España: análisis del partido de la UEFA Nations League
La selección española masculina de fútbol cumple con notable alto el primer parón de la UEFA Nations League, tras un empate en Serbia (0-0) y una goleada en Suiza (1-4). En un inicio sin duda complicado, al estar recién iniciada la temporada y con dos partidos como visitante, los cuatro puntos saben a gloria, a pesar de que la Roja sea segunda en el grupo por las dos victorias de Dinamarca.
España ha tenido que lidiar con importantes condicionantes, como son las temidas lesiones antes y durante la concentración -caso, por ejemplo, de la de Mikel Oyarzabal-, la escasa preparación o las sanciones de Morata y Rodri por sus cánticos sobre Gibraltar en la celebración de la Eurocopa. Pero ha todo ha sabido sobreponerse la mejor selección de Europa. Porque así se puede llamar a la vigente campeona de la Nations League y de la Eurocopa, los dos torneos oficiales de selecciones del panorama continental.
El combinado que dirige Luis de la Fuente se concentró el lunes de la semana anterior y el jueves ya estaba jugando el primero de los dos compromisos en el ‘Pequeño Maracaná’ de Belgrado, con apenas tres entrenamientos. La sensación no fue la más óptima, y el empate se puede considerar justo a la vista del juego. España dominó a Serbia con un abrumador 73,6% de posesión (fuente StatsPerform), 21 remates totales y cinco disparos a puerta.
En contraste, el partido ante Suiza fue de mayor sufrimiento, con tan sólo un 33,7% de posesión, nueve disparos y -atención a este dato- ¡ocho entre los tres palos! Si ya antes de la Eurocopa se abrió el ‘melón’ sobre el estilo, la posesión y la capacidad de este equipo de buscar alternativas, se podría decir que se acaba el verano y de la fruta de temporada no quedan ya ni las pipas. Suiza firmó una tarjeta de 19 tiros totales pero sólo tres entre los tres palos.
El anterior seleccionador, Luis Enrique Martínez, era un creyente del estilo único y fiel defensor de ‘regar’ la portería contraria de llegadas para tener así más ocasiones y esperar a que de algunas salieran los goles. El Luis de la Fuente se podría definir como un «sí, pero» del anterior. Más abierto a otros matices y también con capacidad para autocorregirse.
En Serbia confió en Ayoze Pérez para la punta de ataque y la Roja se fue sin goles. En Ginebra el titular fue Joselu Mato y marcó a los cuatro minutos de partido. No es cargar las tintas sobre el tinerfeño, vaya por delante, sino hacer hincapié en la versatilidad del equipo. El funcionamiento del mismo como bloque es el mérito del técnico riojano, y también el paso adelante dado por alguno de sus hombres de confianza.
El mejor partido con uno menos y menor posesión
Uno de esos es Rodrigo Hernández, Rodri, que ante Serbia no pudo jugar por la sanción y fue titular contra Suiza, completando un partido sobresaliente en el centro del campo. Hasta ahora no hemos mencionado que España jugó desde el minuto 20 con uno menos por la expulsión de Robin Le Normand, pero es que no había hecho falta, pero ahora conviene para resaltarlo para explicar el dominio de Suiza (66,3% de posesión), y que a pesar del mismo Rodri fue capaz de completar 40 pases con una precisión del 93%.
El madrileño hizo un gran tándem en la medular con Fabián Ruiz, el ‘MVP’ del partido con un doblete, 34 pases completados (seis en el último tercio) y un 91% de precisión. El de Los Palacios (Sevilla) dio oxígeno a España con el segundo de sus goles cuando peor lo estaba pasando. Pero no sería justo irse sin mencionar un día más el partidazo de los dos extremos, con un Nico Williams completando siete pases en el último tercio, seis Lamine Yamal, quien a su vez hizo tres regates y dio una asistencia, y sólo en 45 minutos.
Lamine fue sustituido por Ferran Torres, quien a su vez dio la asistencia a Fabián y anotó el cuarto asistido a su vez por Joselu, intercambiando papeles con los otros dos. La selección española, en suma, dio toda una lección de fútbol coral en uno de los partidos más sufridos, en el que menos ha tenido la posesión en los últimos partidos con De la Fuente al mando. El estilo es ganar.