo que Harris pida de él: «Su función es apoyar al presidente, así que creo que Kamala probablemente utilizará a Walz de una manera bastante activa, tal vez incluso le dará más responsabilidad de la que le dio Joe Biden a ella, sobre todo si siente que no ha sido utilizada plenamente en ese papel».

«Pero creo que todo depende del apetito de Kamala Harris por una vicepresidencia activa, más que de la capacidad de Tim Walz para ello», concluye.

Fuente: www.rtve.es